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💊El recepcionista💉

-Cualquier falta de ortografía, por favor avisarme ;)

Capítulo VIII

TaeHyung bozteso tallando sus ojos con sus grandes manos echas puños.

Eran las 5 a.m. y ya estaba sentado en su silla frente al mostrador de la recepción del psiquiátrico tomando de su leche con chocolate, el café no era opción para él, lo detestaba.

Entraban varias personas a pesar de ser tan temprano, la mayor parte eran trabajadores a esa hora, pero después iban llegando las visitas y demás.

A TaeHyung le encantaba su trabajo, no solo porque no era muy pesado buscar papeles, dar información a los visitantes y llamar por el micrófono a los enfermeros y doctores. Su parte favorita era de lo que se enteraba.

Los chismes, mejor dicho.

Por alguna razón la gente creía que la recepción era el mejor lugar para hablar en privado, y también pensaban que TaeHyung era el mejor para contar sus penas y problemas, tanto personales como laborales. La verdad es que le importaba una mierda si a un enfermero se le murió la abuela o a un doctor el padre, en esos casos se encargaba de dar palmaditas en la espalda, dar pañuelos y decir palabras como 'Tranquilo', 'Todo esta bien' o 'Ya pasara'.

Sí, él sabía que era un hipócrita, pero era mejor eso a decirle a la gente 'No me importa, lárgate ya'.

Sonrio al mirar a un pequeño rubio entrar por la puerta custodiada por un guardia, aunque deberían ser dos.

—Jimin-ie, buenos días. —lo saludo sonriente.

—Buenos días TaeHyung. —le devolvió la sonrisa.

El azabache buscó una paleta en el bolsillo de su pantalón y enseguida se la ofreció por encima del mueble.

—Gracias. —hablo el rubio tomando el dulce entre sus manos.

—Oye... Jimin-ie. —hablo bajo el chico.

—¿Si? —contesto metiéndose el dulce a su boca.

—Ayer te fuiste más tarde de lo normal. —ladeo su cabeza—. ¿Necesitas ayuda con algún trabajo o algo así? No me gusta que te vallas solo tan tarde, podría pasarte algo. —hablo con un tono preocupado.

Jinin sonrio mirando hacia otro lado y lamió la paleta de una forma sensual, saco una pequeña risita y miro de nuevo al azabache.

—No te preocupes, TaeHyung. Me quedé dormido después de jugar un rato con unos pacientes. —sonrio dulce.

—Bueno, ¿pero de verdad no tienes a alguien que venga por ti? —dejo una mano sobre su hombro.

La sonrisa de Jimin desapareció de su rostro, desvió su mirada de los ojos del azabache mirando detrás de él el reloj en la pared.