1- Contacto Visual

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En el primer día del #FluffTober las palabras para escribir son "contacto visual", así que aquí les dejo el relato del día de hoy. (Aquí en Tijuana aún es 1 de octubre, son las 11 de la noche xD)

.:1:.

La primera vez que me di cuenta de que ella existía fue cuando hicimos contacto visual. Ese día que salí a toda prisa de la biblioteca e iba esquivando alumnos como si se tratasen de obstáculos en una pista de carreras, hubo a una sola persona que no pude evitar, ella apareció de la nada y nuestros ojos hicieron contacto antes de que nuestros cuerpos se estrellaran provocando que cayéramos al suelo.

Me levanté de inmediato sin dejar de mirarla y le extendí una mano para ayudarla a ponerse de pie mientras ella parecía querer aniquilarme, así que atiné a empezar a soltar disculpas que apenas si yo entendía por la rapidez con la que hablé.

—En serio, lo siento mucho, voy tarde a mi exposición —dije y empecé a caminar hacia atrás para asegurarme, por última vez, no haberla lastimado.

Debo decir que alcancé a llegar justo antes de que el profesor cerrara la puerta del salón de clases y pude presentar mi exposición sin ninguna dificultad. Porque sí, generalmente se me daba bien hablar en público y socializar, solo que con aquella chica que choqué hubo muchos inconvenientes para poder presentarme como un ser humano normal.

La segunda vez que la vi fue ese mismo día en la enfermería de la universidad, al final resultó que caí fuerte y al intentar detener el golpe metí mi mano izquierda pero lo único que hice fue lastimar mi muñeca, cuando finalizó la clase tenía la mano inflamada.

Entre silbando y cuando la vi mi voz se escuchó como si fuese un efecto de caricatura de los ochentas. Mi silbido se fue en picada. No esperaba volver a verla y mucho menos sabía si debía disculparme de nuevo o saludarla como si nada hubiese pasado.

Cuando nuestros ojos hicieron contacto ella escondió algo detrás de su espalda y me dedicó una sonrisa cerrada mientras asentía como si me estuviera saludando. Al parecer también me recordaba. Digo, quién olvida tan fácil a alguien que prácticamente te atropelló.

—Hola —saludé también asintiendo en su dirección y desviando la vista hacia los costados en busca de la enfermera que sabía no estaba ahí, nunca se aparecía, la verdad—. ¿Está la enfermera?

—No. Solo te registras en el libro y anotas la razón por la que viniste, puedes tomar lo que quieras del almacén —señaló a su costado al mueble donde estaban guardados algunos medicamentos y materiales para primeros auxilios normales.

—Gracias —caminé hacia el libro de visitas y me vi en un aprieto cuando intenté sostener la pluma con mi mano y esta se negó a cooperar pues la inflamación ya estaba a otro nivel.

Para mi mala suerte era zurda y era justo esa mano la que no estaba en funcionamiento por ese momento.

Cuando ella me vio la mano se acercó de inmediato con una expresión de terror en su cara.

—Eso no se ve nada bien —exclamó levantando la voz mientras tomaba mi brazo con delicadeza, buscando no lastimar más mi muñeca—. Buscaré hielo o algo en la pequeña nevera, espera un momento.

Le hice caso porque pocas veces alguien decidía tomarse de su tiempo para ayudar a alguien más y también quería hablar con ella, solo unos cuantos segundos.

—Encontré estas bolsas de gel congeladas, te ayudarán —me hizo una señal para que me acercara a ella, cosa que hice y después ella misma se encargó de sentarme en la dura cama.

—Gracias —dije y no podía creer que no me salieran las palabras como normalmente lo hacían.

—Esto fue por el choque ¿verdad? —preguntó poniendo una bolsa de gel debajo de mi muñeca y la otra encima. Mi mano parecía un sandwich.

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