Capítulo 3: Reencuentro

590 33 3
                                    

Loki POV

Entré sigilosamente en casa de mi hermano. Me había costado bastante encontrarlo.
Durante todos los años que habían pasado desde la muerte de kusanagi casi no nos habíamos visto.

El se había echado la culpa y se había exiliado a una casa en las montañas, si esque a esto se le podía llamar casa. Dejó de lado sus deberes como dios para venir a vivir al culo del mundo a una chabola que no tengo ni idea de como se mantiene en pie solo para martirizarse. Estaba claro que toda la inteligencia de la familia me la había llevado yo.

Estaba inspeccionando el salón, formado por un sillon lleno de polvo y una mancha sospechosa a la que no pensaba acercarme en el suelo, cuando empecé a oir unos extraños gruñidos y gemidos provenientes de la última puerta del pasillo. Espero que balder no haya organizado una orgia sin mi porque sino me enfadaré mucho, aunque pensándolo bien, no creo que mi hermanito, con esa cara de angel que tiene, se haya comido una rosca en la vida. Definitivamente tengo que sacarlo a que le de el aire.

Me dirigí hacia donde provenían los ruidos y aceleré cuando me di cuenta de que eran gemidos de terror, no de placer. Abrí la puerta, intentando que no se cayera a pedazos, con miedo de lo que podría encontrarme, y allí estaba. Tumbado en un colchón mohoso retorciéndose como si estuviera sufriendo un dolor increíble.

Me acerqué a él e intenté despertarlo pero fue en vano. Estaba sumido en un profundo sueño y no despertaba. Empecé a alarmarme. Quería acabar con su sufrimiento pero no sabía como. Lo agité, puede que un poco bruscamente, como si de un batido se tratase, pero como tampoco reaccionaba decidí tomar medidas mas drásticas, sin embargo, pegarle tampoco funcionaba y sus gemidos subían de tono. No paraba de removerse y ya me estaba poniendo nervioso. Dirigí mi mirada alrededor de su habitación para ver si encontraba algo que pudiera ayudarme.

En una esquina, un cubo estaba colocado estrategicamente para recoger el agua que caía de las múltiples goteras. Con una sonrisa ladina en mi rostro cogí el cubo y le eché su contenido sin miramientos a mi hermano. Eso pareció despertarlo, aunque no lo hizo con buena cara, cosa que me extrañó bastante pues ver mi hermosa cara por las mañanas debería alegrarle el día a cualquiera. Aunque ahora que me fijo bien, las ojeras se marcaban bajo sus ojos y estaba bastante desliñado, como si no supiera lo que es una ducha.

No quería ni pensar cómo de mal lo había pasado, y como había sobrevivido sin una esponja, porque era evidente que no tenía, viendo el apestoso estado en el que se encontraba. Sin embargo, ahora yo estaba aquí y no volvería a permitir que se abandonara de esta manera. Tenía un estatus que mantener y mi hermano no lo iba a echar a perder

Las pocas veces que lo había visto, se encontraba bien, claro que ahora me doy cuenta de que todo había sido pura fachada. Yo también había sufrido por la muerte de kusanagi, por mucho que me cueste admitirlo, aunque en un principio me había caido mal, acabé cogiéndole cariño, como a una mascota obviamente. Nunca llegué a amarla como mi hermano, definitivamente no.

Volví mi atención hacia balder y descubrí que me estaba mirando desconcertado hasta que pareció comprender que no era una ilusión de su deteriorada mente y me abrazó. Yo lo envolví fuertemente con mis brazos para darle apoyo, porque en el fondo tengo sentimientos, o al menos eso creo.

No quise preguntarle por la pesadilla para que no sufriera mas. Podía imaginarme que había estado relacionada con kusanagi y su muerte.

Sentí su tristeza y lo abracé mas fuerte. Todos los anteriores años de separación desaparecieron. Cuando consiguió reconponerse, nos separamos lentamente, aunque seguíamos cerca el uno del otro.

- ¿Porque has venido? Supongo que no ha sido por el placer de la compañía. - Intentó sonreir pero le salió un poco forzado y me sentí fatal. Después de la muerte de la humana me sentí raro, como si algo me faltara, y no era una sensación agradable no sabía lo que me pasaba y me asusté. Me alejé de mi familia cuando mas me necesitaba y he estado a punto de perder a mi propio hermano por mi estupidez.

- Balder yo...lo siento muchísimo. - Era la primera vez que pedía perdón a alguien y la verdad es que no ha sido tan malo como pensaba.

Ante mi disculpa, solo sonrió tranquilizadoramente.

- No te preocupes, se que has estado tan cegado por el dolor como yo, y aunque todavía no se haya ido, puede que nunca lo haga pero me reconforta tenerte cerca de nuevo. - Tal vez haya exagerado un poco con lo de dolor y eso pero decidí no comentarle nada ya que es muy sensible. - Y ahora dime de una vez a que has venido y no te enrolles que te conozco.

Le agradecí silenciosamente el cambio de tema, pues puede que me haya emocionado un poco. Nah. No tengo sentimientos al fin y al cabo ¿verdad?

De repente recordé lo que vine a contarle y de nuevo volvi a entristerme. ¿Que cojones me pasaba hoy?

No podía permitir que ahora que mi hermano se había recuperado de su miserable vida, volviera a deprimirse. El problema es como demonios le cuento yo que por haber matado sin querer a kusanagi puede que los humanos nos declaren la guerra y para que eso no ocurra debemos aguantar a unos niñitos mimados con "poderes magicos".
Como era de esperar le mentí.

- El caso es que los estúpidos de los humanos parecen haberse hartado de nosotros y quieren revelarse, pero como se han dado cuenta de su inutilidad han decidido unirse a los seres mágicos para luchar contra nosotros y por ello el viejo quiere que volvamos al instituto de los dioses e intentemos disuadir a los brujos, vampiros y demás bichos raros de que se unan a nosotros en vez de a los mortales.-

Terminé mi explicación casi sin aliento y balder me miró con cara de estriñido, aunque no me extraña porque si vive en estas condiciones no quiero ni imaginar lo que come.

- ¿Porque quieren los humanos revelarse contra nosotros?- Aqui vienen las preguntas, haber ahora que le cuento.

- Supongo que porque no son muy listos.- No pareció muy convencido pero lo suficiente como para no seguir preguntando, chico listo.

- El caso es que tienes que arreglarte y dejar de parecer un vagabundo.- Con la indignación del momento no pareció darse cuenta de que había vuelto a cambiar de tema. Lo dejé solo para que se preparase y una vez que estuve fuera de su campo de visión pude respirar tranquilo. 

Nunca había habido secretos entre nosotros pero situaciones desesperadas necesitan medidas desesperadas. Además, teniendo en cuenta que todo el mundo sabía el poque de la guerra, me iba a resultar muy difícil seguir manteniendo a mi hermano en la ignorancia. Tendré que avisar a todos para que ninguno se vaya de la lengua.

Ahora me dedicaría unicamente a proteger a mi hermano, ya que en el pasado lo habia abandonado. Nadie podría distraerme. Tenía una misión que cumplir.

Y llegaron ellas (kamigami no asobi fanfic) (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora