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Por alguna razón aparente el aroma del alfa desaparecía con rapidez de las sábanas que mantenía contra su pecho

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Por alguna razón aparente el aroma del alfa desaparecía con rapidez de las sábanas que mantenía contra su pecho. Quizá era porque su cuerpo se había anclado a ellas, impregnandose de su esencia y reclamandola como parte de su ser, pero no le gustaba la ausencia del olor de Jungkook lejos, aunque le esté costando admitir que necesita una ayuda.

Agradecía grandemente que la señora Song, la empleada, no había notado la falta de las sábanas en el lavarropas. Ella solo hizo lo suyo sin prestarle ningún tipo de atención a él y partió con la misma, tal vez en el afán de terminar su trabajo temprano sin tener que liderar con ellos.

Sin ningún tipo de deseos y la mayor pereza del mundo, separó sus extremidades del suave algodón de las mantas para tomar un baño.

Quitó su ropa una a una y reguló la temperatura para que no se mantuviera tibia.

El agua fría que repiqueteaba contra su piel parecía ser la única conciente de su sufrimiento, como también la única con el poder de alivianarlo, sin contar al alfa, por supuesto. Sentía su cuerpo protestar en contra de las veloces gotitas que borraban la esencia del alfa de sí mismo, pero debía hacerlo.

La imagen de Jungkook volvió a visitar su mente, como en tantas ocasiones ya lo había hecho, llenandolo como siempre de sensaciones indescriptibles. Solo sabía que su corazón se oprimia si pensaba en su ausencia, pero también saltaba eufórico contra su caja torácica si recorría cada detalle del alfa.

Su estro se afirmaba contra él, cegando de inmediato su propia raciocinio, calentando todo rastro de piel a su paso. Imágenes del viril cuerpo de Jungkook sin ninguna prenda de por medio, totalmente desnudo para él saltaban en su mente. Debía imaginarlo bien si quería engañar vivamente a su cabeza de que el alfa se encontraba frente suyo con la única misión de ayudarlo.

Se imaginó recorriendo con sus labios la gruesa extensión de Jungkook, besando y chupando la suave piel a su paso. Recordaba que se erguia larga y orgullosa sobre su estómago, con una apetecible punta color rosa. Lástima que aquella noche no se arrodilló ahí mismo para explorar en su boca el verdadero sabor sin necesidad de imaginarlo. Su propia erección rebotó contra su pelvis, mientras su entrada despedía el lubricante natural, preparándose fallidamente con antelación.

Sus largos dedos bajaron por las respingonas mejillas traseras, abriéndolas con desespero para tantear su agujero. Sin más demora, adentró dos dígitos de una y gimió alto tras la intromisión. Los movió con desespero en su interior, en un intento por dar con su próstata, su punto placentero, encontrándolo y abusándolo varios segundos después.
Sus lloriqueos se escurrian sin control mientras más jadeos y gemidos llegaban. La imagen mental de Jungkook jodiendolo sin delicadeza alguna, calmandole su caluroso sentir le tenía delirando, su respiración se mantenía errática mientras su mano acaricia con torpeza su miembro, intentando sincronizar los movimientos.

𝙆𝘢𝘳𝘮𝘢 𝙞𝘴 𝙖 𝙗𝘪𝘵𝘤𝘩 ﹆ꦿ๋ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora