No es efímero

4- Vamos

Era la tarde, todos regresaban a sus hoteles y habitaciones o salían a comer.

Por el lado de Jalisco, estaba algo apurado por llegar a una casita cerca que compartían México y CDMX cuando querían llegar a algún lugar cerca de la cede para no demorar tanto a las juntas. A veces el tapatío dormía ahí cuando no quería estar solo en su departamento, por lo tanto tiene algunas cosas por ahí, como un sombrero de un traje de mariachi suyo que justamente buscaba, fue a la casa, afuera se encontraba Rusia mirando por la ventana.

Se le hizo raro que no entrara pero al recordar la junta, ya se imaginaba lo que pasaba.

-Buenas tardes, señor Rusia.- Saludó amablemente.

-Oh, Jalisco, eres tú, buenas tardes. - Ya lo conocía, así que le sonrió ladinamente tranquilo, pero luego su rostro se volvió algo preocupado.- De hecho que bueno que eres tú y llegas.-

-¿Necesita algo en lo que pueda ayudar?-
Ladeó su cabeza un poco en duda.

Apenado asiente con la cabeza - Sí, Mex y CDMX están adentro, el problema es que mi capital, Moscú tambien está ahí y parece que ya no le queda nada de paciencia.-

Ambos se asomaron por la ventana y en efecto, Jalisco negó para sí mismo con molestia, se miraba como Moscú trataba de concentrarse en su teléfono para ignorar su alrededor con una cara molesta, con una cosita extra, era CDMX que estaba sobre él y girando a su alrededor y con su típica cara de enamorado cuando lo ve, seguro le pedía una cita.

-Ya entiendo, ya estoy en eso señor Rusia.- Decía adentrándose a la casa. Lograba escuchar ya a CDMX.

-Vamoos rojito, dame un solo besito.- la capital de rosa se acercaba, Moscú gruñó un "Aléjate" en negación. - ¡Un piquito! ¿Si?-

- ¡Que no! - Soltó con molestia junto a su acento mientras se reacomodaba en el sillón donde estaba sentado.

-Solo uno de compas, carnal.- Se acercaba peligrosamente a sus labios, el ruso estaba preparándose para atacar cuando un golpe mandó a sentar al otro lado a la capital mexicana.

-Gra...- El moscovita confundido sonrió un poco con gracia y miró a quien sería su salvador, sus ojos se iluminaron sorprendiéndose de que sea aquel estado que le hizo frente en la cede.- ...cias.-

- ¡No sigas molestando así a los invitados de mi apá'! ¡Siempre que los recibes los agobias, cabrón! - Seguía regañando a su hermano, apenas volteba a ver a la capital rusa- ¡¿Acaso no crees que...-

Se interrumpió a él mismo su expresión molesta cambió a una un tanto sorprendida con un leve rubor por cruzar miradas con su "contrincante" de hacía un rato.

Para Moscú su alrededor se volvió rosa y brillante, colores más vivos, pareciera como si esos grandes ojos bicolor lo hubieran hinoptizado nuevamente al instante de que cruzara miradas con sus propios ojos color turquesa. Ese pequeño trance parecieron horas, horas que no quería que terminaran, realmente eran lindos sus ojos. Era la segunda vez que le pasaba en el día y extrañamente con el mismo ser. Apenado se levantó para quedar frente al jaliscience sin apartar la mirada de él.

-[Madres...]- Para sus adentros pensó Jalisco, por su parte retrocedió un paso sin dejar de mirarlo tampoco, se sintió intimidado pues ahora era él quien miraba hacia arriba y el contrario estaba demasiado cerca.-[También es enorme.]- Pensó comparando la altura del señor Rusia con la de este otro ruso.

-Disculpa... otra vez, soy Moscú, la capital de- Fue interrumpido por Jalisco.

-De Rusia, ya lo sé.- Dijo con una pequeña sonrisa de burla por lo de hace rato. Dio otro paso hacia atrás y sin dejarlo hablar siguió.- Discúlpanos, mi hermano puede ser algo terco, bueno me tengo que ir, nos vemos. Voy tarde y no pueden esperar más por mí, ya es el último ensayo y...-