Creare 창조 [LayHo] [TERMINADA]

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EPÍLOGO

—Así es como logramos la armonía del Reino TACTIX. ¿Alguna duda respecto a esto?

Se siente como un dejavú, la diferencia está en que el pequeño que atiende la clase es alguien más, la historia contada fue distinta y esta vez, el pequeño no tiene dudas respecto a nada y se limita a sonreír tiernamente.

Han pasado un par de años y TACTIX se acostumbró bien a su cambio, las celebridades se realizan cada mes y con regularidad los Sanadores son quienes animan a los demás. A lo largo de estos años han experimentado bajas y ganancias, aprendieron cosas y se dedicaron a amar a los suyos con el corazón.

TACTIX es feliz con sus dos Reyes actuales, y por supuesto, con los dos príncipes que han seguido los pasos de sus padres.

El pequeño Kun, Sanador de corazón, nació meses después de que sus padres se casaran; el pequeño Jaemin, Creador de Agua desde su formación, nació solo dos años después. Con 8 y 6 años respectivamente, ambos tenían al mundo TACTIX maravillado, a su corta edad sabían más que los demás, entendían algunas viejas historias y solían hacer rabiar a su bisabuelo solo por diversión.

Creían que su Bisabuelo YunHo debía soportarlos por todo lo que le hizo a sus padres en el pasado.

A pesar de que ambos seres no se consideraban hermanos, en su corazón y vida se trataban como tal. Al final de cuentas ambos vivían en el mismo castillo y sus padres los cuidan por igual.

—Hoy la maestra HeeBon nos contó de nuevo su historia, papá —Jaemin jugueteaba con algunos juguetes, hace un par de minutos habían llegado de la escuela—, solo que no dijo sus nombres, ¿por qué no los mencionó?, ¿está prohibido decir sus nombres?, me gusta más cuando tu nos cuentas la historia, papá.

JunMyeon sonrió ante lo curioso que era su pequeño, aún si este no dejaba de juguetear mientras hablaba con prisa.

—Bueno, mi pequeño Creador —JunMyeon se sentó a un costado del infante—, a veces las historias deben ser contadas sin nombres, así les dará más curiosidad. ¿No estás de acuerdo?

—No me da curiosidad cuando ya sé la historia real, papá.

Con una dulce sonrisa, Jaemin contagió su buen humor a su padre. Ambos reían ante las ocurrencias del pequeño. Estaban distraídos, absortos en sus risueñas risas sin percatarse de que alguien más los observaba con ternura.

Yixing siente su pecho calentarse en una hermosa sensación, ha amado la sonrisa de JunMyeon desde la primera vez que lo vio sonreír y a su vez lo escuchó reír. Ahora, no solo ama la sonrisa de su Esposo, también ama la risueña mueca de Jaemin y los ojitos en forma de lunas de su pequeño Kun. Tiene una familia, algo que pensó que no tendría hace años.

Observa un poco más, dejando que JunMyeon y Jaemin jugueteen un poco, que sean más felices de lo que han sido hasta ese momento. Sonríe cuando su Esposo por fin se da cuenta de su presencia y lo invita con esos hermosos ojos a acercarse.

—¿Desde hace cuanto has llegado?

Cuestiona JunMyeon incorporándose para darle un beso tímido de bienvenida. Aún no se acostumbra a las muestras cariñosas frente a su pequeño. Yixing gustoso acepta la muestra y con ojos distraídos por las facciones hermosas de su esposo, responde sin retrasos.

—Hace menos de media hora, he dejado a Kun con sus amigos en la aldea del Relámpago. JongDae prometió traerlo al anochecer.

Conforme con la respuesta, JunMyeon pide a su pequeño hijo irse a su habitación. Sin oposición, Jaemin corre con alegría a su destino, sabe lo que significa que sus padres quieren tener privacidad, aunque la mente del infante no va más allá, es consciente de que sus padres solo quieren darse un poquito más de amor.