Gabrielle corría euforica por el Centro de Boston sin importarle que la lluvia había arruinado su cabello alisado y su falda de cuadros, debía llegar a tiempo al despacho de su jefe; Andy Barber o di no habría problemas.
Saludó al guardía y a la recepcionista, respiró profundamente alisando su ropa hecha un desastre para después tocar la puerta de la oficina del abogado.
— Pase.
Gabrielle entró al despacho cerrando la puerta sigilosamente encontrando al hombre hablar por teléfono, parecía fastidiado pues tenía los ojos cerrados, una mueca en su rostro y perezosamente aflojaba su corbata.
Bien era sabido por las mujeres del despacho que el jefe Andy Barber era un hombre guapo e imponente capaz de intimidar a cualquier mujer, aún estando casado; Andy era irresistible y ahi estaba Gabrielle recargada sobre la puerta maravillada ante su jefe. Tenía medio año siendo su practicante, seis meses siendo su sumisa y la mujer que le arrancaba hasta el más mínimo gemido.
— ¡GABRIELLE! El archivo.
El hombre la sacó de sus pensamientos haciéndola saltar, se mordió el labio al verla tan distraida; adoraba a aquella chica inocente frente a ella; cada día se enorgullecía de su capacidad para aprender, sabía que llegaría a ser una excelente abogada; pero tambien amaba a la niña salvaje y complaciente que se encontraba debajo de ese rostro angelical.
— Logré mantenerlo a salvo Sr. Barber — Gabrielle le dejó sobre la mesa el sobre color café, maldijo para si misma al sentir su cuerpo comenzar a titiritiar de frío a causa de la lluvia y del clima de la oficina.
Andy abrió el sobre revisando que su encargo haya sido realizado con éxito.
— Mañana lo presentaré en el juzgado, el caso de mañana es importante, asi que me acompañaras.
La chica sonrió emocionada, jamás había ido al tribunal, por lo regular hacia cosas en la oficina.
— Si señor — Gabrielle lo miró fijamente logrando captar la mirada oscura del hombre quien la escaneó de arriba hacia abajo, tembló al sentirse intimidada — ¿Ya puedo irme?
El hombre negó ante la pregunta de la joven, observó de reojo que era la hora de salida, por lo cual no tardarían en quedarse solos en el piso, se puso de pie yendo hacía la puerta asegurandola.
— Tenemos mucho trabajo que hacer — Andy se colocó detrás de ella terminando por acorralarla contra el escritorio y su cuerpo; Gabrielle se sostuvo de la mesa al sentir el aliento cálido de su jefe en su oido, temblaba de excitación y ansia.
— Lo que diga Señor.
Mordiendose el labio y decidida a morder el fruto prohibido una vez más se giró atacando los labios del mayor, lo besó con arrebato y lujuria, Andy la tomó de la cintura pegandola a él sentandola sobre el fino escritorio, gruñio al sentir su miembro despertar mientras él se dedicaba a colar sus manos bajo la linda falda de Gabrielle quien se deshacia de la camisa del hombre.
— Recuerda muñequita — Andy la penetró de golpe con dos de sus dedos haciendola jadear — no hagas ruido.
Gabriella cerró los ojos dejándose llevar por aquel hombre imponente, se dejó acomodar sobre el escritorio, sintió su falda y sus bragas caer al suelo dejándola completamente expuesta; Andy suspiró con pesadez poniendose de rodillas para probar aquel exquisito manjar.
Saboreó y probó hasta saciarse deleitándose de los dulces gemidos de la chica quien se sostenía del cabello del hombre, Andy detuvo su encomienda poniendose de pie atrayendola a él para besarla y tomar una de sus manos guiandola a la hebilla de su cinto, Gabrielle sonrió al entender que era lo que el hombre quería, sin ningún impedimento lo desnudó tomando con sus suaves manos el miembro del hombre para ponerlo a punto haciéndolo gemir su nombre de manera delirante, cuando el mayor sintió que explotaría, la detuvo, besó sus labios una vez más y la hizo pararse sobre el suelo girandola como muñeca de trapo haciendola jadear al sentirlo rozar su lindo trasero, Andy se colocó un preservativo, junto el cabello de la chica sosteniendolo con una mano y la penetró de golpe haciendola jadear y arquearse.
— Andy....
La joven se sostuvo del escritorio dejándose llevar por aquel Vaivén delirante que el hombre había marcado, tan sólo se escuchaba el choque obsceno de sus cuerpos, los chillidos de la joven y la lluvia que golpeaba las ventanas.
— Mmm muñequita...
Gabrielle sonreía exhausta al escucharlo llamarla así; eso era ella para él, su muñequita. La joven lo hizo detenerse, se giró empujándolo hacía el sofá donde Andy se acomodó tragando grueso al verla montarlo, amaba verla sin inhibiciones; maravillado observó como ella misma se empalaba contra él, lo tentaba acariciando sus pechos, mordiendo su labio y comenzando a brincar arriba de él, aumentando el ritmo.
— Eres una jodida fantasía.
Andy palmeo sus glúteos para despues sujetarla de su cintura y besarla con frenesí aumentando el climax en ambos hasta correrse juntos.
Jadeantes y cansados se acurrucaron sobre el sofá disfrutando la calma de un encuentro más ilícito entre ellos.
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¡Pero que calor hace acá! 🔥🔥🔥🛐
Andy Supremacy 🛐
Se que este libro es de Chris Evans, pero volví a ver Defending Jacob y pues bueno Andy Barber amerita esto.
