Capitulo 3

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- Aquí está la habitación Tefy. En la renta ya está incluida la luz y el agua- Dijo la señora Mónica mostrándole una habitación mediana y de piso de concreto con azulejos a Estefanía. Sobre un mueble yacía una radio pequeña y una pantalla del tamaño mediano

- Muchas gracias señora, y disculpe las molestias que le estoy causando - 

- No te preocupes, para mí es un honor tenerte aquí - 

Mientras la señora preparaba la habitación, Valeria preguntó 

- ¿Usted lleva viviendo aquí mucho tiempo? 

- Bastante tiempo Estefi. Aproximadamente 20 años. Mira aquí están las sábanas, la almohada, si necesitas algo, puedes decirme con confianza - 

- Muchas gracias señora - 

-Nos vemos temprano - Dijo Mónica cerrando la puerta de la habitación

En casa doña Mónica se dispuso a dormir excepto Valeria que permanecía despierta, sentada en la cama reflexionaba sobre su vida y situación

 - Sabía que esto no sería fácil. ¿Dónde voy a encontrar a mi mamá y mi hermana? ¿Dónde están? - Pensó

Al mismo que se quitaba la blusa y revelaba algunos moretones que tenía en su cuerpo, aún le dolían sí los tocaba; con un espejo pudo ver la gran cicatriz que tenía bajo su nuca, ella aún recordaba ese traumático  día.. en que fue atropellada; de sus ojos brotaron algunas lágrimas, ella estaba llorando.

Ella estaba recordando muchos momentos que vivió antes de ser arrollada por aquel vehículo que aparentemente le quitó la vida: 

Era solamente una adolescente de quince años que estaba comenzando su vida. Recordaba perfectamente a su madre, la mujer de cuarenta años con quien vivió ese tiempo a lado de su hermana de 17 años. Su madrina de bautizo: Mónica. La señora que la apoyó moral y socialmente: Verónica; una mujer de casi la misma edad que su madre. Su mejor amiga: Pamela quien en ese tiempo tenia también quince años de edad. Su novio Víctor sus amigos y amigos de la escuela. Todos ellos.

La señora Verónica solía vender antojitos mexicanos por la noche y Valeria le ayudaba asistiendo de mesera y preparando los pedidos.

La muerte de la adolescente trajo para ellos mucho dolor. 

Los vecinos solían oír llorar y gritar a la señora Ana por su hija. 

- Mi princesa - 

La señora Verónica, Mónica y algunos familiares más de la familia estuvieron con la señora Ana apoyándola a superar su dolor. 

Valeria se sentía triste por la situación y sus lagrimas empaparon sus mejillas mientras se decía:

- Perdóname mamá por haberte causado ese dolor tan grande -


La puerta de su habitación comenzó a sonar mientras se oía la voz de Mónica:

- Estefanía, Estefanía ¿esta todo bien? - 

La chica se puso la blusa rápidamente y dijo:

- Esta todo bien señora -

- ¿Puedo pasar? -

- Adelante- 

Cuando Mónica ingresó a la habitación vio a Valeria sentada en la cama, aún con sus ojos llorosos

- Qué pasa Estefi ¿Porqué lloras? -

Valeria sin poderlo evitar se quebró y expresó a Mónica:

- No sé si esta bien esto. No sé como lo tomará mi familia, mis amigos, los he extrañado mucho y es cierto, no tengo a donde ir -

 - Niña sé que tienes un problema, mira si no tienes un lugar a dónde ir yo puedo darte alojamiento, hasta que tú quieras - 

- Mis intenciones no eran causar molestias -

- Pero si no estás causando ninguna molestia niña, se nota que eres alguien de buen corazón; intenta dormir, mañana hablaremos de esto -

Valeria sonrió e intento dormir, cosa que pudo hacer, en general la noche no la sintió tan larga y pesada.

Al día siguiente cuando Valeria despertó, notó que la señora Mónica ya había despertado e incluso ya había preparado el desayuno

- Estefanía, buenos días, que bueno que despiertas ¿podrías ir a la tienda a comprar pan? para que desayunemos - 

-Buenos días señora, sí claro no hay problema -

 -¿Sabes dónde esta la tienda? - 

- Sí. No hay problema -

Valeria se dispuso ir a la tienda. Ella notó que la tienda había cambiado mucho desde la última vez que estuvo allí; hace casi diez años

- Buenos días jovencita ¿Qué va a llevar? - Preguntó el tendero 

- Buenos días. Quisiera pan - Respondió Valeria

- ¿Cuántas piezas? -

- Unas tres - 

La chica recibió sus piezas de pan y se encaminó de nuevo hacia casa de la anciana

- Mira niña. Hice este café con canela, espero te guste - Dijo la anciana

- Claro que me gusta ¡Es de mis favoritos! - Repitió Valeria

Mientras desayunaban la anciana dijo:

- Quiero ir hoy al mercado a comprar unas flores. No sé si quieras acompañarme -

- Por supuesto que sí señora ¿sería ahora mismo? -

- No. Es en la tarde, me gusta ir por la tarde ya que hay menos gente -

- Oh esta bien, preguntaba yo si sería porque yo quería salir ahora -

- No hay problema si deseas salir. Pero ¿sabes andar por la ciudad? -

- Sí no se preocupe - Respondió Valeria con seguridad

Antes que ella saliera de la casa, la señora Mónica le preguntó a la muchacha si gustaba que le lavara sus ropas.

- Voy a lavar las mías - Dijo ella

- No hace falta señora. No quiero causarle más molestias - Respondió la muchacha

- Bueno está bien -


Valeria al terminar de desayunar lavó nuevamente los utensilios que habían usado. La anciana le recomendó ir con cuidado a donde quiera que fuera a ir, a lo que Valeria dijo que lo haría:

- No llegues tarde - Le recomendó la señora Mónica 

¿A dónde iría la joven? Valeria se sentía entusiasmada por salir, claro después de diez años a cualquier persona le daría curiosidad recorrer la ciudad donde nació.


Después de ayerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora