01

266 45 32
                                    

—Así es como logramos posicionarnos en la cúspide del Reino TACTIX. ¿Alguna duda respecto a esto?

Los pequeños sanadores anonadados, no podían formular ninguna palabra. Todo era confuso para sus pequeñas cabecitas. Solo tenían entre cinco y siete años, edad en la que era obligación para cada infante estudiar todo lo referente a su mundo y por supuesto, aprender que solo los Poseedores de Sanación tenían la última palabra en el universo.

Sin embargo, entre la docena de pequeños sanadores, uno resaltaba por ser de naturaleza preguntona, ningún profesor o adulto se libraba de alguna pregunta hecha por el pequeño.

—¿Por qué somos los primeros en esa cadena? —la fluidez con la que el pequeño hablaba, fue una característica que impresionó a todo el reino—. ¿Por qué no podemos ser amigos de los demás niños?, ¿Por qué nos dicen que tenemos que dominar a los Creadores de Agua?, ¿Por qué Abuelo YunHo se enoja cada vez que no viene un Creador de Agua?, ¿Por qué no podemos salir del reino y aldea?, ¿Por qué parece que las demás aldeas se divierten y nosotros solo estudiamos?, ¿por qué...?

—Dudas respecto al tema, Majestad.

El pequeño Sanador frunció en un tierno movimiento sus cejas casi invisibles. En su corta edad, no quería ser llamado de esa manera. Su madre era considerada como tal, no él. Solo era un niño con dudas respecto a todo lo que había visto, ¿era muy difícil responder lo que él preguntaba?

—Somos los primeros en la cadena de TACTIX debido a nuestra habilidad de creación. De nuestros genes pueden nacer maravillosos seres con distintos elementos.

Habló con tranquilidad la Adulta. Respondiendo solo una de las tantas preguntas del pequeño sanador. Sin embargo, este no quedó contento con la respuesta. Había leído y escuchado que los creadores de Agua también tenían aquella habilidad de creación. ¿Por qué ser solo los Sanadores los líderes y no compartir?

No lo entendía.

En las clases que abarcaban la mayor parte de su tiempo, decían lo mismo con distintas palabras. Los Sanadores son líderes, los demás no son nada sin ellos. Los Sanadores son los que tienen la última palabra, los demás deben acatarlas. Los Sanadores son los únicos que pueden desear ser padres, los demás no tenían esa suerte. Los Sanadores podían elegir entre tanto Creador de Agua, estos últimos sólo debían aceptar.

Y en la comodidad de su habitación, su madre Taeyeon le hablaba maravillas de un mundo sin jerarquías. Por supuesto, un reino debe tener líderes para gobernar, pero no líderes que se autoproclaman los únicos merecedores de riquezas y atención. No, un reino de ensueño es aquel que tiene libertad de elegir con quien criar a sus hijos, de enamorarse sin miedos de por medio, de mantener armonía entre las diez aldeas. E incluso, un reino de ensueño es aquel que ayuda a los demás a ser padres.

El reino que su madre le contaba no existía, pero el pequeño sanador quisiera verlo algún día.

—La Maestra Badda no quiso responder mis dudas, mamá.

El puchero que el pequeño sanador dio, enterneció el corazón de su madre. Estaban en la habitación del pequeño, con la cabeza de este recargada en las piernas de su madre. Taeyeon acariciaba con armonía los casi rubios cabellos de su pequeño, desde que dio sus primeros pasos supo que sería diferente a los demás, que su pequeño mundo giraba en torno a conocer todo lo de su alrededor, que no quedaría conforme con respuestas vacías y que sus metas serían distintas más adelante.

—No puedes ir por ahí preguntando todo, Yixing —con un movimiento suave en sus labios, Taeyeon sonrió—. No todos responderán lo que quieres escuchar.

Creare 창조 [LayHo] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora