Capítulo 9

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Después de desinfectarme y ponerme las vendas, me acosté en mi cama mirando hacia el techo y como no tenía planeado dormir me puse a divagar en las redes sociales sobre lo que pasó en la tarde.

Todo está raro porque rondan varias versiones sobre lo qué pasó, en una de ellas mencionan que era un chico rubio de cabello liso, ojos azules, de un metro ochenta. Al parecer decían que habían llegado unos asaltantes y como él se había negado en darles lo que buscaban decidieron que lo iban a dejar desangrándose, así que lo amarraron a una silla y le pusieron una vía intravenosa. En otra hablan de que descuartizaron el cuerpo y los médicos forenses tuvieron que juntar todas las partes en bolsas de basura. Hay infinidades de versiones las cuales hacen que me duela la cabeza por tanta información que acaba de recibir mi cerebro.

Las descripciones que dan no son parecidas a las que yo recuerdo lo cual es sumamente raro, demonios Jacob ve a dormir y deja de formular teorías en tu mente.

Pero de todas maneras capaz y me estoy equivocando porque a lo mejor ese era el chico del turno de la mañana, ¿no? Y si ese era el chico del turno de la mañana ¿quién era el de la tarde? ¿Quién era el que estaba sentado en la entrada del local? Entonces suponiendo que el que vi yo era el de la mañana, a ¿quién asesinaron? ¿A ese mismo? ¿Cuántos turnos hay? ¿Dos o tres? Porque eso podría significar que el chico que vi yo es el mismo al que asesinaron. ¡Mierda! Presencie las últimas horas de una persona y no sé cómo sentirme al respecto porque no fui muy amable que digamos bueno más bien amable no es la palabra que busco tampoco me comporte grosero, la palabra que estoy buscando es distante.

Cómo ya había apagado mi teléfono y sinceramente ya no tenía ganas de seguir indagando más en eso intentaré dormirme.

08/Junio/2019

Estoy intentando desayunar y por intentar me refiero a estar moviendo la cuchara de un lado a otro en el plato de cereal que ya está todo cuajado que ni me dan ganas de comérmelo, viendo la pequeña televisión que está en la mesa de la cocina, hasta que empezaron a hablar sobre el chico de ayer. La descripción que dieron fue todo lo contrario a lo que encontré en las redes sociales y lo más trillado es que tampoco quedaba con la mía. Entonces ¿quién era el chico que vi ayer?

– Buenos días, Jacob —habló mi madre en un tono suave entrando a la cocina—.

– Buenos días, mamá

– ¿Qué tienes?

– Nada solo que... — me miraba mostrándome que me estaba prestando atención—. Todo esto de los asesinatos me trae como preocupado, creo — bajé mi mirada al plato de cereal que no planeaba comerme —.

–Si, es una lástima todo lo que está pasando últimamente, lamento que no te hayamos preguntado sobre lo que pasó el otro día en la escuela, ¿lo conocías?

– ¿A Damián? — claro que si idiota, ¿a quién más? —. No, no tanto, en este semestre no me tocó ninguna clase con él, para mí era de esos chicos que nomás veíamos en el pasillo o en la cafetería — doy una pequeña pausa y prosigo—. Claro que a veces me llego a saludar y todo, pero no éramos muy cercanos

– Ya veo —me abrazo cariñosamente para darme ánimos—.

– ¿Y mi padre?

– Salió en la madrugada por un asunto de trabajo

Desconocido

¿Tu padre realmente se habrá ido a un viaje de negocios?

Claro que sí y déjame de escribirme

Pues el otro día se veía muy cariñoso con su asistente, ¿no lo crees Jacob?

Social Trauma Club (en proceso y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora