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Se había terminado, una relación de 3 años entre James Buchanan Barnes y Elizabeth Allen se dió por finalizada hace tres meses sin ninguna explicación, simplemente James decidió terminarla sin darle tiempo a Elizabeth para hablar. Ella, en su soledad y tristeza se alejo de todos, pues quería llorar todo el día, ¿Por qué pasó? ¿Que hice mal? Es lo que se preguntaba a diario, sintiéndose culpable. Todo era perfecto, ¿Que paso? Si, se habían alejado los últimos meses pero James se excusaba diciendo que las misiones con el equipo lo mantenían ocupado, ¿La habrá engañado?.

Elizabeth no dejaba de sobrepensar las cosas hasta que un día le llegó un mensaje de Stark invitandola, no, obligándola a asistir a una fiesta que haría esa noche y, a regañadientes, fue a prepararse y a olvidarse de ese hombre por una noche.

De un momento a otro se encontraba en la torre Stark ya en la fiesta donde Natasha, Wanda y Visión charlaban muy entretenidos aunque Elizabeth sentía una mirada sobre ella que trataba de ignorar pues sabía muy bien de quién se trataba.

Al pasar las horas la gente se iba dispersando dejando ahí solo a los vengadores originales, junto a Bucky, Sam, Wanda, Visión, Hill, Cho, Loki, Rhody y Elizabeth, dando comienzo a la noche de karaoke como Stark solía decirle que, para mala suerte de todos, él mismo decidió comenzar cantando These boots are made for walkin' arriba de la mesa de centro.

Seguían cantando felices de la vida por todo el alcohol que habían ingerido hasta que llegó el turno de Elizabeth.

- Sigues tu preciosa - Dijo Stark mientras bebía de su trago que quien sabe que sería.

- Oh no, aún tengo dignidad y quisiera conservarla lo más posible - Dijo riendo dándole otro trago a su cerveza.

- Vamos Lizzie, cantas mejor que todos y lo sabes - Dijo Wanda dándole ánimos a su amiga que terminó por aceptar pero decidio quedarse sentada en su lugar y, mientras pedía la canción, observaba de reojo a Bucky que estaba con el ceño fruncido. Comenzó a cantar y todos escuchaban atentos aunque solo unos cuantos entendían la letra de la canción.

- Ven y cuéntame la verdad, ten piedad y dime ¿Por qué?, no, no, no - Cantaba con tanto sentimiento pues era su canción favorita y, sin querer, encajaba con la situación que estaba pasando.

- ¿Cómo fue que me dejaste de amar? Yo aún podía soportar tu tanta falta de querer - Al finalizar la canción todos aplaudieron ya que les encantó la forma de cantar de la chica y ella, sonriendo, los observo a todos hasta parar con Barnes quien la miraba con un profundo dolor ya que, no termino su relación porque lo quisiera, si no que sentía que le hacía daño al estar con él, sentía que algún día podía herirla y por eso decidió terminar pero no tenía el valor de explicar la razón.

Los demás seguían cantando así que Elizabeth se levantó y fue al balcón de la torre para tomar aire fresco, estaba tranquila pues allá afuera no llegaba el ruido de sus amigos y disfrutaba de la soledad como se había acostumbrado en ese poco tiempo.

- Esa canción, ¿Era para mí? - Escucho su voz, esa maldita voz que hacía temblar sus piernas, suspiro sabiendo que su tranquilidad se había esfumado y contesto.

- Mi mundo no gira alrededor tuyo, Barnes - Dijo seriamente aún sin dejar de ver las luces de la ciudad bajo ellos.

James se acercó quedando junto a ella en un silencio incómodo hasta que decidió romperlo.

- Perdóname - Habló el hombre junto a ella haciendo que lo mirara de reojo y, sin responder, regresar a la fiesta aunque una mano en su antebrazo la detuvo.

- ¿Podrías soltarme? - Pregunto lo más tranquila que pudo, James solo miraba al piso para después verla fijamente.

- Aquella noche, cuando terminamos, no te dije el por qué pero no puedo con la culpa así que te lo diré ahora - Elizabeth solo entrecerró los ojos y frunció levemente el ceño esperando a que continuara.

- Te deje porque tenía miedo de lastimarte, de que el soldado te hiriera, no podría con eso, saber que yo pudiera hacerte algo me rompía el corazón - Elizabeth, al escuchar la razón por la que todo terminó, sintió una mezcla de emociones que no fue fácil disimular, pero lo hizo.

- ¿Por qué no me lo habías dicho? - Pregunto, obteniendo el silencio de Barnes lo cual la hizo molestar. - Te he preguntado algo - Volvió a decir, esta vez con un tono firme.

- Porque no tenía el valor para hacerlo, hasta ahora - Confesó mirando al piso y, por fin, soltando el antebrazo de la chica.

- Y, en lugar de terminarme, ¿Por qué no decidiste hablarlo? - Otro silencio de Barnes se hizo presente, por lo que Elizabeth volvió a hablar - ¿Por qué hasta ahora lo dices? ¿Por qué no pensaste en eso antes de iniciar una relación conmigo? - Dijo, bastante molesta, pues de haber hablado el tema seguramente las cosas hubieran sido diferentes, pero el hubiera no existe.

- Lo siento - Fue lo único que logro decir el soldado, arrepintiendose de sus actos.

Elizabeth, furiosa, salió de aquel balcón y sin despedirse salió de la torre para regresar a su hogar lo más rápido que pudo pero no logro llegar. Mientras esperaba a que cambiara la luz roja un auto llegó por atrás impactandola haciendo que se golpeara la frente con el volante del auto así dejándola inconsiente y, para su mala suerte, nadie se enteró puesto que había olvidado su bolso en la torre, dejando a los paramédicos sin información de la mujer o algún número de emergencia así que lo único que pudieron hacer fue dejar a la mujer en el hospital esperando a que, algún día, alguien preguntara por ella.

One shots (Bucky Barnes) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora