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~Sorpresa~

Los Wolf se levantaron temprano en la mañana, ya que la mudanza había llegado, aunque no era temprano, eran las 10 de la mañana, pero eso para los Wolf era temprano, ya que aún no se acostumbraban al horario diferente

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Los Wolf se levantaron temprano en la mañana, ya que la mudanza había llegado, aunque no era temprano, eran las 10 de la mañana, pero eso para los Wolf era temprano, ya que aún no se acostumbraban al horario diferente.

Los Wolf acomodaron todo lo que había traído la mudanza y estos al tener fuerza extra se les hizo una tarea fácil, además de que no eran tantas cosas las que tenían que colocar.

En el momento en que los Wolf vieron la hora en el reloj, ya eran las 2 de la tarde, solo faltaba una hora para que el entrenamiento comenzará, así que ambos fueron a alistarse y comieron algo ligero, para que no les causara malestar estomacal.

Al ya ha er terminado de alistarse, agarraron sus motos para dirigirse a la reserva, ya que estas habían llegado junto con la mudanza.

Los hermanos Wolf llegaron rápidamente, ya que la reserva no estaba tan lejos de su casa.

—Hemos llegado - dijo Phelan, cuando vio a Billy en el pórtico de su casa.

—Eso puedo verlo, Phelan - pronunció el Black

—¿Y tu hijo? - pregunto Conri extrañado al no verlo

—El está en la casa de Sam Uley, la manada se encuentra ahí, ellos los guiarán al lugar de encuentro - informó Billy

—Gracias - dijeron los Wolf, para montarse en sus motos y llegar a la casa de Sam Uley, la cual era la casa de su progenitor.

Ambos bajaron de sus motos y Phelan tocó el timbre de la casa y esperaron a que les abrieran.

Al momento de abrir se encontraron con una bella mujer de tez morena, con una cicatriz de un zarpazo que cubría la mitad y un poco más de su cara.

Los hermanos Wolf por respeto no se quedaron mucho tiempo viendo a la cicatriz de la mujer, solo fue por 1 solo segundo, no querían incomodar a la mujer.

—Buenas tardes, somos Conri y Phelan Wolf, supongo que Jacob habrá hablado de nosotros - saludó Conri con una sonrisa 

—Oh, si, claro, pasen, pasen - dijo la mujer haciéndose a un lado para que ambos hombres pasaran.

—Gracias...

—Emily, Emily Young - se presento la mujer, ahora conocida como Emily.

—Gracias Emily - respondió Phelan.

Ambos hermanos se adentraron a la casa con Emily siguiéndolos desde atrás.

Al llegar a la que ubicaron era la sala, se encontraron a muchos chicos sin camiseta y a una sola mujer, a parte de Emily, con cara de querer matar a todos.

—Buenas tardes - saludaron ambos hermanos 

—Buenas tardes - saludaron la manda de regreso en un coro, un tanto descoordinado.

—Chicos ellos eran de quienes  les hablaba, ellos son Conri y Phelan Wolf - presentó Jacob al ver la cara de los presentes 

—Mucho gusto - contestaron ambos hermanos, recibiendo un asentimiento por parte de la manda

—Yo soy Sam Uley, el alfa - se presentó Sam

—Yo soy Jared y ellos son Embry, Paul, Seth, Quill y Ella es Leah - presentó el anterior nombrado, Jared, al resto de la manda que estos levantaban la mano al ser presentados.

—El es mi hermano Phelan y yo soy Conri - les respondió Conri, ya que Jacob no había dicho quien era quien.

Después de presentarse y charlar un poco más de tiempo, para integrarse un poco en la manada, decidieron salir para poder dirigirse al lugar de encuentro.

—Síganme - dijo amablemente Sam a los hermanos Wolf, quienes antes de convertirse en lobos tomaron las mochilas que traían con ellos, ya que al momento de transformarse su ropa se rompía.

Cuando la manada ya se había transformado, los Wolf se transformaron igualmente, siendo estos un metro más alto que los lobos de Sam y Jacob, quienes eran los más grandes de la manada.

La manda y los Wolf se dirigieron al punto de encuentro, los hermanos Wolf yendo justo al lado de Sam y Jacob, quienes eran los primeros en la línea.

Al cabo de unos minutos llegaron al punto de encuentro, topándose con que habían 7 vampiros y una humana, a la que los Wolf identificaron como Bella Swan.

Los vampiros y la humana se sorprendieron a ver a dos nuevos lobos en la manada, contando que estos dos eran más grandes que los otros lobos.

Los dos lobos se dirigieron detrás de un árbol, bajo la atenta minera de la manada, los Cullen Y de la humana.

Luego de un par de segundos, ambos nuevos integrantes salieron de detrás de los árboles, en su forma humana ya cambiados.

—Mucho gusto, somos Phelan y Conri Wolf - se presentó Phelan, señalando a su hermano al momento de decir su nombre, y este solo asintió hacia los vampiros y la humana.

—Mucho gusto - habló la vampiresa que aparentaba tener mayor edad, tenía pelo castaño y desprendía una aura maternal - mi nombre es Esme, estas son mis hijas Rosalie y Alice y ellos son mis hijos Emmet, Jasper y Edward, ella es Bella, la novia de Edward y el es mi hermano, Carlisle - presentó Esme a cada integrante del acarrele.

En el momento en que Phelan miró directamente a los ojos del último vampiro con cara angelical, sintió como todo su mundo cambiaba. Todos los lazos que tenía con cada persona que conocía, se cortaba de un solo corte y se unían en uno solo formando un hilo grueso que llevaba al vampiro que ahora conocía como Carlisle, sintió como todo su mundo cambiaba, como todo su universo daba vuelta y ahora no era la gravedad lo que lo mantenía en la tierra, sino el vampiro frente a él, el sería el que lo mantuviera con los pies en la tierra de ahora en adelante.

Phelan al saber que se había imprimido del vampiro voltio a ver a su hermano rápidamente , sabiendo que su hermano sabía perfectamente lo que estaba pasando. Para su sorpresa Conri le sonrió tranquilizándolo, no lo estaba juzgando por quien era su impronta.

La manada a pesar de no mantener un laso de manada con el lobo, estos sabían que este se había imprimado de el vampiro, que reconocían como Carlisle Cullen, el doctor colmillos.

Carlisle miro a su compañero preocupado pensando en que quizás lo rechazaría por ser lo que era, porque a pesar de no ser un lobo, sabía que Phelan se había imprimado de él. Pero todas y cada una de sus dudas se fueron en el momento en que Phelan le sonrió en su dirección, aceptando su laso. Carlisle le sonrió de regreso, por fin había encontrado a su compañero.

Que sorpresa para los hermanos Wolf, quien diría que encontrarían a la impronta de uno de ellos, quizás Conri corría con la misma suerte que su hermano.

WOLF - CHARLIE SWANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora