Setagaya

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"¿Dónde estoy?" se preguntó a si mismo mientras observaba sus alrededores. Recordaba haber escuchado una voz y luego una especie de vórtice lo absorbió, no se encontraba en Shibuya eso era más que claro y la gente pasaba de el como si no existiera por lo tanto tampoco había regresado al mundo real.

"Bienvenido Sakuraba Neku tu primera tarea es encontrar a cierta persona. Para eso deberás recorrer varios de los lugares turísticos hasta dar con tu objetivo, tienes 5 horas como tiempo límite, te deseo la mejor de las suertes" le dijo aquella voz a través de sus pensamientos y un dolor muy conocido se hizo presente sobre su mano.

Abrió sus ojos en sorpresa al ver aquel reloj rojo que era característico de los jugadores.

¡¿Fue transportado para realizar una misión?!

Ni siquiera residía en ese lugar, ¡¿cómo haría eso en 5 horas?!

— ¿Acaso todos actúan según su conveniencia?, que fastidio...— rascó su nuca y se colocó sus audífonos, quejarse no serviría de nada así que lo mejor sería comenzar a buscar.

Durante su travesía logró divisar, varias cafeterías, librerías e incluso un museo de arte. No tardó mucho en familiarizarse con ese barrio y dentro de poco dio con la identidad del lugar.

— Setagaya, entonces alguien con la misma influencia de Josh me trajo a este sitio, sin embargo no dijo nada acerca del objetivo....ni siquiera su apariencia

En alguna parte de esa región se alzaba un gran edificio que lograba camuflarse con la área rural que le rodeaba. Alguien había tomado asiento en una especie de trono mientras observaba todo su territorio desde una bola de cristal con una expresión ligeramente entretenida.

— Espero que esto tomé un rumbo divertido

— ¿No cree que debió pedir permiso? — le pregunto una sirvienta mientras le servía una taza de té y se la ofrecía gesto que la otra persona agradeció para tomar el recipiente con delicadeza.

— Esa persona no hubiera aceptado, de hecho ni siquiera habló al respecto por eso es que me tomé la molestia de traerlo a este lugar — sorbió un poco de su bebida para continuar. — Además es una perfecta oportunidad, ese chico no puede permanecer  ignorante de sus alrededores ya que los demás terminarán por destrozarlo

La joven solo suspiró, no era quién para reclamar, pero sin duda alguna sospechaba que estaba divirtiéndose con toda esta situación, todos los compositores eran iguales.

Por otro lado el temperamento del compositor de Shibuya iba de mal en peor, odiaba la intervención de terceros en sus asuntos, en especial cuando le arrebataron lo único que significaba mucho para el.

Aún no daba con el culpable y el hecho de que Sanae estaba tardando en investigar era exasperante. Daba pequeños toques sobre la mesa con su dedo mientras esperaba hasta que se cansó y decidió abandonar el local.

Quedarse a esperar no resolvería nada, así como lo habían invadido el haría lo mismo, no tenía nada que perder, al menos esas fueron sus intenciones antes de ser interceptado por el anteriormente mencionado.

— Josh no puedes intervenir, debes permanecer aquí hasta que seas convocado — el hombre que se encontraba corto de aliento trato de
explicarle vagamente lo que ocurría, no obstante esa respuesta no era para nada satisfactoria y pese a la sonrisa que le mostraba su ceño estaba fruncido indicando su evidente molestia.

— Me parece que no lo entiendes, iré por Neku así tenga que invadir el territorio enemigo y no permitiré que tú ni nadie me diga que hacer, por lo tanto tendré que pedirte que te apartes — advirtió con la palma de su mano extendida, la cual emitió una llama de color azul que ardía fervientemente.

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