Capítulo 8

5 0 0
                                    

Noah

¡No está!

Esperé como 20 minutos a que decidiera aparecer, pero no apareció, y me estaba empezando a alterar.

Mientras la esperaba llamé a Diego, uno de mis guardaespaldas.

Ya sé lo que piensan, porque si yo soy muy capaz de cuidarme sola necesitaba guardaespaldas?, la cosa es así. No solo me protege a mi también sin que mi hermana lo sepa, por seguridad también le digo a Diego que la observe para ver si alguien de la mafia contraria o otra persona que quisiera matarme se le ocurriese la gran idea de matar o secuestrar a mi hermana.

Estaba tardando en contestar, cuando de repente una voz respondió, una voz que no se parecía a la voz grave de la persona a la que estaba llamando, él era de dos metros de alto, piel morena, ojos verdes, de 48 años, pelado, prácticamente es al que le confiaba la vida de mi hermana cuando yo no la acompañaba.

-Hola?-Me contestó una voz desconocida

-Hola, ¿Quién habla?-Le respondí con enojo de no entender qué hacía él con el teléfono de mi guardaespaldas.

-¡Primero Tú!-Contestó la voz ya colmando mi paciencia.

-Soy la que te partirá la cara si no me pasas ya mismo a Diego- Dije ya parándome de la cama para agarrar las llaves de mi motocicleta.

Cuando estaba saliendo de la habitación escuché un bufido del otro lado del teléfono.

-Mira no se con quien te crees que estás hablando-Mientras me lo decía yo estaba subiéndome a mi moto- pero Diego es el amigo de mi padre, está en el baño y yo conteste su celular-Me enfurecí, sentía como si mis manos quisieran apoyarse en el cuello de alguien y apretarlo, hasta matarlo.

Y ahí fue cuando me saqué de quicio, al escuchar el sonido que era el de que la llamada se había cortado fue cuando en verdad estaba enfurecida, muy enfurecida.

¡Me corto!

Puse las llaves en el tablero de la moto, me puse el casco y los guantes, prendí el rastreador y empecé a conducir hacia donde me indicaba que estaba Diego.

Conozco a Diego desde los diez años, nos conocimos una vez que me escapé de la casa de nuestros padres adoptivos, después de una pelea con la persona que era mi padre adoptivo.

El sabe por todo lo que pase y también le conté sobre Vicki, el me entendía y me controlaba cuando salía el diablo de adentro mío, a veces me limpiaba las lágrimas, cuando no podía hablar con Viki porque no quería que se enterara de lo malos que eran nuestros padres adoptivos, o todo lo malo que me pasaba.

Además ella no sabe la verdad de porque nuestros padres adoptivos querían que fuéramos a Harvard.

Diego me había prometido que siempre me protegería a mi y a Viki por eso él y yo sabemos donde está el otro por precaución. Ya que estamos metidos con la mafia y era muy peligroso, cada uno se insertó un rastreador en el brazo.

Llegué a lo que parece ser una cafetería, aseguré la moto para que no me la roben, me saque el casco y los guantes y me encaminé a la recepcionista, quien me dijo que alguien con el nombre de Diego se encontraba en el segundo piso en una mesa de tres al lado de una ventana, le agradecí por la ayuda y fui disparada a las escaleras, mientras, volvía a resurgir el enojo que se me había pasado andando en mi honda pistera cbr 600 negra mate con luces en las ruedas de color lila.

Cuando termine de subir registre esa habitación con mis ojos y vi a Diego ese hombre alto y de piel morena hablando con dos personas que estaban de espaldas a mi.

-Diego?-Dije tratando de no alterarme.

-Noah, qué haces aquí?-Dijo mientras me acercaba a la mesa confundida.

-Emmm.-Me quedé aturdida. Estaba perpleja por los dos hombres que se habían parado en sus sillas para saludarme, uno de los hombres que se veía más adulto, tenía pelo marrón con algunas canas, como de 1.90 de alto, con ojos color verdes. Pero dentro de todo se veía menos de 50.

Y al lado de ese apuesto hombre un joven de pelo rubio, ojos color miel, parecía de 1,87 de alto, esbelto.

El mas adulto llevaba un traje de color negro y el joven uno de color azul marino que se le veían los abdominales bien marcados.

-Noah, el es Martin ''el que es el abuelito''-Escuche a Diego hablarme con un tono gracioso mientras desviaba la mirada de el chico rubio con ojos me hipnotizaron a Diego, poniendo una sonrisa falsa.

-Ya quisieras- Dijo Martin mientras le pegaba suavemente en el hombro a Diego.

-JA, bueno y él es su hijo Nathan, y chicos como ya dije ella es Noah-Contesto Diego con un tono de sarcasmo.

En ese instante Nathan y yo cruzábamos miradas.

-Mucho gusto, pero ese no es un nombre de chico?-escuche mientras mi sonrisa se iba desvaneciendo y él me miraba de arriba para abajo.

-Si, bueno los nombres son Uni-sex. A si que- Dije mientras me imaginaba 1000 maneras de ahorcarlo -Diego...- hablé mientras me giraba en mis talones agarrando de su brazo y lo ponía enfrente de mi.

-Oye- Escuche que alzaba la voz el chico de pelo rubio.

-Perdón?-Dije ya con un tono de furia. Vi como Diego lo miraba con asombro.

-¡Nathan!-Le gritó Martin.

-Nathan, tranquilo-Le dijo Diego.

-No, no puedes dejar que una niña te trate así-Le contestó con un tono elevado.

-Nathan, tranquilo ella es mi jefa-Le contestó Diego mientras yo ponía una sonrisa de lado.

-Que?-Contestó el muy creído, el rubiecito que abrió los ojos con sorpresa no pudiendo creer lo que escuchaba.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 04, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Claws and BloodWhere stories live. Discover now