014 | freebola

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014

❛ freebola ❜

     Después de que comieron y conversaron, Iván y Thalia se despidieron para ir a la zona de maquinas. Decidieron no hacerlo en stream como tenían pensado ya que sería muy complicado y probablemente solo les daría problemas.

—Ya, ¿entonces quién comienza? —preguntó Iván.

—Tú po, hueón. Es tú plata —Thalia ya estaba grabando con su celular. Iván miró a la cámara.

     —Me re bardeó —rió, para darse la vuelta e ir a buscar la mejor maquina.

—Ya, ahora sí hace la intro —le dijo.

—Gente, estamos en las maquinas arcades —comenzó—junto con Thalia —la mencionada se mostró en la cámara.

—Holis —saludó.

—Nada, y eso, tenemos cuarenta minutos para sacar boludeces y eso —dijo.

Caminaron viendo qué habían en las maquinas para sacar cosas y donde deberían gastar más dinero con más probabilidades de ganar algo. Spreen por un momento tomó el celular de su amiga y grabó las cosas desde su perspectiva. Thalia desapareció por un momento y Iván no la encontró con una simple mirada.

—Uy, pero esta chabona se pierde re fácil —dijo. Caminó un poco para poder ver desde otro ángulo y seguía sin poder verla. Frunció el ceño—. Mal, no la veo.

—Spreen —dijo un niño, era alto, pero igualmente parecía de 14 años—. ¿Puedo sacarme una foto con vos?

—Sí, claro —aceptó el nombrado. La foto fue sacada y después de unos minutos se marchó.

Spreen se despidió y caminó al fondo del local.

—Thalia ¿dónde mierda te metiste? —murmuró. Sacó su teléfono—. Paren que la llamo —dijo, antes de darse cuenta que tenía el celular de su amiga en la mano—. Re pelotudo soy.

Después de jugar un jueguito durante unos cinco minutos en donde no logró ganar nada ni encontrar a Thalia, decidió ir al comienzo del lugar nuevamente, y si no la encontraba allá comenzaría a preocuparse.

     ¿Decidir cuando preocuparse era estar preocupado? probablemente sí.

     Mientras caminaba hacia el comienzo de las maquinas pudo ver una cabellera café en dos trenzas. Justo como las que Thalia llevaba. Se acercó.

     —¿Thalia? —preguntó. La nombrada se dio la vuelta y siguió viciada jugando.

     —Pensé que te habías muerto —lo molestó. Iván estaba grabando hacía ella.

     —Hija de re mil putas, no te encontraba en ninguna parte y ya estaba medio preocupado pelotuda —la insultó. Thalia ni se inmutó. Su relación se basaba en insultos.

     —Ah bueno —dijo—. Mira, esta es la hueaíta de la llave que tení que meterla para que suelte esa cosa —explicó torpemente. Iván casi votó el celular de la risa—. Ignorando que sonó espectacularmente mal, hay una play 4 que puedes sacar.

romeo y julieta, spreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora