WOLF - CHARLIE SWAN

06

~Café~

Conri estaba tan feliz, que ni siquiera pudo dormir en toda lo noche, y eso era una gran sorpresa tomando en cuenta que Conri ama, pero AMA dormir.

Phelan podía ver como su hermano preparaba el desayuno cantando las canciones que escuchaba a todo pulmón, mientras bailaba por toda la cocina y con la sonrisa más grande que le podías ver a alguien que casi no sonríe.

Phelan estaba contento por su hermano, pero no quería que el saliera lastimado, no como le pasó con Melanie, esa zorra. Solo con pensar su nombre a Phelan le daban ganas de ir a buscarla y matarla por haberle hecho lo que le hizo a su hermano.

Phelan salió de sus pensamientos asesinos, cuando un manta fue arrojada a su cara.

—Conri llamando a Phelan, ¿Estas bien? — pregunto Conri a su hermano moviendo una mano enfrente de la cara de su hermano 

—Si, si, estoy bien — dijo mientras detenía la mano de su hermano 

—Bueno, como te decía, creo que invitaré a Charlie a un café — dijo Conri algo dubitativo, sin creerle del todo a su hermano.

—Eso es genial, Conri. Parece que no quieres perder nada de tiempo tigre — dijo burlón 

—Tu cállate, tu destinado es un vampiro, ya se aman y se aceptan, mientras que Charlie es un humano, a el tengo que enamorarlo, a pesar de que sienta atracción física por mi, los humanos son diferentes a nosotros — dijo Conri suspirando mientras ponía delante de Phelan su desayuno 

Ambos empezaron a comer en silencio, con la música que tenía de fondo Conri.

—Por cierto, ¿Cuando empiezas a trabajar? — pregunto Conri a su hermano 

—Empiezo mañana de hecho — dijo antes de meter un bocado a su boca.

Conri era empresario, pero su hermano era lo contrario, a él le gustaba enseñar y por esa razón se convirtió en maestro, maestro de español. Aunque a veces se preguntaba porque eligió esa carrera, porque algunos de los alumnos que le tocaban eran unos malcriados, mimados y otros adjetivos que no sería lindo mencionar.

Conri después de desayunar se fue al estudio que compartía con Phelan y se puso a trabajar, el casi nunca tomaba vacaciones, no podía tomarse ese lujo, después de todo el era el jefe y debía mantener su empresa a flote si quería que cuando el muriera sus hijos no estuvieran a la deriva y tuvieran de donde subsistir, si el llegaba a faltar. 

Conri no sintió el tiempo pasar hasta que vio el reloj del computador que marcaba las 7:30 p.m.

—Dios — dijo sorprendido, llevaba 10 horas trabajando sin parar y sin comer nada, excepto el café que le trajo Phelan.

Conri decidió dejar todo por ese día y salió del estudio para toparse con su hermano en la sala viendo una película, la cual ya iba a la mitad. Decidió unirse y ver la película para despejarse un rato antes de ir a dormir.

Cuando se fue a dormir eran las 9. 

Conri se durmió contento porque al día siguiente le invitaría un café a Charlie.

Cuando Conri despertó su hermano ya se había ido a trabajar. Pero un post-it llamó su atención. Lo arranco y lo leyó.

Buenos días hermano, oye me acabe la leche ¿Crees que podrías ir a comprar más?

PD: Te dejé tu desayuno en el microondas.

Sonrió negando con la cabeza, burlándose de las pequeñeces por las que su hermano se preocupaba.

Conri se alistó antes de salir del supermercado, perfumado y bien vestido, pues después de ir al supermercado, iría a hablar con Charlie y le invitaría un café.

Cuando Corni llegó, todos se le quedaron viendo, pues todos se conocían en ese pequeño pueblo llamado tenedor, y ver a alguien nuevo era la gran novedad, como si esa persona se hubiera convertido en presidente de Estado Unidos.

Entro al supermercado, pero iba algo distraído pensando en que le diría a Charlie, no podía simplemente llegar y decír, "Hola soy el amigo de Billy ¿Recuerdas?, pero también soy un hombre lobo y tú eres mi alma gemela ¿No quieres salir en una cita y luego casarte conmigo y ser felices el resto de la vida?"

Ja, si hacia eso, de seguro le recomendaría algún psicólogo para que viera que pasaba por su mente, mentira, un psiquiatra, para así mandarlo directo al manicomio.

Conri estaba tan metido en sus pensamiento que salió de ellos hasta que chocó con alguien.

—¡Diablos! — exclamó la persona, pues había derramado el café que esa persona llevaba, sobre si. 

—Lo lamento tanto, no vi por donde iba — se disculpó Conri, y cuando volvió a ver hacia arriba se dio cuenta que era Charlie. Que excusa más perfecta que esa para invitarle a un café, punto para Conri.

—Está bien no te preocupes — dijo Charlie sin ver hacia arriba, intentando "limpiar" el café de su camisa.

—Lo lamento, puedo compensártelo con otro café y una mandada de la camisa a la tintorería, ¿que dices? — dijo Conri sonriendo, porque sabía que Charlie aún no notaba que era el y cuando se diera cuenta que era el, se pondría nervioso.

Y así fue. Pero debían entender a Charlie, el era algo primerizo en el amor, pues René fue con la única persona que salió y de ahí no volvió a salir con nadie.

—No, no te preocupes, fue un accidente todo está bien — dijo nervioso negando con la cabeza, cosa que solo hizo sonreír Más a Conri, su pareja era adorable.

—Insisto, fue mi error, déjame compensártelo — insistió 

—Está bien — suspiro rendido Charlie 

—De acuerdo, pasaré por ti hoy a las 3, considéralo una cita — le dijo coqueto antes de irse, dejando a un muy sonrojado Charlie, con el corazón palpitando a mil por hora.

Conri enserio no estaba perdiendo el tiempo.

Cuando llego a casa recordó que no había hecho la compra, fue hasta el supermercado por leche y no la compro, eso si, salió con algo mil veces mejor del ahí, una cita con su alma gemela.

Eso solo lo hizo sonreír más.