Rebeldía/ Love 101.

-Capítulo 3-

Los chicos bajaron de la lancha y, tras agradecer al hombre que los llevó, caminaron hacia la puerta de la casa llamando a Isik.

—¡Isik!—grito Kerem—. ¡Isik!

—¿Saltamos la reja?

—No haremos eso.

De pronto, los rebeldes vieron a Isik caminar hacia la puerta de reja, todos se sentían culpables.

—¿Que quieren?

—¿En serio, Isik? ¿Qúé pasa contigo?

—Sí, Eda, en serio. Creí que ustedes eran mis amigos, que éramos un grupo, que yo era una de ustedes, pero me apartaron cuando algo salió mal—la rubia suspiró, antes de añadir—: Déjenme decirles algo, que no este igual que loca que ustedes no significa que sea esútipa.

—No, creo que vimos que tan loca estas en verdad.

—Cállate. Tienes razón, Isik.

—¿No sintieron vergüenza de mentirme a la cara.

—Y como venganza mandaste todo a la mierda, ¿no?

—Así es.

—¡Bravo!—exclamó Kerem.

—No lo pensé, sólo actué.

—Bueno, ¿y entonces que hacemos ahora?

—No losé, Eda, no losé. ¿Por qué les importa?

Malia al ver la situación y cómo está no avanzaba hablo: —Porque tu nos importas, Isik.

—No lo pareció cuando me ocultaron todo.

La chica volteó a ver a su novio pidiéndole ayuda, si seguían así solo perderían tiempo.

—A ver, me parece que tenemos dos opciones—intervino Osman—.. Podemos quedarnos aquí a discutir hasta el amanecer o podemos buscar como arreglar esto.

—Osman, no hay forma de arreglarlo. Estoy jodida. Se acabo. Y aún si quisiera arreglar todo no les pediría ayuda.

—mira, Isik, suficiente de tu actitud. Abre la puerta y hablemos de esto.

—Abre la puerta, Isik.

Después de analizarlo, Isik abrió. Y cuando la noche cayó, los chicos ya se encontraban pensando en posibles soluciones para que Isik volviera a la escuela.

—Me parece imposible que se retracte de esta decisión—dijo Osman repartiendo avellanas a todos los presentes—. No solo le tiraste pintura a Necdet. Lo hiciste frente al director regional de educación nacional.

—Eso es cierto. Tal vez si ese tipo no hubiera estado ahí en el momento habríamos encontrado la forma de hacer un trato con Necdet—agregó Eda—, pero Necdet no se retractará de su decisión porque no sabría como explicarlo.

—Pero si Necdet perdiera su puesto como director cuestionarían sus decisiones. Podrán objetarlas, ¿no?

—El nuevo director lo podría hacer.