-Capitulo 3-

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Los seis chicos entraron a la casa de Sinan, era como un cuartel para ellos. Un lugar para escapar.

—Que bonita casa Sinan. —alago Isik.—Hola señor, cómo está?

La rubia se acercó al abuelo de Sinan y extendió su mano.

—Está muerto. —murmuró Kerem pasando junto a la chica quien lo miró asustada.

—No es cierto Isik, solo es... Malia vio al anciano intentando encontrar las palabras adecuadas, —viejo.

Los seis chicos tomaron asiento alrededor de la sala. Kerem en el alféizar de la ventana, Eda y Osman en unas mecedoras, Malia en el suelo recargándose en la pared y Sinan e Isik en el gran y único sillón.

—Muy bien, Isik, somos todo oídos. Explícanos.

—En realidad el amor no es tan complicado, todos nacimos para amar... —explicó la rubia.

—Eso es la cosa más estúpida que he escuchado.

—Pero si te escuchas a ti todo el tiempo Sinan. —comentó Malia con un tono malicioso.

Sinan la miro mal y ella le sonrió de una forma burlona.

—Dejen que hable. Isik, continúa por favor.

—Bueno, en realidad es como siempre vemos en las películas y libros, los momentos románticos y perfectos. —suspiró. —Dos almas se vuelven una y no se separan. Enfrentan todos los desafíos para ser felices.

—Que aburrido... Me voy a dormir.

—El amor no es aburrido, lo juro. Y en definitiva no es estúpido como ustedes creen que es. —la rubia se cambió a una de las mecedoras al ver que Sinan subiría las piernas al sillón.

—Nosotros no dijimos que lo fuera. —intento justificar Osman.

—Si lo dijimos.

—Sí no quieren...

Isik se levantó enojada de la silla dando a entender que se iría.

—Oye siéntate. Te escuchamos, pero apresúrate y ve al punto.

—Si, Isik, por favor. No necesitamos tanta palabrería del amor. ¿Qué necesitamos? —exclamó Malia acostándose por completo en el suelo.

—La cita perfecta... —los chicos se miraron confundidos. —Les organizaremos una cita, pero debe ser en un lugar muy romántico para que pasen tiempo juntos.

Mientras Isik explicaba la cita "perfecta" Osman le hizo señales a Malia intentando que ninguno de los demás chicos se diera cuenta.

La chica se desesperó al no entender ninguna señal y gritó: —¡¿Qué quieres?!

—Solo iba a decirte que sí no te bajas la falda se te verán las bragas. —contestó Osman con desesperación y algo de incomodidad.

Eda y Kerem se rieron mientras que Isik se enrojeció y a Sinan poco le importó.

—Oh.... —murmuró Malia.

Rebeldía/ Love 101.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora