Capitulo 5

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Reiner Gabi y TN estaban recorriendo las calles de la zona de internamiento en Liberio, dirigiéndose a los cuarteles generales en el exterior del gueto por el camino eran saludados por los ciudadanos eldianos del lugar, hasta que llegaron a la salida de la zona de internamiento

-¿Que les pasa TN Gabi? las veo decaídas-les pregunto Reiner a las menores

-la abuela está muy preocupada, dice que desde que volviste pareces otro-dijo TN

-su hijo de 12 años volvió siendo todo un hombre, eso preocuparía a cualquier madre

-estas mintiendo-dijieron las menores

-¿Porque dicen eso?-les preguntó Reiner

-yo no lo sé, pero la tía Karina si-dijo Gabi a lo cual TN asintió

Aunque reiner negara lo que decían las menores TN sabía que algo había cambiado en el aunque el no lo admitiera.

En el campo de entrenamiento del cuartel general de los guerreros, Falco entrena frente a los desanimados Udo y Zofia, quienes se quejan de tener que haberse levantado tan temprano vieron a Reiner Gabi y TN acercarse

-"si quiero salvar a TN tendré que superarla"-pensó Falco mientras la miraba

Cuando Zofia hiba a saludar a TN y Gabi, Falco exclamó en voz alta

-Ya saben, el que adquiera al titán acorazado seré yo

Al decir eso Falco recibió un
cabezazo de Gabi mientras que TN solo los veía, no se iba a pelear con Falco solo por decir que el iba a heredar el titán acorazado le parecía algo infantil e inmaduro

-inténtalo-le desafío la pelimarron

-lo haré- le respondió el rubio

-mejor póngase a entrenar-dijo TN mientras pasaba al lado de ellos

[...]

Tras recordar varias de sus experiencias en Paradis, Reiner estaba apuntándose a sí mismo con un rifle para acabar con su vida. En ese instante Falco golpeo la pared del edificio donde Reiner se encontraba, frustrado consigo mismo tras una sesión de entrenamiento,tras escucharlo Reiner recuerda que los guerreros cadetes son su razón para seguir viviendo.

En otro lado Falco se estaba lamentando de que tal vez sus esfuerzos no sean suficientes para evitar que TN obtenga el Titán Acorazado, mientras camina por las calles de Liberio hasta llegar al hospital.

- Hey!

Volvió la vista al hospital, enfocándose en un soldado herido de cabello largo sentado en el banco de madera del jardín, sonriendo y saludándolo con una mano. Caminó hacia él y se sentó a su lado, para conversar un poco.

- Esto...Parece que está mejorando -lo miró- Ya puede hablar.

- Sí. Vine por problemas psicológicos, pero era mentira-dijo a lo cual el rubio exclamó sorpresa y confusión.

-Dije que no puedo volver a casa porque tengo amnesia, pero es sólo que no quiero volver. No sé cómo mirar a mi familia a la cara. ¿Lo contarás?

-No lo haré - respondió para volver a mirar al suelo

El mayor lo miró.

- Te lastimaste. ¿Fue entrenando para ser guerrero?- pregunto

- Sí. Pero yo no me convertiré en uno. Hay un candidato que es mucho mejor. No creo que me elijan.

- Me alegra oírlo respondió mirando hacia adelante. El menor lo miró.- Eres un buen chico al igual que tú amiga Espero que vivan mucho tiempo.

- ...Pero yo no quiero que lo sea- dijo volviendo a mirar el suelo.

- ¿Por qué? - el menor soltó un suspiro.- ¿La candidata es una chica?

Falco se encogió de hombros, algo avergonzado.

- Aquí la conocen todos. Hizo algo increíble en la última guerra. Todo el mundo dice que será el próximo Acorazado. Como no soy fuerte, se acabará sin que pueda hacer nada.

Ambos quedaron en silencio unos segundos. El castaño volvió a mirar el cielo, y habló nuevamente:

- Desde que llegué, cada día pienso: "¿Cómo acabamos así?". Nos corroen cuerpo y mente. Nos roban la libertad. Acabamos perdiéndonos. De saber lo que pasaría, nadie iría al campo de batalla. Pero siempre hay algo que te empuja a poner un pie en el infierno. La mayoría de veces no es por voluntad propia. Tu entorno te fuerza a hacerlo -el menor lo miró con algo de sorpresa-Pero el infierno de quien se empuja a sí mismo es distinto. Ve lo que hay más allá desde ese infierno. Puede que sea esperanza o puede que sea un nuevo infierno. Eso sólo lo descubre quien continúa avanzando.

Más tarde, Reiner regresaba del cuartel del ejercito, pero se detuvo de pronto al ver Falco correr. Él se detuvo delante de él, sujetándose de sus rodillas con la respiración agitada.

- ¿Falco? ¿A dónde vas a estas horas?

El menor levantó la cabeza para mirarlo, sonriendo.

- Olvidé algo. Voy a buscarlo al cuartel. Si me disculpa....- dijo para salir corriendo de nuevo, con su gran sonrisa intacta

Reiner lo observó alejarse, con curiosidad.

Al llegar a un buzón de correo, Falco se detuvo y sacó aquella carta que el señor Kruger le había pedido enviar y recordó el favor que le pidió

[FLASHBACK]

- Quiero pedirte un favor, Falco.

- ¿Qué desea, señor Kruger?

- Quiero enviar una carta, pero si la envío desde aquí la revisarán.

- Sí.

- Descubrirán que estoy fingiendo-extendió el sobre- Por eso quiero que la lleves a un buzón fuera de la zona de internamiento.

- De acuerdo -se acercó a él de nuevo.- ¿Es para su familia?

- Sí. Sólo quiero decirles que estoy aquí y que estoy bien.

Falco tomó aquella carta, se despidió del soldado herido, y salió corriendo del hospital, bastante animado.

[FIN DEL FLASHBACK]

observó la carta sonriente y volvió la vista al buzón, para meter el sobre dentro de él.

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Aqui les muestro como se ve TN

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⏰ Última actualización: Jan 30, 2022 ⏰

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𝑈𝑛𝑎 𝑐𝒉𝑖𝑐𝑎 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑐𝑖𝑎𝑙 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora