— Nosotros...— Dijo Jiro colgando una partitura en la pared.—
— ¡Tenemos que ensayar con fervor! — Exclamó Katsuki decidido tomando sus baquetas.—
Los días iban pasando poco a poco. Ahora las clases consistían en reunirse los 6 integrantes de la banda y practicar para tocar en el espectáculo que íba a dar la clase 1A en el festival cultural.
Mientras que los bailarines y el grupo de puesta en escena estaban en constante contacto, a los músicos simplemente les iba llegando la información para dar su opinión. Algo que a ____ no le terminaba de agradar, pues no veía a Kirishima en todo el día, lo echaba de menos.
— Otra vez.— Ordenó el de peinado en punta sudado de tocar con tanta energía la batería.—
— ¿Otra...? — Cuestionó Kaminari exhausto de mover tanto los brazos al tocar la guitarra.—
— Bakugo tiene razón, debemos practicar hasta que nos salga perfecto.— Concordó Tokoyami moviendo los hombros para airearse. —
— Quizá un pequeño descanso no nos venga tan mal.— Admitió Kyoka, aclarando su garganta.—
— Bien, entonces tengamos un pequeño descanso.— Afirmó Momo, pasando un pañuelo de tela por su frente.—
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— Creo que está quedando bastante bien, los instrumentos suenan bastante armonizados.— Dijo el de ojos amarillos sonriente bebiendo un refresco.—
Los adolescentes se encontraban sentados en la sala principal, en los sillones aireándose y conversando, pues el tocar tantas horas seguidas era agotador. La rubia aprovechó esos momentos para poder hablar con su chico.
—¿Cómo vais?
— Bastante bien, aunque esto de sacar ideas por debajo de los codos es agotador jaja
¿Y vosotros?
— Bueno, a parte de cansados, también bien.
Esto de no poder vernos en todo el día me cansa.
— ¿Nos vemos luego en tu cuarto?
— Me parece bien.
— ¿Por qué no hacemos que Jiro y ___ canten un solo cada una? — Cuestionó Kaminari sorbiendo de su popote.—
— Es una buena idea, así no parecerá todo el rato lo mismo.— Opinó la de cola de caballo tomando un sorbo de su taza de té.—
— ¿Vosotras qué opináis? — Cuestionó Tokoyami, llevando su vista hacia Kyoka.—
— ¿Tú qué opinas, ___? — Preguntó la de cabellos morados depositando toda su confianza en su amiga.—
— Creo que tienen razón. Se hará muy pesado si somos todo el rato nosotras dos cantando a la vez... además, así mientras cantes podré tocar mejor el violín, aunque será algo vergonzoso.— Contestó la de ojos rojos jugando con su pelo por los nervios de solo pensarlo.—
