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-Hola.

Asustada levanté la vista, observando que la señora que me había mirado feo anteriormente ya no se encontraba. En su lugar, un muchacho rubio vestido de puras prendas oscuras y anchas me miraba con una sonrisa. Miré a los lados viendo si me hablaba a mi, aunque era claro que me hablaba a mi porque si estuviera hablándole a alguien más, no sé me hubiera sentado al frente ni me estaría viendo directamente.

-¿Hola?- Devolví el saludo confundida.

-¿Cómo estás?- Analicé su rostro, buscando en lo más profundo de mi cabeza alguna imagen de alguien de la escuela o un cliente frecuente de la repostería pero nada. No lo conocía de nada.

- ¿Bien? Creo.- El chico ensanchó su sonrisa y entrecerré los ojos, dispuesta a no rendirme en tratar de reconocerlo.- Disculpa ¿Nos conocemos?- Me atreví a preguntar.

- Nop.- Sin borrar su sonrisa dijo.- Pero podríamos conocernos.

Ok, ya sabía por donde iba.

-Lo siento, no estoy interesada.- Fui directa, comenzaba a incomodarme un poco y quería que se fuera.

- Entonces seamos simplemente amigos ¿Te parece?- Por amabilidad le sonreí, sosteniendo mi teléfono entre mis manos y esperando a que se fuera o algo.- ¿Puedo tener tu número?

Y lanzó la pregunta.

Y yo no sabía cómo responderla sin sonar grosera o incómoda.

Por manía, rasqué mi pierna sin saber realmente qué decir.

-No acostumbro a darle mi número a desconocidos, lo siento.- Intenté sonar lo menos fría y grosera posible.

-Pero te estoy diciendo que seremos amigos.- El chico se quejó.- No seremos desconocidos si nos hacemos amigos ¿Cómo haces amigos si no hablas con ellos? ¡Para hablar contigo necesito tu número!

-Lo siento pero no.- Suspiré y en vista de que él parecía no querer irse me levanté sosteniendo mi celular con una mano y con la otra acomodaba el tirante de mi bolso en mi hombro.

No vi venir el momento en que aquel chico sostuvo la mano en donde tenía mi celular entre las suyas. Lo miré sorprendida.

-¡Entonces apunta mi número! No me darás ninguna información tuya y tú tendrás la mía por si decides hablarme.- Intenté zafarme de su agarre pero lo apretaba más hacia si mismo.

Casi como si fuese una señal, el teléfono en mi mano comenzó a sonar en una llamada entrante y por fin pude liberar mi mano. Jinri me estaba llamando, probablemente era porque a esta hora en el campo donde vivía su abuela la cobertura era buena. Antes de descolgar la llamada miré al chico con pena y dije:

-¿Me disculpas? Tengo que atender, es urgente.- El chico asintió y yo me giré descolgando la llamada y caminando hacia la piscina de pelotas.

Mi vida!- Chilló al otro lado de la línea.- Estuve intentando llamarte desde hace rato pero parece que recién es que sirve la cobertura ¿Cómo estás?

-Mal.- Me apoyé a un lado de la piscina y le hice una seña a mi hermano. Sabía que si no me iba ahora probablemente el chico insistente seguiría con el tema de mi número. Antes de que Jinri preguntara hablé:- Vine con Minsoo al área de juegos del centro comercial y un tipo se me acercó a pedir el número.

-¿Y estaba lindo?- Bufé.

-Jinri me sentí incómoda, además el tipo no aceptaba un no por respuesta.- Disimuladamente me giré y el rubio todavía me seguía mirando. La incomodidad volvió a sentirse.- Me está mirando, no puede ser.

OH GOD! ;; lee felix/Hwang HyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora