Mʏ Vᴀᴍᴘɪʀᴇ [ℓεε ʝσɳɠ รµҡ]

35

Al llegar a su habitación, la chica de coleta se encontró con una bonita rosa y una nota junto a ella sobre su cama, por inercia, una sonrisa se dibujó en su rostro cómo si adivinara quien había hecho aquello. Se acercó a la cama a paso lento y tomó la nota para leerla; "Dulces sueños, princesa". Su sonrisa se amplió, tomó la rosa y la acercó a su rostro disfrutando su aroma. Aquella alegría instantánea fue apagada por el abrir de la puerta, la chica enseguida ocultó ambas cosas tras su espalda mientras miraba hacia la puerta algo nerviosa.

Sg: Veo que tenía razón acerca de tí.

- Sí... Digo, no... ¿Qué?

Sg: Tú sales con mi hijo.

- ¿Eh? No, por supuesto que no...

Sg: ¿Entonces que escondes ahí?

- No es nada...

En un abrir y cerrar de ojos, el señor Lee apareció detrás de ella dándole un susto provocando que la chica se volteara enseñando ambas cosas por impulso.

Sg: Nuevamente lograste enamorarlo... Por supuesto, es a eso a lo que viniste.

- La razón por la vine es únicamente la que usted conoce, rey Lee.

Sg: ¿Desarrollar tus habilidades y visitar a tu padrino? Sí, como no. Desde que llegaste lo único que has hecho es provocarle molestias a mis hijos.

- Si eso he hecho, me disculpo. Pero usted sabe bien que esas no son mis intenciones... Y sobre su hijo... El sólo insiste conmigo porque no le presto atención... Este tipo de "obsequios" no significan nada para mí.

Habló la joven enseñándole cómo destrozaba la nota sin ninguna expresión en su rostro, ante aquello, el hombre la miró desconcertado, no podía creer que aquella chica pudiese ser tan fría al referirse a su hijo. Al ver cómo la joven se volteaba para salir de allí, decidió probar su paciencia a costa de una vieja identidad.

Sg: T/N T/A...

La joven se detuvo enseguida, ¿A qué se debía la mención repentina de aquél nombre? Se dió la vuelta lentamente y le miró con una expresión de confusión.

Sg: Jong-Suk no insiste contigo porque no le tomes interés... Lo hace porque le recuerdas a esa chica... Porque tú eres como ella... De hecho, eres ella.

- T/N se suicidó hace años... Yo soy Ji Soo-Kyung.

Sg: Mi hijo aún quiere a esa chica... y sigue teniendo la esperanza de que ella regrese.

- Dígale a su hijo que los muertos no reviven a menos que sean zombies. Esperar que un cadáver venga a él es inútil.

Sg: De todas formas, no quiero verte cerca de él Soo-Kyung... Va a comprometerse pronto, y este tipo de relación contigo será un problema para su matrimonio.

- No se preocupe, cuando su hijo se case, probablemente ya no estaré aquí.

Soltó la chica mirándole con molestia, al notar que los ojos de la chica comenzaban a tornarse de color púrpura, el hombre supo que era suficiente y se marchó de la habitación. Ante aquello la chica parpadeó un par de veces y reaccionó soltando un suspiro, miró la rosa en su mano y la dejó caer al suelo junto al papel destruido. Se sentó sobre la cama y se quedó mirando a la nada, una vez que ya estaba más calmada, soltó su coleta y acomodó su cabello.

DH: ¿Qué tienes en la mano?

- ¿Eh?

La chica volteó hacia la puerta cruzándose con la mirada seria del azabache, ante la pregunta que este le había hecho, ella miró su mano algo confundida, pues no había nada en ella.

- No tengo nada, ¿Qué desea joven Lee?

DH: Que respondas a mi pregunta, Ji Soo-Kyung, ¿Qué es lo que tienes en la mano?

- ¿Qué no está viendo que no tengo nada, príncipe Do-Hyun? Quizá ha visto mal, el reflejo de la luz o yo que sé, tal vez está alusinando. ¿Necesita algo?

Cuestionó la chica tomando su muñeca, temía que este haya visto el collar que ahora llevaba por brazalete, pues al levantar su brazo, la manga de su camiseta se deslizaba dejando ver este puesto en su muñeca.

DH: ¿Ah, sí? ¿Estás segura de que yo he visto mal?

El azabache se acercó a ella y tomó su brazo descubriendo su muñeca, al ver el collar, retrocedió un paso tragando en seco.

DH: El collar...

- ¿Está feliz ahora, príncipe Lee?

DH: Sólo existe uno de esos... y T/N lo tenía... Tú... Eres T/N, ¿No es así? Fuiste tú todo este tiempo.

- No se de que está hablando.

DH: ¿Por qué mentiste? ¿Tú padre sabe que eres tú?

- Sí, por supuesto que lo sabe... Lo que no entiendo es, ¿Por qué usted lo ha descubierto? Si reconoce mi collar es porque... ¿Usted... Conoció a la persona que me lo dió?

DH: ¿Qué? Claro que lo conozco, el es mí... Espera... ¿No lo recuerdas?

- No... No recuerdo a esa persona, su nombre, su rostro, su voz... Todo eso es lejano para mí.

DH: Alguien borró tu memoria... ¿Quién lo hizo?

- Mi padre...

DH: Lo restauraré, descuida.

Aseguró el azabache mientras intentaba restaurar la memoria de la chica, pero fue imposible ya que los recuerdos de Soo-Kyung estaban sellados.

DH: ¿El señor Ji te dió un objeto cuando borró tu memoria del reino?

- Me dió este anillo, es para ocultar mi apariencia verdadera.

DH: También pudo haberlo usado como sello cuando eliminó tus recuerdos, quítalo.

- ¿Por qué debería?

DH: Porque si no lo haces, no podrás recordarlo, a él, a mí... Tu vida y los momentos que viviste en el pasado...

Al oír aquello la chica asintió con levedad y no muy convencida, decidió quitarse el anillo, al instante, sus recuerdos fueron reestablecidos, ante aquello, la chica se desmayó debido a la gran cantidad de recuerdos que acababan de volver a ella, y también, por el impacto que aquello había provocado en ella.

DH: Yoona sabía todo esto... Siempre lo supo y nunca dijo nada...

Y: Sí, yo sabía todo... Lo hice por ella y por Suk, no puedes culparme.

DH: ¿Tú la envenenaste?

Y: ¿Qué? ¿Envenenarla? ¿Por qué haría algo como eso? Es mi mejor amiga.

DH: Sí, lo sé... Sólo... Acaba de desmayarse y al comprobar sus signos vitales noté algo...

Y: ¿Notaste... qué?

DH: Hay una gran cantidad de veneno en su cuerpo... Al punto de que por todo su cuerpo corre veneno letal... Ella... Yoona, ella está muriendo.

Y: ¿A-a qué te refieres con que ella... Está muriendo? N-no comprendo...