Dante.Entro a la discoteca soltando el cigarro en la puerta, la gente baila y canta al ritmo de Bad Bunny que suena a través de los grandes altavoces que retumban por el antro, ya hay algunos borrachos en los sofás, noto la mirada de un grupo de chicas cuchicheando entre ellas no les hago ni el mínimo de caso y me adentro con la intención de ir hasta mi reservado, pero algo me para, mas bien alguien.
-¡Dante!-Daisy toma mi brazo girándome hacia ella, observo su agarre extrañado para luego mirar directamente a sus ojos. Deduzco que lleva tacones por que parece un poco más alta de lo normal, casi llega a mi altura. Su pelo se mantiene en las ondas que lucia a la tarde y en su rostro sobresalta el maquillaje. Sobrecargado diría yo -¿Vienes con nosotras? -me dedica una sonrisa amigable, esta tramando algo, demasiado amable para ser ella y más tratándose de mi. Frunzo el cejo mirándola. ¿Cómo le digo yo a esta chica que sude de mi? Casi imposible, es demasiado insistente. Me da pereza este tipo de gente.
-¿No era que soy un mujeriego, egocéntrico, egoísta?-me cruzo de brazos apoyándome en la pared de la discoteca elevando ambas cejas para mirarla.
-No esperes un perdón de mi parte -rueda los ojos - te merecías todo eso y más -chasquea la lengua, hace una leve pausa mirándome de arriba abajo para continuar, por lo que veo le cuesta arrancar- sin embargo... le llamaste la atención a mi prima -hace un leve movimiento de cabeza hacia la zona en la que se encuentra la chica de pelo grisáceo, me dedico a observarla, luce un vestido rojo...
"Ella llevaba puesto un vestido rojo muy, pero que muy corto de tirantes, con un escote que daba vértigo, a ambos lados de sus muslos estaba cortado, dándole un aire mucho más atrevido si cabe. Llevaba el pelo ondulado que caía sobre sus hombros y poco maquillaje, el suficiente diría yo, ya que llevaba sus labios de un rojo pasión oscuro que incitaba, incitaba mucho."
Sacudo la cabeza alejando ese recuerdo de mi memoria, pero no dura mucho ya que al volver a fijarme, su vestido rojo se ciñe a sus curvas, el lado derecho es más largo que el izquierdo, este lado se mantiene recogido en forma de muelle, el vestido se mantiene cogido al cuello dejando toda la espalda libre, permitiéndome la visión de esta, me fijo en un lunar en la zona de la paletilla, igual al de Irene. Esto es muy extraño. El escote de la chica no queda atrás, acaba en pico. Está bastante buena, no voy a negarlo.
-¿Cuál es su nombre? -pregunto intentando indagar un poco en el tema.
-Miriam -dice tras unos segundos, como si se lo hubiera pensado, esto me huele mal.
-No la había visto antes por aquí...
-Ah eso... es porque ha venido de Italia.
-¿Italiana y con nombre español?-no me creo nada, la miro alzando mis cejas y ella me mira al momento también.
-Mis tíos son españoles -dice obvia, y aun que por una parte me convencer, por la otra no me creo nada, su lenguaje corporal nervioso me lo decía todo.- Anda tira a hablar con ella -insiste, pero finalmente accedo con bastante pereza.
-No se lo que tramas -comento de golpe mirando a Daisy- pero aquí me huele a gato encerrado -Tarda unos instantes pero finalmente niega con la cabeza.
-No tramo nada, Dan -encoge sus hombros- haz lo que quieras, pero ambos sabemos que no olvidas a cierta persona y podría ser esta tu vía de escape, comentan por ahí que dejaste a Gia -mira sus uñas como si nada, pero yo sinceramente me llego a sorprender por lo jodidamente chismosa que es la gente.- No voy a insistirte fiera, haz lo que quieras. -Hace el amago de irse pero la agarro del brazo.
-¿Es igual de subnormal que tú? -pregunto directamente y por un segundo noto su mirada en mis labios, si es que eso todas iguales.
-Todo lo contrario a mi -dicho esto, la suelto y voy directo a la chica, tiene algo que llega a alcanzar mi atención, y solo por eso voy a hacerle caso.
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Canciones de balas perdidas ; Nuestro punto y seguido continúa. (T#2) (+18)
RandomTras la repentina separación de Dante e Irene, todo en la vida de estos fue cuesta arriba y pesada. Ella, dolida porque creyó que el amor sería más fuerte que cualquier cosa que se les pusiera por encima. Él, magullado por el dolor del engaño, por...