Kaeya

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Título: La botella

Palabras:3010

Disfruten de este primer one shot, lo hice con todo el amor del mundo ❤️

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-¡Señorita! ¡Queremos dos Filetes a la Barbacoa!

-¡Señorita! ¡Deme un poco más de alcohol!

-¡Señorita!

-¡Señorita!

Te llegaban gritos de todas partes, deseando que los atendieras o que tomases sus pedidos, y sí, estaban acabando con tu salud mental. Te encontrabas en la Taberna Cola de Gato, era tu primer día trabajando como camarera, y ya odiabas ese oficio.

Habías llegado de Fontaine, tierra en la que todo era un poco más tranquilo, pero en la que no se podía respirar la libertad que había en Mondstadt. Es por eso que decidiste abandonar Fontaine y empezar una nueva vida en Mondstadt.

Al llegar te cruzaste con una avispada aventurera de cabello castaño largo que te aconsejó buscar un trabajo -no sin antes decirte que te unieses a los Caballeros de Favonius, claro está; algo que rechazaste debido a que no usabas bien ningún tipo de arma ni portabas una Visión para poder defenderte-. Ella te comentó que en la actual taberna que te encontrabas buscaban una nueva camarera debido a que una de las antiguas abandonó el trabajo para dedicarse a la maternidad.

Después de agradecerle un millón de veces a la chica exploradora y prometerle que la invitaría a comer la próxima vez que la viera, te dirigiste a la Taberna, en donde te acogieron con los brazos abiertos. Margaret, tu jefa, te explicó cómo debías servir a los clientes, siempre sonriendo, pero tampoco iba a pasar nada si no lo hacías, después de todo, no podía obligarte. Seguido de esto , te presentó a tus compañeras. La que más atención se llevó de ti fue sin duda la pequeña mitad gato-mitad humana, te parecía raro que alguien tan pequeña como ella pudiese hacer maravillas con el alcohol y tener tanta fama en Mondstadt.

Y, finalmente, llegamos a la situación en la que estabas ahora, en la que estabas a punto de lanzarle una botella al primero que se te cruce delante para soltar algo de estrés. Sólo un señorita más y...

-¡Señorita!~

Ahí estaba. Tu paciencia había llegado a su límite. La tuya y la de la gran mayoría de compañeras tuyas, al parecer había tanta gente porque la otra Taberna había cerrado por "vacaciones" -así fue como se lo mencionó Diona-.

Te ofuscaste de tal forma que hiciste lo que se te había pasado por la cabeza hace unos momentos, lanzar una botella que ya se encontraba vacía contra la puerta de la Taberna. Con lo que no contabas era que en esos momentos se abriera la puerta, y la persona en cuestión recibió el golpe con la botella de lleno.

-¡Oh por Barbatos! ¡Lo siento mucho!- gritaste horrorizada y corriste hacia el chico, el cual se encontraba en el suelo con una herida un poco grande en su cabeza y completamente inconsciente. La gente a tu alrededor no hacía nada al respecto, parecían completamente congelados, incluso tus compañeras, a excepción de Diona, quien corrió a ayudarte a cargar al chico a la parte trasera del establecimiento.

Como podías imaginar, la pobre Diona, aunque lo hacía con la mejor intención del mundo, no te ayudaba mucho a cargar con el joven de cabellos azules como el mar, por lo que dedicaste una de tus mejores miradas asesinas a una de tus compañeras para que te ayudase, y te hizo caso al instante. En ese momento fue cuando el local recuperó la vida, pero no de la buena forma. La gente parecía asustada, preocupada e incluso enfadada, algo que ignoraste por completo hasta que lograste dejar al de piel morena sobre una cama improvisada que había por allí por si alguno de los empleados le daba por dormir en su descanso.

𝑮𝒆𝒏𝒔𝒉𝒊𝒏 𝑰𝒎𝒑𝒂𝒄𝒕: 𝖮𝗇𝖾 𝖲𝗁𝗈𝗍𝗌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora