❬En emisión❭ El ardiente fuego que incendió sus pieles de lujuria, se apagaba a pasos agigantados tras el amargo repudio, cada palabra dolía un poco más que la anterior y la sensación que lo carcomía era asfixiante, haciéndole consciente de que Taeh...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La desconcertante imagen de un Taehyung tendido en el suelo, recargado contra la puerta de su habitación no dudó en recibirlo.
Se miraba hermoso, como siempre, a pesar de sus enmarañados cabellos rojizos desparramados entre el sudor que corría por su frente. Además, su rostro estaba tan rojo cual cereza y su cuerpo no se veía mejor, se notaba tan frágil, que sinceramente temió tomarlo entre sus brazos, pero debía hacerlo, no podía dejarlo ahí.
— Taehyung —llamó el alfa, removiéndolo con delicadeza, no obstante, tras largos segundos de espera, no llegó respuesta alguna. Sus ojitos seguían tan cerrados a como lo encontró.
— Taehyung —intentó de nueva cuenta con un timbre más alto, pero no menos suave.
— Mgh.
Un quejido fue su única respuesta, pues el menor seguía dormido aún.
— Ay, omega. ¿Qué voy a hacer contigo, eh? —preguntó al aire el pelinegro antes de colocar su diestra tras la cabeza de Taehyung, maniobrando como le era posible para sacar las llaves de su habitación mientras aún sostenía al omega contra su pecho para evitarle algún golpe.
Levantó el cuerpo del chico entre sus brazos, arropandolo todavía contra sí mismo, y caminó hasta su cama, depositando el cuerpo de Taehyung suavemente sobre las sábanas. Se sorprendió de la elevada temperatura que exudaba del omega por tanto, optó por regular el aire acondicionado con el fin de refrescarlo. Buscó con rapidez un bowl con agua fría junto a un paño para bajar la fiebre de Taehyung, e incluso una botella de la misma reposaba en la mesita de noche para cuando llegara a despertar.
Humedeció la tela y acto seguido, levantó la camisa que portaba el omega con el fin de retirar el sudor. Restregó de forma leve para no despertarlo, pero cumpliendo el trabajo con eficacia. Lo movió por su frente antes de pasar a su cuello y parar en la marca que ahí yacía. Un fuerte sentimiento de orgullo lo invadió, él la había plasmado allí, y aunque fuera una pareja rechazada, aquel omega era suyo, siempre lo había sido. Acarició un poco más para sentirla contra sus dedos, delineandola con delicadeza, antes de bajar hasta su pecho, atreviendose a pasar por su abdomen.
— Mmh
Jungkook dio un pequeño respingo ante el pequeño gemido, mirándolo enseguida. Sus adormilados ojitos se encontraban entreabiertos al igual que sus rosados labios, se miraba adorable, pero tan lejano que dolía.
— ¿Te sientes muy mal? —preguntó preocupado.
Vio al omega hacer un raro ademán para seguidamente hecharle sus brazos encima y abrazarle cual koala.
— A... Ag-Agua. —su garganta ardía tanto que apenas y podía formular palabras correctamente, por lo que debió arreglarselas para hacerle saber su pedido.
— Ten
Jungkook le tendió la botella, pero el omega no podía sostenerla con firmeza, ni siquiera podía levantarse por si solo. El alfa sostuvo al menor, intentando incorporarlo adecuadamente, llevando con su mano libre la boquilla del embase hasta su boca.