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El cálido sol mañanero cubría con su dorada luz los grandes muros provenientes de la imponente mansión Kim. Una nueva mañana se presentaba y con ella, el feliz desorden. Todo se hallaba de cabeza en consecuencia de un día tan esperado.

Hoy el dulce y agraciado señorito Taehyung conocería a su futuro esposo.

Taehyung se hallaba resguardado en su habitación, justo donde el silencio y la tranquilidad reinaban, muy lejos del ruidoso caos. Su santuario solo era habitado por él y dos jóvenes señoritas que tenían como tarea principal embellecerlo y asistirlo. Detrás suyo se encontraba una beta de mediana estatura alisando su cabello con grácil calma mientras que la omega debatía con paciencia que prendas portaría para la cena de esa noche.

Taehyung por su parte usaba sus audífonos con tal de alejarse aún más del mundo exterior y si era posible, hacer el fallido intento de olvidar la noche pasada. Pero como ya dijimos, tan solo era un intento, pues de tan siquiera cerrar sus ojos no podía evitar que otros igual de grandes y con aire de depredador al acecho aparecieran como relámpagos en su pensar. La oscura mirada dada por el pelinegro justo cuando pronunció aquellas palabras lo había perseguido cada segundo desde lo sucedido, recordándole constantemente lo mal que había estado su actitud. Que incluso su lobo que jamás había estado en desacuerdo con su humano ser, le reprochaba por tal bajeza.

Había herido a su destinado

Aquella acción lo ponía más que inquieto porque después de todo ellos tenían una conexión, que pueda que sea temporal, pero seguía siendo su vía de comunicación. Luego de haberle dado la espalda y seguir de largo hasta su hogar, su propio corazón dio un vuelco al dejarle allí abandonado. Bien, lo reconocía, solo un mínimo tercio de arrepentimiento yacía en él, pero de ahí en fuera nada más. Es decir lo había pensado y tenía razón su parte animal al reprocharle pero no porque fuese su destinado, para nada, eso ni siquiera lo movía o eso quería creer. El punto es que su pequeño pinchazo de remordimiento era a causa de su mal trato. De hecho sentía que se había pasado de cruel, ninguna criatura merecía aquel crudo rechazo que él le había brindado. ¿En que estaba pensando? Si él hubiese estado en semejante situación lo más probable es que se hallase pidiendo que le rechazaran con el suficiente tacto que se merecía. No obstante su ego le repetía que aquella situación jamás llegaría a él porque, ¿Quién en su sano juicio osaría rechazar a tan aclamado omega? Nada de eso, su persona era lo suficientemente importante y atractiva como para llegar a sufrir un rechazo. Jamás.

Nuevamente sentía cierta lástima por el pelinegro pero, ¿Qué podía hacer Taehyung? ¿En que se beneficiaba si le dejaba entrar en su vida? Exacto, en nada.
Su madre jamás lo permitiría y de su padre tampoco podría esperar tanto. Ellos le habían inculcado varios valores de los cuales actualmente se cuestionaba, pero que estaban ahí presentes y entre ellos estaba el no manchar nunca su linaje y valla que desde luego haría aquello si sus queridos progenitores llegaran a enterarse que a su destinado, su pareja de vida, él la había encontrado en un sucio callejón luego de una fiesta a la cual se suponía no debía asistir puesto que aquella misma se daba en una de las zonas bajas de Seoul. Si tan solo no hubiera sido persuadido por Jimin, ahora mismo se encontraría cien por ciento libre de preocupaciones.

No obstante el pelirrojo se recordó el porque había agarrado sus audífonos y había pasado de compartir con sus estilistas y chismear un poco, aquello solo se debía a que necesitaba con urgencia disimular aquella marca termporal que aún se hallaba en su brillante esplendor y la cual estaba seguro, tardaría en deshacerse. Debía resolver ambas cosas, su conflicto interior y por supuesto aquella marca.

Ok, luego de pensar en varias ideas descartadas, llegó a la deprimente conclusión de que sólo podía optar por lo más obvio y seguro. Cubrirse con disimulado maquillaje el lugar, mantener su secreto lo más guardado posible y por último empavesarce en grandes cantidades de perfumes para reducir por completo el leve aroma de aquel pelinegro que aún yacía en él, que a pesar de ser bastante liviano, pasando desapercibido por completo el pelirrojo decidió no arriesgarse.

𝙆𝘢𝘳𝘮𝘢 𝙞𝘴 𝙖 𝙗𝘪𝘵𝘤𝘩 ﹆ꦿ๋ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora