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Abrí los ojos a mi último día en Asgard, miré a mi alrededor y salté de la cama, hice mis estiramientos y me miré al espejo, mi mirada había cambiado, era más alegre, diferente, nunca tuve una visa infeliz, pero no me había enamorado, mi mamá suele decir que los ojos son la ventana al alma, si pudiesen ver en los míos, verían nubes de amor.

Escuché un par de golpes en la puerta, por la hora debía ser Asra.

— Adelante — mi voz sonó más cantarina que de costumbre.

Para mí sorpresa, Loki atravesó la puerta.

— Buenos días querida, te ves más hermosa que ayer — se acercó a mí y tomó mis manos, sus palabras hermosas me hicieron olvidar el hecho de que mi rostro y cabello eran un desastre matutino, sonreí ampliamente.

— Buenos días — mi sonrisa era imborrable.

— Hoy regresas a Midgard — suspiró y acarició mis manos con sus pulgares — Es una pena.

Su expresión de tristeza me causó una enorme ternura — Realmente voy a extrañar este lugar.

— Y yo voy a extrañar verte aquí, este lugar es mejor contigo — hizo una leve pausa — me gustaría que te quedaras.

Me enterneció la idea y por un momento me pareció tentadora, tener una vida como de cuento de hadas con Loki a mi lado en un lugar tan idílico como este, pero no podía ser.

— Me encantaría, pero debo volver con mis padres Loki, por más que adoro la idea de quedarme, mi vida está ahí, no puedo solo desaparecer — me sonrió y le sonreí.

— Entonces, si me lo permites, me quedaré contigo — sus ojos reflejaban una mirada decidida, nada me encantaría más que eso, mi corazón latía con fuerza confirmando que esa era una idea estupenda, asentí con una sonrisa de oreja a oreja, Loki respondió a mi contestación atrayéndome hacia él, envolviéndome en un abrazo.

Su aroma relajó mis sentidos, sus brazos a mi alrededor me hicieron sentir segura y querida, cerré mis ojos disfrutando de su compañía, definitivamente haber venido a Asgard fue mil veces mejor que cualquier patético viaje a la playa.

— Debemos alistar todo para nuestro regreso entonces querida — Dios, que me llamase así era de lo más maravilloso.

— Está bien — asentí aún con el rostro enterrado en su pecho. 

Nos separamos lentamente, confirmando que ninguno deseaba abandonar el contacto del otro, tomó mi mano y le plantó un suave beso, que provocó un agolpamiento de sangre en mi rostro.

— Asra vendrá pronto para ayudarte, nos veremos pronto — me dedicó una última sonrisa y abandonó la habitación, el beso de Loki en mi mano ardía con el recuerdo de su tacto, por un segundo desee averiguar la sensación de sus labios sobre los míos.

Minutos después de la partida de Loki, Asra entró jovial a la habitación, sin embargo, no iba sola, la reina Frigga iba con ella.

— Buenos días Olivia — Frigga se veía tan elegante como siempre, al ver su excelsa apariencia, volvió a mi el hecho de que me veía como si me hubiese pasado encima un camión, intenté peinar mis alborotados cabellos con las manos al momento que le devolvía el saludo.

— Buenos días alteza — realicé una leve reverencia.

— Este lugar se sentirá vacío sin ustedes dos — me dedicó una sonrisa — Es bastante obvio que mi hijo Loki querrá regresar contigo.

Mis latidos se aceleraron con la sola mención de su nombre.

— Extrañaré estar aquí — hablé mirando a mi alrededor — Espero poder volver pronto.

Eternidad - Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora