Me casé por el idol [Lee Felix - Kim Mingyu]

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You are my reason, Lee Felix
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Pov Alya

A veces soy tan torpe, pero ¿quién en su sano juicio actuaría normal si alguien tan lindo como Felix te dice algo así? Exacto, nadie.

Me contó cómo consiguió el trabajo y yo le conté cómo conseguí el mio, omitiendo algunos detalles; por supuesto.

Faltan unos minutos para llegar según lo que me dijo Lix así que puse música.

Él comienza a cantar You Are The Reason y se me escapan un par de lágrimas al escucharlo.

«You are my reason, Lee Felix»

—¡Hey! ¿Por qué estás tan callada? —pregunta aparcando y me mira preocupado—. Bebé, ¿estás llorando?

Se acerca para limpiar mis lágrimas. Se queda unos segundos mirándome y me abraza.

—No sé lo que haya pasado, pero voy a estar para apoyarte.
—No te preocupes, Fefi. La canción me conmovió —Correspondo su abrazo—. Bueno, siendote sincera me conmovió escucharte cantar.

Él ríe, me abraza más fuerte y nos quedamos unos minutos en silencio.

—Ya hemos llegado, bonita —Sonríe y acaricia mi cabello—. ¿Vamos?
—Vamos.

Baja primero, abre mi puerta y extiende su mano para que la tome y entramos al restaurante. Nos sentamos y pedimos, mientras esperamos la comida Felix comienza a sacarme fotos.

—Deja de molestar, Felix —Cubro mi rostro y rio.

—No quiero.

Saco mi celular y hago lo mismo que él.

—Oh, ¿es una competencia de tomar fotos?

La competencia no dura nada ya que comienza a sonar el aparatito haciéndonos saber que nuestra comida está lista.

Feliz se levantaba rápidamente a buscarla.

—Discúlpenos —Hace una reverencia.

—No tienen que disculparte, disfrutamos la escena.

—¿Disfrutamos? —pregunta asombrado y la cocinera hace un gesto para que mire detrás de él.

Repito la acción de Felix y las personas nos miran divertidos.

—¿Por qué no eres como él? —Escuchamos a una chica.

—Porque él es guapo —responde el chico y Felix ríe.

Antes de comer, propongo sacarnos unas fotos para subir a mis redes sociales y él acepta sin reprochar.

Terminamos de comer y nos quedamos un rato charlando acerca de cómo haríamos cuando tenga que buscarme. Salimos del restaurante y el viaje se hace divertido cantando canciones alegres.

Llegamos a nuestro departamento.

—Vamos a dormir una siesta porque a la tarde será un descontrol —Deja su mochila a un costado y se va a la habitación.

Cuelgo mi bolso y lo sigo.

—Pondré una alarma porque tengo que buscar a los chicos, tú puedes dormir todo lo que quieras —Sonríe y se recuesta.

—Está bien —Me tiro a la cama y lo abrazo—. Recuerdo cuando no podía dormirme rápidamente y ahora solo necesito abrazarte para dormir.

—Es el efecto Felix, bebé —Ríe y se acomoda mejor para dormir.