Rebeldía/ Love 101.

-Capítulo 2-

—¿Creen que nos expulsen?

—No lo creo, me llaman una vez al mes. Para expulsarnos necesitan un voto unánime. —respondió Eda mirando brevemente a su hermana.

—Es cierto, el mes pasado me salva 10 a 2.

—¿Diez a dos? Estuvo muy cerca. Mi récord es 8 a 4. —alardeó Osman recargándose en una de las mesas. —Cuatro de ellos dijeron "pobre niño", y pude quedarme.

—Que suerte la de ustedes. —murmuró Malia sin importarle la conversación.

—¿No te importa que te expulsen? —cuestionó Osman a la chica.

—No me importa nada, Osman. Mucho menos la escuela.

—Eso lo dices porque te va mal, ¿verdad? —preguntó Kerem.

—Te equivocas, cariño, soy la mejor de mi clase. Incluso sobrepaso a Isik, pero no me gusta presumir. —

—Eso no es cier... — intento hablar el ex jugador, pero fue interrumpido por Sinan.

—Es cierto, retiene demasiada información apenas la ve. Isik estudia, Malia solo observa. —quiso tomar un trago de su licorera pero ya estaba vacía. —¡Maldición!

—Ten, come esto. —ofreció Osman dándole un poco de cacahuates. Les repartió un poco a cada uno de los presente y los comieron mientras esperaban el veredicto.

Tiempo después la puerta fue abierta por Necdet quien -como normalmente- tenía una cara de disgusto en el rostro.

—Se van a ir a lo más profundo del infierno. Pero no hoy. Once contra uno. No los pude echar solo por una persona, pero créanme que lo voy a hacer. Aún cuando me quede solo un día de vida tratando de expulsarlos. ¡Locos!

—Nos salvamos de nuevo.

—Diablos, once contra uno. —suspiró Eda ante el resultado.

—Me preguntó quien fue el uno.

—Pues vamos a averiguarlo. —señaló Malia dando una sonrisa ladina mientras salía del salón.

Todos tomaron sus cosas y fueron a la oficina donde la votación se había realizado, ahí aún se encontraba la representante estudiantil: Isik.

—La representante de los estudiantes está aquí.

—Ella es la jefa de comité de honor, monitorea todas y cada una de las juntas disciplinarias.

—¿Qué? ¿Qué ocurre? ¿De que están hablando? No se me acerquen. —habló asustada la rubia. —¡Sinan! ¡Sinan!

—Dinos quien votó para salvarnos.

—¿Qué? ¿Qué?

—Una persona votó para que nos quedáramos. ¿Quién fue? —explicó Kerem quien con la ayuda de Eda habían acorralado a Isik.

—Es confidencial, no puedo decirles...

—Vamos, cariño, vamos, somos todo oídos.