"Papá"

La misma sonrisa

Pasó 1 semana desde que ya era oficial que no se iban a separar.
Y, tanto Engla como Loki, aprendieron muchas cosas entre ellos.

En un momento, cuando el hechicero le preguntó, ella dijo que ella misma se había elegido el nombre, ya que, lo había escuchado de otros niños cuando se escondía.
Loki le dijo que tenía buen gusto y bromeó llamándola angelito, cuando la pequeña le preguntó poque la llamó así, él le explicó que el significado de "Engla" era "Ángel", así que la niña estaba radiante de alegría.

En cuanto a él, se había habituado a la mitad pálida y en huesos de su cuerpo en muy poco tiempo, y ya no daba un respingo cada vez que la miraba. Así se había acostumbrado a la barriga de Thor, o a la barba del Capitán América. Era cuestión de mirarlo por un rato y ya se volvía natural. Era como cuando se miraba al espejo después de la batalla contra Thanos.
Si deshacía el hechizo, la cicatriz que recorría el lado derecho de su frente, ceja y pómulo le daba escalofríos. Ahora casi ni la veía, y la mayoría de los días ni siquiera la ocultaba ya. Le daba cierto encanto, y le daba un cierto aire de peligro que a ciertas mujeres les atraía.
Engla le había dicho que se veía genial desde el primer día, aunque de una forma un poco cruel, Loki pensó que cualquier cosa seria genial para una niña de ese aspecto.

Esa tarde estaba leyendo un libro de runas cuando la pequeña chilló detrás de él:

-¡Loki!

Su cabeza mitad rubia apareció debajo del brazo del hechicero, mirándolo de costado como una cacatúa.

- No grites- le respondió Loki con calma, pasó una página y le dedico una fugaz mirada como señal de que le estaba poniendo atención- que sucede?

-¡Quiero salir!

- Salir para que

- Porque sí, Porfavor!!

- Entonces sal.

- No- Engla, sin pedir permiso, se subió al regazo de Loki, y él la agarró y la puso de nuevo en el suelo, volviendo su vista a su lectura. Ella sacó el labio inferior en un puchero- es que no quiero ir sola, quiero ir con usted.

- y porque debería? Estoy ocupado.

- quiero salir sin que me griten- Loki la miró sin soltar el libro- y si voy con usted no me dirán nada.

- Ah, ya entendí- dejó el libro a un lado y apoyó el menton en su puño derecho, mirándola de forma acusadora- No quieres salir realmente conmigo, solo quieres utilizarme como tu guardaespaldas.

Engla se encogió de hombros con cierto aire de culpabilidad y empezó a jugar con el borde de la falda de su vestido entre sus dedos.

-No...bueno si- dijo, pero aún quería salir- ¿puedo?

Loki le iba a decir que sí desde que ella le dijo el por qué quería salir con él, pero le gustaba hacerla sufrir un poco.
Podía haberla adoptado, pero eso no significaba que tuviese un corazón de oro ni que fuese a tratarla como una princesa. Y a la niña no le haría mal un poco de entrenamiento.

-el hecho de que me quisieras utilizar me lastimó- puso una mano en el pecho fingiendo estar dolido- ahora tendrás que convencerme- dijo, y le sonrío de lado de forma triunfante.

Engla suspiró y miró a su alrededor, como si estuviera buscando algo que la pudiera ayudar. Luego fijó la mirada en Loki con intensidad, y su ojo escarlata brilló bajo una luz inexistente.
No era la primera vez que Loki veía algo como eso, pero no dejaba de sorprenderle. Aunque sea un poquito.

-No tengo que convencerlo porque usted ya accedió. Solo me está molestando- dijo la pequeña con una amplia sonrisa de satisfaccion.

El hechicero la miró fijamente pensativo, que al principio no parecía haber ningún problema, pero al breve segundo Engla se empezo a poner nerviosa.