La llamada que inició todo

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Adam había regresado con Silver y le había contado sobre su siguiente movimiento, la chica comprendía los sentimientos de chico y en cierta parte los compartía, no sabía nada de su vida antes de conocer a All For One pero probablemente no había sido tan buena como actualmente lo era, aún así no quería que Adam se involucrára directamente en una guerra pero sabía que no podía hacer mucho para persuadirlo.

El chico estaba decidido en honrar la memoria del su padre aunque estaba conciente de que esto sería un factor decisivo para su futuro, no le importaba, no lo suficiente para detenerlo, se encargaría de que la deuda fuera pagada... Aunque había algo que quizás debilitó su convicción, Silver estaba preocupada por el, no por su seguridad pero si por lo que pasaría después de esto y en cierta forma podía comprenderla, lo único que podía hacer era tranquilizarla con una promesa.

La fiesta de las cinco espadas se acercaba y si tenía en consideración los dos días que tomaría el asedio a Hong Kong entonces llegaría justo a tiempo para poder asistir a ella, un hombre importante debería asistir con una chica linda a un evento como este así que llevaría a Silver a la fiesta, podrían verse y pasar un momento agradable para relajarse así que sería perfecto, solo esperaba que todo saliera bien.

-¿Seguro que bailarás conmigo?-, pregunto Silver divertida.

-Es una promesa y un hombre debe cumplir sus promesas-, afirmó Adam.

-Y pensar que antes te daba vergüenza tomar mi mano en público-, río Silver a costa de Adam que solo sonrió mientras recordaba sus aventuras en el pasado.

-Eso era por mi falta de confianza... Entendí que no puedo darme el lujo de temerle a cosas tontas, soy probablemente la persona más importante de este planeta, debo actuar como tal-, afirmó Adam.

-¿Entonces ya no tendrás vergüenza?¿Harás todo lo que te propongas?-, pregunto Silver.

-Exacto-, confirmo el chico.

-Entonces... Si te pido un beso me lo darías-, susurro Silver.

Adam se quedó en silencio total mientras sentía como su corazón se aceleraba, Silver levanto su mirada y sus ojos se entrelazaron con los de chico, después de un segundo ambos se acercaron lentamente hacía el otro mientras que todo a su alrededor desaparecía, sus rostros se fueron acercando mientras que sus respiraciones se volvían lentas, Silver abrió un poco sus labios mientras que Adam giro un poco su cabeza para evitar que sus narices chocarán, la distancia entre ambos casi había desaparecido cuando el sonido del teléfono del hotel se hizo presente rompiendo la atmósfera.

Adam sonrió de una manera triste mientras juraba que Machia sería castigado, mirando por última vez a Silver se levantó lentamente del sillón para dirigirse hacia el teléfono, descolgó el número para escuchar la voz de una mujer que suavemente pronunció un código, todo estaba listo para su pequeño aperitivo, pronto obtendría la venganza en nombre de su padre y caminaría por un camino sin retorno, aunque se sentía feliz por no haber tenido que tomar la decisión totalmente solo.

El chico abrió un portal y frente a el apareció la maravillosa vista de la ciudad de Hong Kong, empezó a caminar hacia su cita con el destino pero antes de cerrar el portal susurro una promesa sobre su regreso en unos días dejando atrás su hogar.

Silver solo miro en un silencio impotente como su amado partía sin poder haberle confesado su sentir, desde que tenía memoria había vivido en un vacío constante de infelicidad y amargura, su único propósito era servir a un genocida sociópata narcisista con una gran necesidad de protagonismo pero todo cambio cuando le asignaron la tarea de cuidar a Adam... Una luz cálida entra toda la oscuridad, una vida mejor dónde podría ser realmente como ella quería, había ganado algo parecido a un hermano pero al final no pudo evitar enamorarse de una manera no muy sana de aquel que fue su salvador.

Las últimas palabras del chico solo lograron que sus lágrimas aflojaran y cayeran se deslizaran por su bello rostro, ella le había fallado a su amo, apesar de que paso todo el tiempo posible dándole su cariño, apesar de que lo acompaño en sus momentos más difíciles, apesar de todas las risas y aventuras que vivió junto a el, apesar de que lo apoyo y lo amo de una manera incondicional no pudo alejarlo de aquel oscuro abismo al que por voluntad propia se dirigía.

Sabía que pudo haberlo detenido pero sus propios sentimientos le jugaron en su contra, los nervios la habían superado, después de todo ella nunca había tenido un acercamiento romántico con nadie y tardo demasiado tiempo en reunir la confianza necesaria para poder besarlo, había perdido su oportunidad de asegurar que Adam se quedará con ella, su oportunidad de escapar de todos los conflictos que su padre le había heredado y ahora solo le quedaba orar para que todo saliera bien.

Orar para que Adam no utilizará su potencial para convertirse en lo que una vez fue su padre, aunque parecía que el propio destino así lo había decidido, después de todo cuál era la posibilidad de que una simple llamada pudiera causar todo esto.


El Hijo De All For OneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora