Cap. 5

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Al día siguiente, Italia se despertaba incómodamente. Le dolía demasiado los brazos, la espalda, la cabeza... en general todo el cuerpo.

- Ni siquiera con los años dejas de patear por la noche... -Decía entre dientes mientras se levantaba.

- ¿Eh? -Japón soltó un bostezo- ¡Buenos días, Italia! -A diferencia de ella, Japón había dormido como todo un bebé.

- Buenos días -Decía entre dientes- ¿Qué vamos a comer?

- Déjame y le pregunto a Alemania -Decía prendiendo su auricular y aclarando su garganta.

◇ Con Alemania ◇

Este ya había despertado hace mucho, pero no quiso moverse al ver al chileno abrazándolo del pecho. Una imagen muy tierna a su parecer.

- ¡República Federal de Alemania! -Escuchó aquel grito de su auricular.

- ¿Q-Qué sucede? -Decía mientras escuchaba un pitido en su oído.

- ¿Cómo qué "Qué sucede"? ¡Nos morimos de hambre! ¡Tráenos comida!

Se le había olvidado que tenía a sus amigos escondidos en el sótano y que debía alimentarlos.

Nota: Sé que esto suena mal, pero juro que es por una buena causa.

Con mucho cuidado, alejó al latino haciendo que abrace una almohada, mientras iba por algo para sus amigos.

- ¡Aquí tienen! -Decía Alemania mientras les entregaba el desayuno.

- ¡Al fin! Tenía hambre... -Japón recibió aquel platillo hasta que escuchó sonar su teléfono- Chicos, me llaman. Denme un momento.

- ¿Te das cuenta de lo perturbador que es esto? -Italia reía mientras recibía su desayuno.

- Con el tiempo, recordaremos esto y reiremos -Decía Alemania riendo también- Una pregunta, ¿por qué la cocina está hecha un desastre? -Cambiaba su rostro a uno serio.

- Japón intentó cocinar...

- Espera un momento... -Tapando el micrófono del teléfono- ¡No es mi culpa que te hayas olvidado de nosotros!

◇ Con Chile ◇

Había bajado a la cocina para servirse algo de comer, de paso tal vez hablar un poco con Alemania.

Al llegar a la sala, escuchó un montón de de voces viniendo de una parte de la casa. Esto lo asustó un poco, pero pensó que era porque estaba somnoliento y por el vaso de cerveza que se había servido.

- No más cerveza por hoy, Chile -Se decía a sí mismo mientras se dirigía a la cocina a guardar la cerveza.

Al llegar a esta, se dio con la sorpresa de que todo estaba hecho un desastre. Harina, salsa, entre otras cosas regadas por todas partes. Casi no había nada que no estuviera sucio.

- ¿Qué. Chucha.? -Este se quedó con la boca abierta mientras guardaba la cerveza. Para colmo, seguía escuchando aquellas voces- C-Creo que... necesito dormir un poco.

Dicho esto, se dirigió de nuevo al cuarto rápidamente. Tal vez la falta de sueño por el trabajo le estaba afectando bastante.

No te odio (Alechi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora