romeo y julieta, spreen

010 | obvious

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❛ obvious ❜

     Paulo Londra sonaba de fondo en la joda. Nico sabía bien que Iván iba a llegar en un rato y no exactamente porque viene de viaje. Él sabía que ahora Iván iba a formar parte del Team Heretics y que iba a vivir en la casa blanca, pero no se lo había comentado a Thalia ni a Marlene, era una sorpresa. Aparte, las dos tenían entendido que el llegaría al día siguiente por la mañana.

—¿Y Sofi? —le preguntó Thalia, acercándose con una cerveza en la
mano. El desvió la mirada de ella y acomodó su espalda en la pared, seguido por su amiga.

—Tenía cosas que hacer —mencionó, con un pequeño nudo en la garganta que Thalia notó—. Supuestamente.

—¿Muy complicado? —preguntó. Saludó a alguien a lo lejos que Nico no alcanzó a visualizar.

—Un poco, pero creo que una relación es sí lo es —Thalia le miró con una ceja alzada—. ¿Qué?

—No sé. Digo —se encogió de hombros, dando obviedad a la frase que diría a continuación—, haz estado en relaciones antes.

—Lo sé.

—Por eso. Sabes bien que no se siente así de estresante —razón no le faltaba—. Si no que es más algo bonito y relajado. Tampoco me quiero meter.

—Sí. Solo... —suspiró mirando sus pies— tampoco quiero arruinarlo.

—Sí, entiendo... —Thalia cambió su mirada de una triste a una confundida—. Vuelo al tiro —se fue tan rápido que Nico ni le puedo preguntar a donde fue.

...

—¡Hola, Thy! —saludó el hombre. Thalia le sonrió al viejo amigo de su infancia, Carlos. Fueron mejores amigos cuando Thalia a los 14, pero por cosas del destino no siguieron hablando y la comunicación se perdió. Thy era el apodo que él le tenía, chiste privado.

     —¡Hola! —saludó de vuelta emocionada. Aunque era un poco incómodo porque hace un montón de años no hablaban, ambos tenían el suficiente entusiasmo para poder crear algo no tan incómodo.

     Hablaron por un rato, poniéndose con sus vidas y de qué hicieron cuando no eran amigos. No es que ahora lo fueran, pero era bonito hablar sobre eso y ver su evolución como personas.

—¿Y qué onda con tu música? ¿te apasiona realmente? —cuestionó. Thalia rió levemente.

—Sí, amo mi trabajo. Digo, hacer música y contenido en distintas plataformas —a veces era un poco incómodo hablar de eso, no todos lo consideraban un buen trabajo, ya saben.

—Me alegro bastante —dijo él. Parecía sincero—. Yo aún estoy estudiando.

—¿En serio? ¿qué estudias?

—Voy a ser profesor, o eso quiero.

Thalia reaccionó sorprendida, realmente lo menos que se esperaba era una respuesta como esa. Esperaba algo más artístico, quizá.

—Mentira.

—Es posta.

—Mentira, hueón. Siempre decías que odiabas a los profes.

—Y sí, eran todos unos chupa pija. Por eso voy a ser mejor que ellos. —Sonrió. Thalia también.

—Qué gran ejemplo a seguir, de verdad. Me alegro bastante —el celular de la cantante vibró—. Dame un segundo, te veo después —se despidió para irse y revisar su celular.