Capítulo 3

13 4 2
                                    

Abrí los párpados, recorriendo con mi vista el lugar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abrí los párpados, recorriendo con mi vista el lugar. Una sala de paredes blancas, que estaban matizadas por hileras de moho que ascendían, se presentó ante mis ojos. Intenté moverme, sólo para darme cuenta de que estaba boca arriba, encadenado a una especie de mesa de hierro. Forcé mis extremidadades, logrando un ligero chasquido en las ataduras, muchas fueron las ocasiones en las que traté de librarme, pero todos mis intentos fueron en vano. Comencé a desesperarme y agité mi cuerpo con fuerza, los chirridos del metal llenaron la estancia, pero fueron callados por el ruido de una puerta, que creía inexistente.

Un anciano se acercó a la mesa arrastrando los pies. Su mirada se volvió lasciva al observarme, tocó mi frente y mi mirada se volvió oscura. Me sacudí fuertemente, más brusco que antes, pero de igual manera, sólo perdí el tiempo. Sentí una mano en mi entrepierna y mi cuerpo se entumeció al instante, dejándome paralizado.

Aún me sentía indignado por tener que presentarne en esta pequeña ciudad humana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aún me sentía indignado por tener que presentarne en esta pequeña ciudad humana. Ser el rey demonio no era fácil, pensé mientras acariciaba mis cuernos. Siempre supe que mis subordinados eran incompetentes, pero jamás pensé que ni siquiera fueran capaces de someter a un dragón recién nacido. Por suerte, tenía al dios secundario del viento subyugado y lo obligué a ayudarme. Sonidos de cadenas llegaron a mis oídos, era increíble que ha estuviera despierto, después de todo se quedó sin aire para respirar.

– Arc Conversion

El hechizo de transformación me convirtió en un anciano, tanto así que apenas podía mover mis pies. Abrí la puerta, logrando que dejara de forsajear y se tornara precavido ante mi presencia. Me acerqué a la mesa, allí estaba un dragonsuelo de plumas blancas y escamas brillosas, sus ojos grises me observaban con atención. Inconcientemente una maquiavélica sonrisa se deslizó en mi rostro. Con mis manos toqué su frente, pronunciando al instante un hechizo que volvía nulos sus sentidos de la vista y oídos. Al parecer, sólo logré alterarlo, pues comenzó a tirar de sus extremidades y sacudir su cuerpo con brusquedad. Busqué su entrepierna, era el único lugar sensible de los dragones.

– Arc Maldición de parálisis

Su cuerpo se tensó, quedando al fin quieto. Deshice mi magia de conversión y salí de la habitación. Mi sierva Lira se me acercó con rostro de preocupación, esta chica no podía vivir sin estar atenta a mí. Cada día sus ojos azules, y su pelo rojo me cautivaban, para rematar mi juicio, era una mujer inteligente con un cuerpo bastante atractivo, lo único que me frenaba para hacerla mi reina era que ella no me veía de otra forma que no fuese la de jefe.

Plumas blancas y etéreasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora