𝗸𝗶𝗿𝗶𝘀𝗵𝗶𝗺𝗮 - ☀️ .ꜝꜞ 𝐁𝐀𝐉𝐎 𝐄𝐋 𝐒𝐎𝐋 #切島

☀️ .ꜝꜞ 𝗼𝗻𝗰𝗲 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗲𝗹𝗹𝗼𝘀 #.ᐟ ₊ ⊹

Los telones se abrieron. Pese a ello, no los músicos no podían identificar quién era quién en el público por los focos los cuales les deslumbraban la cara. Aún así, se veía como el gimnasio estaba a rebosar de gente.

— ¡Empieza! —

— ¡Ánimo! —

— ¡Veamos lo que tenéis! —

— ¡Yaoyorrozu! —

Incontables ánimos del público y de sus compañeros se hacían oír y destacar entre la multitud. Las manos sudorosas de ____ comenzaron a temblar. Giró la vista al grupo: Tokoyami, Kaminari, Momo, y finalmente, Katsuki, el cual le regaló una de sus singulares sonrisas. También estaba Jiro a su lado, la cual le dio el último empujón.

La de cabellos morados le sonrió, en modo de confianza y dándole la señal para que comenzaran a tocar. Ambas tomaron aire y las luces se apagaron.

— ¡Vamos allá! — Exclamó Bakugo, levantando las baquetas eufórico.—

— ¡Empecemos a lo grande! — Gritó emocionado el pelirrojo desde fuera del escenario.—

— ¡Aplastemos a toda la Yueei con nuestro sonido! — Amenazó el rubio, con un tono y expresión propio de una película de miedo.—

Finalmente, el chico creó una explosión descomunal, la cual era la señal para que comenzaran a tocar. Los bailarines bailaban sincronizados, como si fueran uno solo.

— ¡Disfrutad! — Exclamó Jiro con una sonrisa brillante emocionada.—

Tras gritar aquello, las dos chicas comenzaron a cantar. Era impresionante como toda la clase estaba unida. El público se volvía loco por la música y el corazón de ____ latía tan rápidamente como la primera vez.

Había olvidado ese sentimiento, el de la emoción y la alegría de estar en un escenario el cual había abandonado por miedo a sentir vergüenza de nuevo. El como sus brazos se movían solos mientras de su violín salía una melodía preciosa que combinaba con los instrumentos de sus amigos. Mientras Kyoka cantaba, iba cruzando miradas con su amiga, las cuales hacían que la rubia tuviera más confianza en sí misma y se dejara llevar.

Hielo, confeti, luces, láseres, virutas de hielo, gente flotando, cintas... aquello era un gran espectáculo. Su espectáculo. Todos en el lugar no podían parar de sonreír, pues lo estaban pasando de maravilla.

La actuación terminó. Los adolescentes aludaron al público, les agradecieron por haber asistido y comenzaron a aplaudir fuertemente. En cuanto les dieron permiso para bajar del escenario, ____ bajó corriendo.

No porque tuviera miedo, sino porque en cuanto giró su mirada a la salida, el pelirrojo tenía sus brazos extendidos esperando un abrazo.

Ella se lanzó en sus fuertes brazos sonriente y eufórica. Él la abrazó con tal fuerza que la levantó del suelo dándole innumerables vueltas mientras ambos reían a carcajadas.

— ¿Me has visto? ¿Me has visto, Eijiro? — Exclamó la rubia alegre, mientras se agarraba a sus hombros.—

— ¡Has estado increíble! — Dijo bajándola al suelo agarrándola de la cintura.— Eres increíble.—

La chica se lanzó nuevamente, pero esta vez no a sus brazos, sino a sus labios. Lo besó con pasión, mientras el pelirrojo sorprendido no sabía dónde poner sus manos. Finalmente las volvió a poner en la cintura de su amada.

— Gracias por no dejar que me vaya.— Cuando ella dijo aquello, el de la cicatriz la miró con una sonrisa, para seguidamente volver a besarla.—

— ¡Eh! — Exclamó una voz conocida.—