Después de ayer

Capitulo 5

- Me pregunto si la tiendita de mi tía aún sigue existiendo. Y todavía me pregunto si mi tía sigue viviendo allí y si sigue viva- se dijo a sí misma Valeria

Necesita algo para poder camuflarse y evitar ser reconocida
Por suerte encontró unas gafas obscuras en un local de regalos

Tomó el transporte público y se encaminó hasta donde estaba la que era la casa de la tía Magdalena.

Mientras tanto la señora Mónica estaba en su casa mientras preparaba algunos alimentos y lava la ropa también

Tomó la mochila de "Estefanía" para sacar la ropa sucia que su inquilina llevaba. No era mucho, lo bueno. Apenas una blusa y un pantalón algo desgastados

- Tenía muchas cosas en mente también. Hace ya casi una semana que Jennifer no la visita ni la señora Ana tampoco. Quizás por ahora no tienen tiempo y está bien, ahora es mi turno de que yo los visite a ellos. - Pensó la señora Mónica.

Esta niña también. Se ve que es una buena persona, me sorprende mucho el hecho de que se parezca mucho a mi ahijada Valeria, es como si ella nunca hubiera muerto y hubiera seguido su vida como tal.

Se dirigió a su altar donde estaban las fotos de sus parientes difuntos. Les quitaba las veladoras que ya se habían terminado y colocaba nuevas veladoras que había comprador anteriormente.
En el altar yacía las fotografías de su esposo, su hija y su ahijada Valeria.

Se detenía frente a ellas para hablarles. Hace ya mucho tiempo que se fueron de su vida y de este mundo.  Su esposo fue el más reciente y eso que ya tiene 4 años

Valeria pidió la parada del transporte. Y descendió en una calle pavimentada. No es necesario decir que igualmente ella vio muchas cosas interesantes y nuevas.

La vieja tienda de su tía Magdalena estaba cerca de la parada del transporte público y sí ¡Todavía existe!
Hay una mujer con muchas canas regando las plantas, levantaba la mirada y Valeria de lejos la reconoció
Era su tía Magdalena.

- ¡Cuánto me alegra saber que está viva todavía y parece ser que goza de buena salud! -

También mira a algunos niños por ahí caminando y ayudándole con barricas de agua. A ellos no los puede reconocer aunque pues son de corta edad. Ni existían cuando Valeria había sido arrollada

Todavía tiene algunas dudas de si será buena idea acercarse. Obviamente no puede llegar y saludar ¡Tía! Porque la señora Magdalena está consciente, muy consciente de la muerte de su sobrina hace ya casi diez años.

- ¡Ah ya sé! - Se dijo a sí misma Valeria - Lo que haré será llegar, preguntar por cualquier cosa y comprar algo. Ok ¿Pero a qué quiero llegar con esto? Quisiera hablar con ella pero no hayo la manera. Bueno al menos ya me cerciore que ella está todavía por aquí y está bien -

Comenzó a caminar aún con dudas de que estaba haciendo

Llegó entonces a la rienda y preguntó

- Buenos días ¿Tiene pan? -

- En la tienda le atienden - Le dijo la señora Magdalena

En la tienda se hallaba una chica llamada Claudia que al ver llegar a su clienta y pedir pan, le dio la bolsa.

Valeria la reconoció inmediatamente. Claudia, su primita de la infancia. En aquellos tiempos ella era una niña que iba a la primaria, pues tenía 9 años.
Mírala ahora, es una joven muy bonita, al parecer ya va a la universidad.
No dejaba de mirarla

- Tú eres Claudia ¿Verdad? - Preguntó Valeria

- Eh, sí. Me llamo Claudia ¿Porqué? ¿Me conoces? -

- Algo así - Le dijo Valeria tomando una pieza de pan

Ella ya estaba poniendo nerviosa porque no sabía cómo continuar la conversación sin revelar su identidad mi mucho menos dejar sospechas.

- ¿Cuánto es? -

- Ah, son dos panes, dame 9 pesos -

- Aquí, está. Muchas gracias amiguita - Respondió alegremente Valeria

Salió de la tienda donde se volvió a encontrar con la señora Magdalena pero esta vez ya no se dijeron nada.

Valeria continúo caminando y comiendo un pedazo de pan

Guau, la tienda de mi tía si que ha cambiado muchísimo. Recuerdo que antes era solamente un local bien chiquitito. Ampliaron la casa y está bien bonita
Quizás deba venir más seguido para que pueda tomar confianza y hablar con mi tía.