Me casé por el idol [Lee Felix - Kim Mingyu]

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Ella se merece tener un buen esposo, no a mí
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La pizarra tiene fotos de la empresa con las profesiones que realizaríamos, también hay fotos nuestras y algunas románticas sacadas de Pinterest haciendo alusión al casamiento.

—Comencemos… Al parecer estas dos empresas trabajan juntas y por eso tienen los mismos requisitos. Ojo, es una suposición.

—Pero, yo voy a ser compositor, ¿para qué debo casarme?

—Vas a estar cerca de idols, seguro que serán más femeninas que otra cosa. Además, eres muy lindo, no se resistirán —respondo como si nada y Felix se pone nervioso.

«Eso, encontré su punto débil. Ya no hay escapatoria, Lixie»

Haneul me mira cómplice, sabe que le encontré su punto débil. Mientras que JiMin me mira amenazante y me hace una señal que me asesinará.

—Ya deja de hacer eso —exclama cruzándose de brazos y veo que está enojado.

Eso me causa ternura y me lanzo a abrazarlo.

—Está bien, está bien. Solo porque te quiero un poquito y me causas ternura cuando te enojas.

Él me mira mal, coloca su dedo en mi frente para empujarme y hace que caiga de espaldas.

—No seas cariñosa, das miedo así —murmura.

—¿Cómo que miedo, babo? —Elevo mi mano para golpear su brazo.

—¡Ya! ¡Dejen de pelear! —Se escucha un grito proveniente de ¿Sun Hee?

—Tengo miedo —Me susurra.

—Yo también, nos quedemos callados y escuchemos.

Él asiente.

JiMin nos mira con decepción pero decide hablar.

—Por favor, cooperen. Son los trabajos de sus sueños. ¿Prefieren casarse con desconocidos?

Ambos estamos callados.

—Sé que la forma que tienen de quererse es rara, y es por eso que creo que es una gran idea.

—Bueno… Yo… —Se rasca la nuca nervioso—. Iba a pedirle a una amiga que se case conmigo.

—No me digas que a esa chica ibas a pedirle, si sabes que gusta de ti ¿no? —La expresión de JiMin cambia y eso solo significa peligro.

—Sí, pero, no lo sé. Es mejor creo yo.

—Entonces, me estás diciendo qué… ¿¡Te casarás con ella!? —JiMin grita lo último.

—Sí… —murmura.

Por alguna razón eso me hiere y ofende, bueno, me hirió más que ofenderme.

Me levanto del suelo y me voy a la habitación de JiMin pegando un portazo. Luego de mi acción, hay un gran silencio, y empiezan los gritos.

—¿Cuál es el problema para casarte con Alya?

—Simplemente no puedo. Es mejor con ella, total, no pasará nada con mi amiga.

—No, sé que algo te pasa. ¿Qué es?

—No puedo casarme con ella porque estaría atándola y ella se merece tener un buen esposo, no a mí —Le grita y siento sus pasos.

Se olvida que estoy en la habitación y entra enfurecido, yo lo miro asombrada porque siempre fue una persona de hablar las cosas antes de enojarse pero veo que esta situación sobrepasa sus límites.

—Ah, perdón —Hace una reverencia e intenta irse.

—Espera —Lo agarro del brazo—. Hablemos y lleguemos a un acuerdo. ¿Qué te parece?

—Lo duda un poco—. Está bien —Intenta sonreírme pero termina haciendo una mueca.

Nos sentamos en la cama y miro como su rostro está rojo, debe ser por la discusión con JiMin.

—¿Qué es lo que siempre digo? —Lo interrogo.

—“No pienso casarme porque nadie es bueno para mí” —Imita mi voz y ríe, él cree que es gracioso imitándome.

—Ya! —Lo golpeo suavemente en el hombro—. Exactamente. ¿Por qué crees que necesito un buen esposo?

—No lo sé, solo pensé en eso —Alza sus hombros.

—No lo pienses más y… —Tomo una gran bocanada de aire antes de decir lo siguiente—. nos casemos. Yo no tengo problema, podemos fingir muy bien —Sonrío por lo último pero siento un pequeño dolor en el pecho.

—¿De verdad? —Puedo notar como sus ojos reflejan mucha ilusión—. Vamos a poder trabajar en lo que queremos y no voy a estar atado a alguien que no quiero —Se sube a la cama y salta emocionado, me extiende sus manos para que salte con él.

—Nos va a matar JiMin —comento mientras salto en la cama.

De repente se abre la puerta de golpe, son las tres chicas.

—Ay, ¡qué susto! —JiMin toca su pecho.

—Menos mal que no es lo que pensaba... —murmura Sun Hee y vuelve la vista a su celular.

—Cierto —murmura Haneul y mira muy entretenida lo que hace Sun Hee.

De un momento a otro JiMin, Sun Hee y Haneul son golpeadas por almohadones.

—Insolentes. ¿Cómo pueden tener esos pensamientos? —Felix pone su mano en el pecho haciéndose el ofendido.

Las cuatro reímos y salimos de la habitación de JiMin, pero ella suelta un comentario el cual nos deja sorprendidos a los dos.