Cap. 17 (Parte 1)

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『 En el avión 』

— ¡Gracias a Kamisama, Jesucristo, Alá, Buda o a cualquier dios que me haya dado la dicha de poder dormir ahora mismo! —Agradecía Japón con una gran sonrisa la cual no se veía casi nunca en él mientras se sentaba en su asiento.

— Parece ser una de las pocas veces en las que te veo sonreír —Dijo Italia buscando su asiento— Creía que no te gustaba dormir en aviones.

— Después de días en ese horrible y escalofriante sótano en el que el desalmado de nuestro amigo nos abandonó, no existe cama dura para mí...

Italia solo reía un poco por ese comentario. Alemania era un caso único en el planeta y no solo por poder resurgir de las cenizas a ser una de las más grandes potencias mundiales.

— Creo que mi asiento está más lejos... —Buscó en todos los asientos cercanos y ninguno tenía su número— Debe estar más atrás...

En un momento, se puso a revisar su celular con lo poco que pudo cargar de batería en el aeropuerto. Nada interesante.

— ¡Japón!

— ¡¿Qué?!

— Cuida mi celular, no tengo bolsillos en este maldito vestido.

— Ok, ¡pero si llaman, no esperes que conteste bien!

— Como digas.

La chica solo rodó los ojos para irse a buscar su asiento, el cual dentro de sí rogaba que estuviera junto a quien tanto deseaba.

— Bien, a mimir~ —Fue lo último que dijo Japón con un gran bostezo.

E iba a caer en un maravilloso sueño hasta que alguien llamó desde el celular de la italiana.

— (¡¿Francia?! ¡¿Qué querrá esta pesada?! ¡QUE SE VAYA A DORMIR Y QUE NO JODA!) —Gruñó para contestar.

Porque podrá estar cansado pero el no contestar una llamada por gusto era una gran falta de educación para él.

— ¡Buenas NOCHES, Francia...

— ¿Japón? ¿Por qué tienes el teléfono de Italia?

— Porque me lo robé para poder hacer llamadas ilegales... ¡obviamente me lo prestó! ¡¿Por qué más tendría su teléfono?!

— Jm, no me sorprendería que lo usaras para eso.

— No me confundas con alguien más... ¿qué le querías decir a Italia?

— ¡Ah, sí! ¡Quiero que los tres se bajen de ese avión ahora mismo!

— ¡¿QUÉ?!

Se le pide amablemente al Estado del Japón que guarde silencio en lo posible para poder tener una experiencia tranquila durante el vuelo.

De lo contrario, será necesario sacarlo del avión por irrumpir la paz.

— "Siri sicidi dil iviin pir irrimpir li piz". Que gente horrible, por eso no salgo de casa...

— ¡JAPÓN, ES PARA HOY, MUÉVETE!

— ¡¿Pero por qué?! ¡Ya pagué el vuelo!

— Ese avión te traerá más rápido a mi país, necesito que estén a las siete de la mañana porque a las nueve abrimos. Es la única fecha que me permitió el museo del Louvre.

No te odio (Alechi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora