Dolor

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No hubo un adiós entre ellos.

Él contaba con tenerla siempre.

Ella sabía que él no se alejaría nunca.

Él sabía que sus encuentros eran cortos, pero con eso le bastaba.
Porque él solo necesitaba verla.

Ella hacía sus encuentros cortos, pero no le importaba mucho.
Porque él parecía satisfecho, y eso le bastaba.

No hubo un adiós entre ellos.

Y sin embargo no volvieron a verse nunca.

Porque no quisieron olvidarse, pero no pudieron buscarse.

Y era de esperarse, ambos lo esperaban.

Porque del huir y no buscar, en algún momento llega el perder.

Sin embargo, él no podía aceptarlo.
Él no quería aceptarlo.

Pero fue, como siempre, demasiado lento en su actuar.

Porque cuando quiso buscarla ya no pudo encontrarla.

Ella lo quiso aceptar en un principio.

Después de todo, era ella la que había intentado huir y alejarse por tanto tiempo.

Ella lo quiso aceptar, pero no pudo.

Porque cuando supo que él la buscaba, tuvo que hacer lo mismo.
Tuvo que ir tras él cuando ya no pudo seguir huyendo.

Pero ella perdió mucho tiempo intentando alejarse, y la distancia era tanta que tardó demasiado en recorrerla.

Porque cuando le buscó no le encontró...

Pero si le encontró.
Y cuando lo hizo, fue él, esta vez, quien la dejó atrás.

Dejarte ir; Dejarte atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora