Invisible

19. Cuando una simple fiesta se transforma en una pelea

Me he mirado por 10 minutos al espejo, no sé si me veo como debería, pero hice mi mejor esfuerzo para agradarme a mi misma.

{estoy abajo, apúrate}

Sonrío al espejo, tan bastardo como es y aún así me vuela los sesos.

Bajo con mis tacones y mi vestido corto de encaje, mi cabello cae suelto en mi espalda desnuda, abro la puerta y esos ojos negros me escanean dejando calor por todos lados en mi cuerpo.

Solo sonríe pero para mi eso es el cielo, se me atasca la respiración al verlo vestido de traje, obvio que no lleva corbata, eso sería pedir mucho.

—vamos a la maldita fiesta antes de que me arrepienta -dice molesto-

Si, ese es el mismo Itachi de siempre, me subo al auto y trato de relajarme lo que dura el viaje.

Todo el maldito colegio está ahí, ellos entran con sonrisas idiotas en sus rostros hacia el gimnasio, adentro la decoración es exquisita, el lugar fue transformado y parece una hermosa primavera.

Itachi toma mi mano y me jala en medio de la gente para sentarse en una mesa vacía.

—¿que te pasa? -me dice entrecerrando los ojos-

—nada ¿Por que?

—estás callada, eso no es normal en ti.

Yo suelto una carcajada y él parece relajarse un poco.

—bueno, solo admiraba lo devastador que luces en traje negro.

Él vuelve a sonreír y tengo que apretar las piernas para no lanzarme sobre él como una desesperada.

—iré por algo para beber ¿quieres algo? -pregunto feliz-

—no, solo quiero que la noche acabe -dice aburrido-

Es inevitable que mi cuerpo no se tense, que mis puños no se aprieten, por que la desilusión a pesar de ser un sentimiento conocido es algo que me lastima y me hace respirar con dificultad.

—Saku! Viniste! -dice Tema-

Intento sonreír, pero ella sabe que no estoy feliz.

—ok zorra, cambia esa cara y diviértete, eres Sakura Haruno! No una adolescente herida!

Me rio a carcajadas y le doy un abrazo, Temari tiene razón, vine a aquí para divertirme y ser feliz, no para tener una maldita cara de culo toda la noche.

Camino hacia Itachi y tomó de ponche el cual está endulzado con alcohol, gracias adolescencia!

—mm, Dios esto está bueno!

Él hace rodar los ojos y me concentro en la gente que baila y sonríe como yo deberías estar haciendo.

Kisame me saluda y se sienta a mi lado junto a una morena muy bonita.

—¿y cómo están? -dice divertido-

—aburrido -dice Itachi-

Aprieto mis dientes y respiro dos veces, luego dos veces más.

—¿vamos a bailar? -intento siendo un poco dulce-

—no

Ok, Kisame me mira, en su rostro hay una mirada de disculpa que él no debería darme.

La chica parece divertida con la reacción de Itachi, perra!

—Itachi, ¿vamos a bailar? -le digo más enojada-