Capítulo 8

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Al llegar ahí todo era un caos, los reporteros estaban sedientos por obtener toda la información posible sobre lo que había pasado, los médicos forenses estaban sacando el cadáver en una bolsa mientras los demás investigaban la escena del crimen y los policías que estaban ahí estaban deteniendo a los reporteros de meterse y a uno que otro curioso.

Estaba atontado por todo lo que estaba pasando en ese momento, que se me hacía que veía todo en cámara lenta y fue entonces cuando mi mirada se centró en un chico que estaba sentado en la entrada del local. Este tenía la mirada perdida y vacía, se veía desconcertado, como que aún no procesaba bien lo que estaba pasando.

Y fue ahí cuando volví a ver a los cuatro chicos del metro, me quedé viéndolos fijamente hasta qué se interpuso un policía intentando detener a unos reporteros que se querían pasar.

Una hora después

Llegando a mi casa prendí la tele y le cambie a todos los noticieros, también me metí a todas las páginas web de los noticieros, hasta busque si habían publicado algo sobre lo que sucedió hace como unas horas atrás en las redes sociales, pero no tuve mucha suerte. No fue hasta unos minutos atrás que en el noticiero hablaron sobre eso.

– Buenas tardes, hace como una hora atrás ocurrió una tragedia, la policía encontró en el eight-thirteen el cadáver de uno de sus empleados — habló el comentarista—. El deceso ocurrió a las tres de la tarde, se presume que el posible asesino sea el mismo, por lo tanto las autoridades han confirmado que las víctimas han sido adolescentes de quince a diecinueve años, se recomienda que en los colegios alguien pase por sus hijos, pero no los dejen regresar solos, a los universitarios se les recomienda no salir en caso de que no tengan algún asunto de importancia

¿Qué carajos?! Estaba viendo el noticiero cuando se escucha que abren la puerta y se empiezan a escuchar pisadas.... unos segundos después se cae un vaso que tenía agua, empieza a parpadear la luz para después apagarse. Me levanto de donde me encontraba sentado y voy hacia el interruptor. Intente como unos tres minutos subiendo y bajando la luz, pero no regresaba. Cuando siento a alguien enseguida de mi.

– Jacob — me susurran —. ¿Te gustó el regalo que te dimos?

Me voltee rápidamente con mi corazón todo acelerado, literalmente puedo escuchar mis latidos, pero no había nadie, de repente me siento muy mareado y se empiezan a escuchar voces... esas voces las conozco muy bien.

– No te juntes con Jacob — susurró un niño —.

– ¿Por qué?

– Que no ves lo raro que es, tiene un ojo de otro color, ¡es un monstruo! — seguido de eso se empezó a burlar y a gritarme monstruo, a lo que después se le unieron los demás niños —.

Ahora estoy escuchando las voces de Noah y Daniel quejándose sobre mí.

– Míralo es muy serio

– ¿Por qué nos juntamos con él?

– Yo he fingido ser su amigo todo este tiempo

– Yo igual, pobre, está solo, ni sus padres lo quieren

– Me empecé a juntar con él por lástima

Cerré mis ojos y tapé mis oídos mientras me tiraba al piso gritando, unos minutos después me tocan el hombro y se prendieron las luces.

– Levántate Jacob — me volvieron a susurrar, abrí mis ojos, quite mis manos de mis oídos y me levanté —. Ahora ve el reflejo de la ventana — en el reflejo se podía ver a una chica de baja estatura con el pelo azul y yo. Solo que ella no estaba enseguida de mi, pero en el reflejo sí —.

Social Trauma Club (en proceso y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora