Capítulo 5

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START

Al fin salimos del infierno, iba caminando de vuelta a mi casa, cuando mi padre me envía un mensaje.

Vamos a cenar con tu tío al restaurante nuevo, cámbiate y allá te esperamos.

Gracias padre tan amable como siempre. No se que piensa este señor sobre si llegaré a tiempo a ese lugar, según el GPS llegaré como en dos horas, tomando en cuenta que voy caminando y tengo que tomar el metro.

Desde hace dos cuadras atrás sentí de nuevo que me seguían, decidí ignorarlo y seguir con mi camino.

Mientras estaba en el metro me puse a leer una novela de terror y no se si fue mi imaginación, pero en el reflejo de enfrente vi a cuatro chicos vestidos extrañamente, no alcancé a apreciarlos bien porque se cortó la luz un segundo y cuando regresó ya no estaban ¿Qué mierda acaba de pasar? Mire a mi alrededor para ver si no fui el único que los vio, pero todos estaban normal.

Media hora después

Después de perderme un buen rato, creo que ya llegué, batallé para encontrar el restaurante porque el GPS me dio la antigua dirección en donde estaba, así que tuve que llamar a la asistente de mi papá para pedirle la nueva dirección.

Iba llegando cuando vi a mi papá junto a su asistente en el estacionamiento, estaban muy pegados y él tenía su mano en su cintura. Me escondí para que no me vieran, segundos después entraron de nuevo al local, ¿Qué mierda? Se que mis padres fueron obligados a casarse, pero se que mi mamá si está enamorada de él así que supuse todo este tiempo que él sentía lo mismo ¿Qué estoy pensando? Es más que obvio que él nunca sintió nada por ella, siempre la trató mal, pero mi madre no lo nota o tal vez sí, pero a lo mejor se quedó con la esperanza de que mi padre algún día sentiría lo mismo que ella.

Vaya día de mierda, decido entrar minutos después. Una de las chicas que trabaja ahí me pregunta sobre si tengo una reservación o me tiene que apuntar para llamarme cuando se desocupe una mesa. Le digo mi apellido y ella me conduce hacia la mesa.

En cuanto llegó mi padre me da una mirada desaprobatoria por cómo vengo vestido, ( al parecer no le gustó mis pantalones rotos, botas militares, playera a rayas, la camisa de franela a cuadros y la chaqueta de mezclilla rota) mientras mi primo se burla de mí, notó que mi madre y mi tío están incómodos. No entiendo de qué se queja si ya sabe cómo me visto, me dan ganas de sacarle lo que pasó minutos atrás con su asistente, pero decido cerrar mi boca.

Me senté en el único lugar vacío y mi tío decidió cambiar el ambiente.

– y Jacob, ya decidiste a ¿Qué universidad vas a entrar?

– Aún no, ya que aun tengo algo de tiempo para pensarlo

– ¿Algo de tiempo Jacob? Ya deberías de saber a qué universidad te vamos a mandar —¿Cómo diablos quieres que sepa eso si ni siquiera me lo habías mencionado?—. Tú primo ya pidió información en Harvard

–?Claro cómo si lo fueran aceptar —Murmure en voz baja—.

– ¿Qué dijiste?

– Que me da gusto que tomes a Harvard en cuenta —Puse mi mejor sonrisa falsa—. Tal vez deberías contarme sobre en donde puedes pedir información

– Claro, un día de estos mándame un mensaje —No te hagas cabrón, ¿Cómo planeas entrar si les pagas a todos tus profes para que te pasen—.

– Gracias —Idiota de mierda—.

Después de que viniera uno de los meseros a tomarnos la orden, yo ya no soportaba un segundo más en esta mesa (sobre todo mi padre presumiéndoles sobre qué acababa de cerrar un tratado con Hong Kong). Me largué al baño y estuve unos minutos encerrado en un cubículo mientras les mandaba un mensaje a los chicos.

Después de unos 4 minutos decidí que ya era momento de regresar, me salí del cubículo y me fui al lavamanos; me recargue en este volteando hacia abajo, pero al subir la mirada estaba una chica reflejada en el espejo, me volteé para verla mejor.

Su cabello era rubio y largo, lo tenía recogido en dos coletas; estaba vestida con una sudadera roja y en esta sobresalía una camiseta de red negra, una gargantilla negra, un pantalón de mezclilla roto y ¿eso que veo es sangre? Su calzado eran unas botas militares e igualmente tenían algo de sangre. Sus ojos eran totalmente negros, traía pintadas unas como líneas rojas verticalmente en ellos, sus labios estaban pintados de negro y en sus manos traía como unos curitas y vendas.

Nuevamente parpadeo la luz y ella ya no estaba, pero ......¡¿Qué mierda?! Me quedé unos segundos todo atontado y con mis manos temblando.

Ya cuando me calmé me regresé a la mesa, a unos metros de esta escuche que mi padre se estaba quejando de mi.

– No entiendo porque me salió un hijo así, le gustan las cosas raras lo cual no entiendo —prosiguió—. El debió ser como el tuyo responsable, inteligente, amable, carismático y sin esa anomalía que él tiene

Me dan ganas de sacarle lo de su asistente, una voz me alienta a hacerlo, pero decidí ignorarla y mejor me largue de ahí.

Que mierda de vida tengo, yo no pedí esto, no pedí nacer con esta anomalía mía, no importa que tanto me esfuerce, ya que a él parezco no importarle.

¿Me voy a mi casa o me regreso adentro y finjo que no escuche nada? Si me regreso a la casa es probable que ese señor me regañe y me insulte y si regreso me va a estar criticando toda la puta cena o ignorando. Mi mejor opción por mientras es irme de este lugar.

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Gracias por leerme! Se te quiere mucho ❤

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Bueno eso es todo adiós xD

Social Trauma Club (en proceso y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora