Extra 2 ¦ Stupid words

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"No quiero hacerte pensar algo erróneo".

Las palabras que le había dicho a Chifuyu un par de horas atrás resonaban en su cabeza una y otra vez, atormentándolo. Él mismo conocía el potencial de si estúpida boca y el poco filtro que existía entre su cerebro y ella. Solía hablar antes de pensar, arrepintiéndose después por cada palabra y frase que había soltado antes.

Esta no era la excepción, claro que no. Le jodía demasiado pensar en lo que pudo haber entendido Chifuyu.

«Lo único que podría ser capaz de entenderse de esa estupidez.»

¿Y si creía que no le gustaba? ¿Cómo se lo explicaría después? Le quería un montón, demasiado para el pequeño corazón latiendo dentro de su pecho. Podía ser un idiota temperamental y sin sentimientos la mayoría de las veces, esporádico y excéntrico a más no poder, pero Chifuyu y todo lo que causaba en su interior podía con él. Si esto generaba un mal entendido, perdería la oportunidad de abrir una tienda de mascotas con el apoyo de Chifuyu, junto con su gran ideal de adoptar a cinco gatos callejeros para darles un hogar.

¿Por qué Chifuyu no captaba sus indirectas? ¿Por qué lo rechazó incluso antes de declararse? ¿Por qué mierda tuvo que abrir su estúpida bocota? Estaba repleto de preguntas, con la ansiedad, la vergüenza y la incertidumbre calandole hasta los huesos.

Pero, más que nada, se arrepentía profundamente de haberle contado a Manjiro la situación en busca de consejos. ¿Quién en su sano juicio le pide ayuda al idiota de Mikey? Sólo alguien tan desesperado como él.

La carcajada del más bajo lo hizo enrojecer.

—Es que eres idiota —le dijo, metiéndose una papa frita a la boca—. ¿Cómo mierda fuiste capaz de decirle semejante estupidez?

—Entré en pánico —se quejó—. ¿Ya? Es normal, no sabía qué más responder.

—Y no por eso tenías que decirle indirectamente que tu jodida homosexualidad no es lo que él cree.

Keisuke soltó un gemido hastiado, ahogándolo al cubrirse la cara con las manos. No se había percatado de su error hasta ahora, pero ya era lo suficientemente tarde y estaba demasiado avergonzado como para arreglarlo en ese momento. No podía simplemente ir a decirle "¡Hey, Chifuyu! ¿Sabías que en realidad sí me gustas pero tu rechazo indirecto me hizo flaquear?", porque sería demasiado extraño.

Manjiro ignoró su crisis mental, echándose otra papa a la boca.

—Vine a buscar consejos, no un regaño —se quejó, mirándolo con ojos enojados.

—Sabes que no sé nada de eso —se encogió de hombros—. No soy la mejor opción.

—Pero eres la única que tengo.

El rubio rodó los ojos.

Sabía que era mentira, porque Baji tenía un millar de amigos además de él, ya sea gente perteneciente a la Tokyo Manji o personas de su clase. Ser una mariposa social le traía beneficios cono esos.

Aún así no entendía porqué seguía recurriendo a él una y otra vez, incluso con la certeza de que no sería de gran ayuda.

—Todavía puedes preguntarle a Mitsuya —le dijo—. Incluso Pah-chin sabe más sobre estos temas.

—Se supone que eres mi mejor amigo —se quejó—. Deberías al menos hacer el intento de ayudarme.

Manjiro fingió sorprenderse ante sus palabras.

—¿Tu mejor amigo? —alzó las cejas, con expresión vacía—. Pensé que ese era Chifuyu.

—No —negó con la cabeza—. Chifuyu es mi crush. Nadie puede quitarte el puesto a ti, ¿sabes?

El mayor soltó un suspiro.

Ver a Keisuke ser tan radiante como nunca gracias a Chifuyu le hacía inmensamente feliz, por lo que temía arruinar su relación con el chico con alguno de sus consejos. Él era terrible cuando se trataba de palabras y sentimientos, sin saber cómo expresarse a sí mismo, ni cómo ayudar al resto cuando se abrían a él. Se sentía halagado de aún contar con la confianza del azabache para estos temas, pero no podría perdonarse si algo salía mal por su culpa.

Intentó recordar las veces que había peleado con Emma y Shinichiro por estupideces menores, y lo que había pasado después para remediarlo. Generalmente era el resto quiénes le pedían disculpas, incluso cuando era él mismo quién debía hacerlo.

Disculpas.

Sí, eso era.

—Creo que deberías hablarlo con él —le dijo, encogiéndose de hombros—. Si tanto te gusta, deberías decírselo.

—¿Y si yo no le gusto de vuelta?

—No hay universo posible en dónde no puedas gustarle a Chifuyu.

Keisuke pareció meditarlo un par de segundos, pero finalmente negó con la cabeza.

—Lo escuché rechazarme indirectamente más de diez veces.

Manjiro masticó una papa frita con calma, buscando las palabras adecuadas para darle una respuesta asertiva.

—Quizás no ha descubierto sus sentimientos —sugirió—. Porque según lo que me ha dicho Takemichi, y lo que he visto por mi cuenta, él te quiere.

—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?

Una sonrisa se extendió por los labios del rubio, un poco sucios por la sal, el aceite y las migajas de la comida.

—Es simple —contestó, señalándole la cara con el dedo índice—. Él te mira de la misma forma en que lo miras tú.

Entonces, Keisuke pensó que quizás, y sólo quizás, Mikey podía estar en lo cierto.

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Holi c:

Hice un extra cortito de 858 palabras, para darle un poco más de profundidad a esto. No quiero dale mucho jugo a esta historia, principalmente porque ya está terminada.

En todo caso, estoy trabajando en un extra un poco más largo y elaborado uvu.

En todo caso, estoy trabajando en un extra un poco más largo y elaborado uvu

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Sí.

Espero que les haya gustado. Muchas gracias por leer <3.

Faces • Bajifuyu ¦ ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora