El poder de los ángeles

capitulo 3

Nos sentamos en nuestras sillas, que estaban juntas, y esperamos a que entrase el profesor. Teníamos sociales a primera, con sevilleja, que asco le tengo al hombre.
Las tres primeras clases pasaron rápidas, y cuando llegó el recreo fuimos a ver a Adrián
-hola
Carlos fue el primero en saludar con un choque de manos. Saludó a los tres chicos diciéndoles como se llamaba a dos de ellos.
Adrian se acercó a mi
-hola
-hola
Yo también le fui a dar la mano, pero en lugar de eso me cogió de la cintura y me dio dos besos
-chicos, ella es Sofía, Sofía, ellos son Daniel y Jorge.
Miré a los dos chicos de arriba abajo
Jorge era igual de alto que carlos, tenia el pelo más largo que los otros chicos, pero no tanto cono para taparle los ojos... Sus ojos eran marrones. Me fijé que tenia en el brazo un ala tatuada. ¿significara algo?
Le di dos besos y esta vez miré a Daniel, el solo me sacaba una cabeza, era el más bajo de todos, tenia tatuado todo el brazo y parte del cuello. No vi ningún ala, tampoco distingui ningún tatuaje moreno con ojos marrones. No me fijé en mucho más, me empezó a doler la cabeza... Era espantoso.
Tenia que fingir que estaba bien...
-contadme algo sobre vosotros.
-¿como que?
-no se... ¿gustos? ¿aficciones? ¿que queréis ser de mayor? ¿creeis en la magia? ¿que religión? ¿creeis en los ángeles?...
-espera, ¿dijiste ángeles?
Mmm ¿dije ángeles? No creo... ¿se me escapo?
-también dije religión
-si, pero dijiste ángeles y no demonios
-los demonios son malos
-hay tienes razón
Adrian había cerrado ya la boca...
-mmm gustos, mi color preferido es el blanco, me gusta el rap, mi comida preferida la pizza. Mis adicciones son escuchar musica, los animales y los libros. De mayor quiero vivir la vida. Soy ateo, pero creo en los ángeles, es más, yo soy un ángel
O quizás, no se calla nunca... ¿dijo ángel?
-¿eres un ángel?
-lo que es es gilipollas
Adrian miró a Jorge con cara de pocos amigos.
-no, no soy gilipollas. Tú si lo eres, ¿no ves su collar?
-coincidencia
-venga hombre. Desde que la conocí mis dolores de cabeza son más frecuentes.
-¡ALTO!
los cuatro pares de ojos me miraron. Carlos y Daniel se habían mantenido en silencio, observando la conversación de los dos que me miraban con asombro.
-¿me estáis diciendo que sois ángeles? ¿y él lo sabe?
Miré a Daniel, sus mejores amigos son ángeles, no sé desde cuando se conocen. Pero no debería saberlo un mundano.
-él fue quien nos dijo de la existencia de los ángeles.
-soy un protector
-ah
-deberíamos hablar en otro lugar
-carlos tiene razón. Deberíamos irnos
-veniros a casa, nuestro protector querrá saber que hay más ángeles, y otro protector...
-esta bien
Nos fuimos en el recreo, de camino a casa estuvimos hablando sobre los ángeles
Adrian y Jorge tenían un año mas que nosotros, y llevaban juntos desde infantil, los padres de Adrián sabían sobre los ángeles, sus abuelos fueron protectores pero con los pocos ángeles no enseñaron a sus hijos a defenderse, pero si les contaron la verdad y cuando adoptaron a Adrián, y descubrieron su pulsera, le entrenaron y enseñaron todo lo que tenia que saber.
Jorge fue adoptado por otra familia y conoció a Adrián en infantil, se hicieron inseparables, mejores amigos, pero jorge no sabia nada sobre los ángeles y Adrián no se lo podía decir. Fue cuando conocieron a Daniel que jorge se enteró de lo que era.
Daniel les saca cuatro años, y a nosotros cinco. Su madre murió y su hermana también, su padre desapareció, y habían adoptado a dos niños pequeños, eran ángeles, o protectores, nunca llegó a saberlo, no se encontraron sus cuerpos. Fue llevado a una casa de acogida, donde estudio lo necesario y se recuperó del susto hasta ser adoptado por los vecinos de Jorge, ellos no podían tener hijos, así que se conformaban con lo que fuese.
Estaba tantos cursos atrasado que le tocó en la misma clase que Adrián y jorge "¿coincidencia? Yo prefiero llamarlo destino" fue lo que dijo Daniel. Jorge se enteró de lo que era y empezó a entrenar con Adrián y Daniel, sus mejores amigos.
Daniel sabia que había más ángeles, que había más protectores, y sobre todo, sabia que los demonios eran más numeroso.
Adrian sabia que existían los protectores, ahora tenia a uno como mejor amigo, sabia con exactitud que había nueve ángeles, pero... ¿y si hay más?, y sabia sobre la existencia de los demonios, pero no sabia nada de su grandioso numero, al igual que jorge.
Nosotros les explicamos de donde veníamos, y de donde venia nuestro protector. No les explicamos nada más.
Llegamos a casa y llamamos al timbre.