La llegada a Otakulandia

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–Sabes pensé que al existir los quirk el racismo y el sexismo desaparecerían como consecuencia, es decir, en un mundo donde hay personas de color rosa y personas con apariencia animal deberían romper todo tipo de estereotipos estúpidos pero después de todo esos comportamientos no son más que una escusa de gente fracasada que solo busca sentirse superior y dejar salir su odio, no importa cuántas oportunidades se les de a los humanos siempre consiguen crear nuevas fronteras, nuevas divisiones, realmente son patetiAah–, chillo en dolor Adam cuando Silver lo pellizco.

–¡¿Que diablos haces?!–, pregunto furioso el chico mientras miraba de forma acusatoria a la chica.

–Me pediste que te pellizcara si volvías a hablar como un ser superior, la última vez querías destruir el mundo... además hace mucho que no subes está historia–, explico la chica.

–Bueno estaba ocupado, además solo intentaba sacar un tema interesante, no podría destruir el mundo... una chica muy espacial sufriría si hiciera eso–.

–Aww–, se sonrojo silver mientras se pegaba al cuerpo del adolescente.

–Hablaba de Nejire–, susurro el chico haciendo que un seño fruncido apareciera en la chica, después de un pequeño silencio la chica recuperó su buen humor y pensó durante un tiempo en como romper el silencio.

–Bueno... ¿Por qué no escoges un tema más normal?–, pregunto Silver después de unos minutos.

–¿Cómo cuál?–, contesto el chico.

–Bueno, los chicos de tu edad ven fútbol, van al cine, juegan videojuegos o simplemente hablan de chicas... Mejor olvida lo último–, murmuró la pelinegra mientras pensaba en una peliazul.

–No me interesan esas cosas–, hablo tranquilamente el adolescente.

–Oh, está bien, supongo–, murmuró la chica algo deprimida provocando un suspiro del adolescente.

–Me gusta el arte, sobretodo el arte que se enfoca en el cuerpo humano, el ser humano está lejos de ser perfecto aunque es lo más cercano que existe–, respondió el chico.

–Hace poco hablabas mal de la humanidad...

–La humanidad y el cuerpo humano son cosas distintas, la humanidad es un grupo y por lo tanto actúan como grupo, como sea el ser humano está limitado por sus creencias y su concepto de realidad, su justicia está cegada por prejuicios y su moral condicionada por su propio beneficio, da vergüenza ajena como son capaces de abandonar sus creencias por el peso de la presión social, como darían lo que fuera por ser aceptados y como se sienten con derecho de juzgar a los demás–, explico Adam.

–Es fácil decirlo cuando tienes tanto poder, generalmente uno está con la sociedad por qué sabe que sin ella no podría lograr mucho–, replicó Silver.

–Al contrario, tener mi poder y tener ese pensamiento es complicado, muchas son las veces que me a llegado el sentido del deber de cambiar esta sociedad y mejorarla pero realmente no llegaría a nada, el cambio genera miedo, el poder genera miedo, si trato de hacer algo solo me temerán, prefiero disfrutar mi vida a desperdiciarla por una causa inútil–.

–De nuevo estás volviendo a tus planes radicales–, se burló la chica.

–Supongo, mejor sigamos con el tema del arte, mi género favorito es el desnudo, supongo que su segunda venida fue mucho más expresiva debido a los quirks, es curioso ver cómo cambia el cuerpo de los humanos con el desarrollo de quirk's mutantes–, explico Adam

–¿Eso no es algo erótico?–, pregunto Silver.

–Un cuerpo desnudo tiene mucho más que solo lo erótico, el ser humano es algo más que simple sexo–, se burló el chico.

–Bueno si te gusta ese género podrías pintarme desnuda pero con la condición que las pinturas solo las veamos nosotros–, sugirió la chica de una forma traviesa.

–Silver, a miles de personas les gusta la carne y no por eso son carniceros, además no creo que seas material para ser retratada–, replicó el chico.

–¿No crees que tenga potencial de arte?–, pregunto la chica desanimada.

–Cualquier persona tiene potencial para ser arte, lo que tú no tienes es el potencial de quedarte quieta por más de un minuto, solo mírate el avión ni siquiera se a levantado del suelo y ya te paraste siete veces de tu asiento–, se quejo Adam logrando que la hiperactiva chica se calmara por unos minutos.

–¿Crees que el viaje a Japón sea muy largo?–, pregunto Silver después de un rato.

–Contigo a mi lado, seguro–, se burló Adam.

–Eres cruel–, se quejo la chica.

–Ven, quiero que duermas un poco en mis brazos–, sugirió el chico logrando que Silver lo abrazara rápidamente.

–Sabia que me querías–.

–Te quiero... en silencio y solo dormida puedes estar tranquila–, susurro el chico.

–Esa pausa significa mucho, en el fondo me amas solo no quieres admitirlo–.

–Quizás, a hora solo duerme–.



El Hijo De All For OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora