Amor leal para siempre jamás

Capítulo 1 "Banco Gringotts"

Cuando Vernon Dursley llego a su casa no se tomó muy bien la noticia de la llegada de Harry, pero Petunia logro convencerlo de que dejaran al pequeño quedarse en casa, ella planea que Harry y Dudley compartieran cuarto pero Vernon dijo que no quería que su hijo durmiera con un fenómeno así que la cuna de su hijo fue trasladada al cuarto que compartía con su esposo, tenía cuarto que usaban para guardar cosas innecesarias, trataría de limpiarlo para poder adecuarlo como cuarto para el recién llegado niño.

Todavía tocaba el tema de que no había logrado descubrir nada de lo que había pasado con su hermana, estaba tan ocupada cuando a los dos niños, atendiendo a su esposo y limpiando el nuevo cuarto para Harry, además estaba el tema de no tenía con quien dejar a los pequeños, ni se llevaba bien con muchos vecinos debido a la actitud grosera que tenía Vernon, así que simplemente no lograba salir de su casa.

Ya a un mes de su llegada el cuarto de Harry estaba listo, no tenía mucho pero si lo necesario, empezaría a agregar más cosas conforme el pequeño fuera creciendo, así que Harry fue traslada a su nuevo cuarto y Dudley regreso al suyo, eso quitaba una lista de sus tareas pero seguía sin encontrar a una persona que pudiera cuidar a los niños en su ausencia, hasta que conoció a Arabella Figg, al principio la mujer le pareció rara, vivía solo con sus gatos y en ocasiones actuaba extraño, pero la mujer había sido amable con ella, le llevaba comida y en ocasiones se ofrecía como ayuda para atender a los pequeños, aun así Petunia no se sentía segura de dejarla con ellos a solas, pero no tenía a nadie más.

-Señora Figg- le hablo Petunia a la mujer que se encontraba jugando con los infantes.

-Dime Arabella, Petunia no somos desconocidas- le respondió ella sin dejar de mirar a los bebes de ya ocho meses frente a ella.

-Está bien, Arabella quería pedirte un favor- Arabella despego su vista de los pequeños jugando y la dirigió a Petunia que la miraba con una expresión seria- Necesito salir por un asunto personal pero no puedo llevar a Dudley y Harry conmigo, quería pedirte que si por favor los podrías cuidar en lo que regreso, no será por mucho tiempo-

-Claro que si Petunia, no te preocupes, además, me agrada pasar tiempo con ellos- dijo Arabella con una expresión amable en su rostro intentando transmitir la confianza que necesitaba Petunia.

-Muy bien, entonces si necesitas algo tómalo con confianza y llámame si sucede algo- Petunia empezó a tomar sus cosas mientras se dirigía a la puerta de la casa-vuelvo en seguida- finalmente salió y emprendió su camino hacia Londres.

Debía ser rápida, necesitaba llegar a casa antes de que Vernon volviera del trabajo, si bien el regresaba ya hasta la noche ella no quería arriesgarse a que volviera antes y más si había dejado a Arabella cuidando de los niños, se preocupaban de que ellos estuvieran bien, si bien era probable que Harry no fueran su sobrino ella se había encariñado con él bebe el tiempo que estuvo cuidándolo, el pequeño era tan tierno, tiene unos bellos ojos verdes y unas mejillas rosaditas que contrasta con su clara piel, además de esos mechones de cabello negro que le empiezan a crecer, sin mencionar que era un bebe muy risueño, no entendía como Vernon podría despreciar a un bebe tan hermoso como lo era Harry. Pero lo que más le dolía a Petunia es que ese odio de Vernon hacia Harry le recordaba a ella misma y como había tratado a su hermana. Ella seguía sin entender en que momento cambio todo, ellas eran muy unidas en su infancia pero de un momento a otro todo cambio, sentía que había algo que no cuadraba como si un fragmento de su memoria no estuviera.

Vagando en sus pensamientos no se dio cuenda de cuando llego a aquel bar tan memorable para ella "El caldero chorreante" observo como las personas caminaban enfrente de este sin notar su presencia, ahora que lo recuerda, la primera vez que vino parecía que solo ella y Lily podrían ver el bar, recuerda las miradas de sus padres al voltear a todos lados mirando confundidos que era lo que llamaba la atención de sus hijas. Sin más entro en el bar.