capítulo 7

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Me desperté por los gritos de fuera, Carlos seguía durmiendo, eso no era raro en él... Se veía tan guapo, así parecia hasta bueno, me aventuré a recorrerle con la mirada de arriba abajo. Su pelo castaño claro estaba despeinado y un mechón rebelde le caía por la frente, sus ojos estaban cerrados, sus mejillas sonrojadas y los labios estaban entre abiertos... Me pasé la lengua por los labios y me mordi el labio inferior
Una sonrisa traviesa se dibujó en esos labios que estaba admirando y alcé la mirada para encontrarme con los azules ojos de carlos mirándome con diversión
-no sabía que mi novia estuviese loca
-locamente enamorada de ti- corregí señalándole con el dedo
-Me encantas
-¡No me puedo creer que no nos lo contases! ¿es que acaso no confías en nosotros?
-¿qué pasa allí fuera?
-parece que están discutiendo. Voy a vestirme para ir a entrenar, deberías hacer lo mismo.
Carlos me miró de arriba abajo y yo hice lo mismo, dándome cuenta de que solo llevaba una camiseta larga de tirantes que se ceñía perfectamente a mis curvas. Mis mejillas se pintarion de un color rosado justo cuando Carlos me miraba a los ojos.
- te ves hermosa recién levantada
- según tú siempre me veo hermosa
-es que siempre estás hermosa
-¡No! No me creo que no nos lo contaras
Carlos y yo nos miramos aún sin entender. Me metí corriendo en el baño y me di una ducha lo más rápido posible, me puse mi ropa de entrenar que hoy consistía en tan solo los pantalones cortos y el top y salí del baño encontrándome con Carlos pegado a la puerta
-¿qué haces?
-oir que dicen
-¿por qué no sales y lo preguntas?
-no quiero cortar el rollo
-pero que bobo eres
Dicho esto abrí la puerta y Carlos cayó al suelo haciendo que los que estaban en el pasillo se diesen la vuelta para mirarle
-¿esta rico el suelo?
Jorge se río ante el comentario de Adrián.
- más rica está Sofía
Carlos había atacado fuerte, ya estaba de pie y mirando con aire de superioridad a Adrián quien me miraba con una expresión seria para volver la vista a Carlos y encararle.
-¿cuanto has tardado en darte cuenta? ¿diez? ¿doce años quizá?
- un día
-Carlos, ve a cambiarte, ya. Y tú, relaja los humos y guardalos para el entrenamiento.
Los dos obedecieron mis órdenes y Adrián se giró para mirar a Jorge
-¿donde esta Daniel?
-sigue hablando con su padre y pasando de nosotros
Ahora se giró a mi
-lo primero de todo es que nuestra apuesta sigue en pie...- mierda la apuesta, se me había olvidado.¿y ahora que hago?- lo segundo,  ¿tu sabías todo esto?
Sabía a que se refería con "esto", y la cara que tenía no era muy buena.
-creo que deberíamos hablar de ese tema cuando estéis más tranquilos, además, no me corresponde a mi hablar con vosotros, yo tengo que hablar con Daniel y ponerme al día con todo lo sucedido desde entonces. Sí, lo sabía, lo sabía desde que Daniel nos contó su historia. Pero como dije, no me corresponde a mi hablar de ello con vosotros.
-pero es injusto que alguien a quien apenas conocemos sepa más de nuestro mejor amigo que nosotros.
-jorge, vuestro mejor amigo ha sido un hermano mayor para mi hasta los diez años, y tengo 16. Aún recuerdo todo sobre él, y por supuesto todo sobre su familia, te recuerdo que su padre nos crió a Carlos y a mi desde bien pequeños y espero que lo siga haciendo. No es que sepa más que vosotros, es simplemente que sé algo que vosotros desconocíais. No os enfadeis con él por no haber contado nada, yo ni siquiera hablaba con Carlos sobre el tema.
-¡esto es una estupidez! Daniel es un estupido, debería confiar un poco más en nosotros.
-Adrian, justamente porque sé como eres no te conté nada, y dejar ya esos gritos, intentábamos hablar.
Daniel se acercó a mi y me dio un beso en la frente, detrás de él estaba Félix, con una pequeña sonrisa en la cara. Me gustaba verlo así, había conseguido algo de vitalidad en muy poco tiempo, y yo lo notaba.
-antes de entrenar creo que deberíais aclarar todo. Bajad al salón y poneros al día mientras desayunais tú y Carlos.
-¿que tengo que hacer?
-¿por qué siempre tardas más tú que yo en cambiarte?
Félix se río, sabía que yo tenía razón. Cada vez que decíamos que íbamos a cambiarnos, o nos preparábamos para ir a algún lado Carlos siempre tardaba más que yo. ¿por qué? Su explicación es que ya que era un ángel quería parecer uno. Cosas suyas ¿quién le conoce?
Tú, tú le conoces.
Mi subconsciente tiene razón. Yo le conocía y sabía que había algo más allá de toda esa fachada, Carlos en realidad no era así.
"Prometeme que jamás le dirás a alguien como soy en realidad, y si se me olvida, no me lo recuerdes, quiero que seas sólo quien me conozca de verdad"
Eso fue lo que Carlos me hizo prometerle hace mucho tiempo, a eso de los siete años. Yo como niña no sabía a que se refería y se lo prometí encantanda, ahora que sé que quería decir me gustaría hacerle saber como es en realidad para que él se acuerde que hubo un tiempo donde era feliz.
P

or cierto... ¿desde cuándo hago yo caso a mi subconsciente?
Desde que sabes que lleva razón
Cierto... ¿otra vez?
Vuelve a la realidad Sofía... Vuelve a ella.
-¿a qué esperamos entonces? Tengo hambre
Al parecer ya habían puesto al día a Carlos que bajaba corriendo para comer. Comer, a ese muchacho le entanta comer... Creo que si pudiese se casaba con la comida
'Si pudiese me casaba contigo. Y ahora baja, quiero verte y me empieza a doler la cabeza'
¿qué carajos ha sido eso?
'Veo que no recuerdas que puedo meterme dentro de esa linda cabezita que tiene encima de esos hermosos hombros.... Soy Carlos, tu novio, ¿quién es el bobo ahora?'
Tú, por meterte en mi cabeza
Y no le dio tiempo a responderme porque yo ya estaba dándole un capón en la cabeza mientras me dirigía a abrir la nevera y coger un zumo de naranja y una manzana.
-vayamos al salón, ya nos esperan.
Cogí mi magnífico desayuno y me dirigí al salón acompañada de Carlos, donde solo quedaban dos asientos libtes colocados especifiamente a la derecha de Félix pero en otro sofá. Daniel sentado a la izquierda de quien había sido un padre para mi y para Carlos, al otro lado de Daniel estaba Jorge y a su vera Adrian, alguien se tendría que sentar al lado de Adrián y sea quien sea la situación no será para nada cómoda.
Carlos me tomó la delantera y se hizo el macho dominante de la situación sentándose al lado del que le intentaba quitar a su chica.
Su chica, suena bien, supongo.
'Mira que eres boba, no eres mi chica, eres mi todo'
Levanté la mirada para encontrarme con la de Carlos que sonreía y antes de yo senatarme me guiñó un ojo.
Me vuelves loca Carlos Carmona Gimenez.
-empecemos por el principio que también será el final....

El poder de los ángelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora