Invisible

18. Relajado te vez mas lindo

Dormí con Itachi en mi cama, no hicimos nada más solo me aferré a su cuerpo como una sanguijuela.

—¿estas despierto Ita?

—mm, estoy tratando de dormir..

—Ita, ¿vamos al baile de bienvenida juntos?

—no, ni loco.

—por favor! Por favor Ita!

—no.

—por favor!

Me pongo de rodillas en la cama y él suelta una carcajada, le pongo mi mejor rostro de súplica y él me agarra de la cintura y me gira para quedar arriba de mi.

—sin tomarse de las manos, sin cursilerías y nada de besos sosos.

—hecho!

Parece tan relajado, tan humano que lo adoro.

—eres tan bonito Ita..

—lo se lindura, ¿ahora me alimentaras o me tendrás muerto de hambre todo el día?

Le doy un beso fugaz y él hace rodar los ojos.

—eres irritante.. -me dice-

—te encanta que sea así Ita, solo que eres muy amargado para recocerlo.

—mi comida Haruno!

Yo me río y voy a la cocina, es tan cabron que me encanta, no se cuanto durará esta paz, por que tengo que ser sincera y con Itachi siempre terminamos peleando.

Él baja con el cabello mojado y se sienta mientras yo termino de preparar los hotcakes, se que le gusta lo dulce y es algo tan extraño por que es amargado como nadie más en la vida.

—así que sabes cocinar cosas dulces.. -dice divertido-

—te lleve galletas ¿o ya no te acuerdas?

—si, pero pensé que las había hecho tu mamá.

Yo suelto una carcajada y él me mira con la ceja alzada.

—mi madre no sabe hacer ni un huevo, aprendí a cocinar hace años, con práctica puedes hacer maravillas en la cocina.

Él me mira extraño, pero aún tiene esa mirada de burla que a veces me desespera.

—tenemos que ir a clases -dice indiferente-

—supongo que quieres llegar sin mi -le digo con resignación-

Como en silencio tratando de ser indiferente al hecho de que no puedo cambiar su esencia cabrona.

—no, pero no te pases con las demostraciones de cariño. -dice molesto-

Yo reprimo mis ganas de reír, pero es imposible.

—veo que tienes una enorme sonrisa Sakura..

Me meto a la ducha y me cambio rápidamente, pasamos a su casa y nos vamos a clases.

Tengo una sonrisa tan estúpida que me da miedo.

Él camina a mi lado tomando una distancia prudente, pero que más le voy a pedir al rey de la indiferencia.

Kisame suelta una carcajada cuando nos ve llegar juntos, Itachi lo fulmina con la mirada.

La clase pasa rápida y después nos vemos en el gimnasio esperando a Gai sensei.

—bueno mis queridos alumnos, hoy tendremos enfrentamientos cuerpo a cuerpo, serán capaces de poner en práctica lo que aprendieron el año pasado sobre defensa personal. -dice con una sonrisa-