— ¡___! — Exclamaba el pelirrojo llamando a la puerta de su novia.— ¡Vamos, se nos hará tarde! —
— ¡Cuántas veces debo decirte que no grites, se supone que no debes estar aquí! — Contestó la rubia finalmente saliendo de su cuarto terminando de ponerse los zapatos.—
— Perdona... es que como ahora sé que tienes el sueño pesado.— Se disculpó el chico sobándose la nuca de una manera muy adorable.—
— Oye, eso fue porque no me dejaste dormir, no dejabas de mandarme mensajes.— La chica cerró la puerta con el ceño fruncido.-
— ¿Tanto te costaba poner el teléfono en modo avión e ignorar mis mensajes? — Cuestionócon una sonrisa de lado dejando ver sus dientes puntiagudos.—
— Es que... no tenía fuerzas para dejar de hablar contigo...— Murmuró la de ojos rojos escondiendo su ruborizado rostro.—
— ¡Qué linda que es mi novia! — Exclamó abrazándola por los aires.—
— ¡Oye suéltame! — Gritó sonrojada.— ¡Hace un momento me estabas reclamando que me diera prisa y ahora me estás distrayendo! Eres una mala influencia...—
Hacía apenas una semana que los dos habían dejado claros sus sentimientos por el otro. Era reconfortante saber que ya no debían ocultarlo nunca más, que ahora podrían besarse cuando quisieran y podían decirse "te amo" sin miedo a ser rechazados.
Eso si ____ no fuera tan orgullosa y vergonzosa como para hacerlo. El caso es que los dos estaban felices de finalmente amarse abiertamente... o no tanto.
— Buenos días, tortolitos.— Dijo Mina saliendo de su habitación guiñándoles el ojo.—
— B-buenos días.— Saludó Kirishima finalmente dejando a la chica en el suelo avergonzado.—
— Por mí no paréis, sois adorables.— Afirmó la de cabellos rosados con una sonrisa la cual se borró al momento en cuanto miró el reloj de su teléfono y se dio cuenta de que iba a llegar tarde.— Yo me voy ya, si no queréis llegar tarde os recomiendo que dejéis de daros mimos y entréis al ascensor conmigo.—
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Mientras bajaban por el elevador, los tres adolescentes hablabansobre sus residencias. La rubia no podía hablar mucho de las suyas, pues lo único que hacía era patrullar y alguna que otra vez ayudar a Edge Shot en misiones de rango no muy alto.
Mientras charlaban, Kirishima tomaba la mano de su amada con fuerza, como si jamás fuera a soltarla. En cuanto el ascensor llegó a su destino, dejó ver a sus amigos y al hermano de la chica. Al verlo, esta soltó con velocidad la mano de su novio, y salió rápidamente para ir a saludarlos.
