Las siguientes dos semanas volaron como un avioncito de papel, y cuando la figura aterrizó Seokjin se dio cuenta de que había pasado poco más de un mes desde que le habían raptado.
— Normalmente, si alguien le hubiese dicho que su destino estaba enlazado con el mismísimo hijo de las tinieblas él hubiese reprendido aquello y se hubiese arrodillado para orar.
— Así, si alguien más también le hubiera dicho que él aceptaría esa unión, inmediatamente se hubiese hecho un auto-exorcismo, a él y a la persona que le dijera esa tontería, claro.
— Pero en esos momentos no se podía auto-exorcisar o echarse a orar, porque a decir verdad ya no tenía aquella fe flameante.
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— Las cosas habían cambiado en sobre manera, él había cambiado.
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— Su pensar, es decir, y sus sentimientos.
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— Porque en algún momento dejó de temer y llorar por las noches, para acostarse con una pequeña sonrisa, esperando el mañana con ansias.
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— Justo como lo había hecho la noche anterior.
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— Estaba nervioso, sentía estragos en su pansita, las tan famosas mariposas revoloteaban dentro de él y sus mejillas se encendían. Tenía el corazón latiéndole a mil por hora.
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— Ahora estaba sentado en, lo que llamaba ahora, su cama. Estaba siendo arreglado por una monja con la que había compartido un par de charlas en la última semana. Siyeon le aplicaba a golpecitos suaves un poquito de rubor en sus mejillas, para hacerlas más rosaditas.
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— Anteriormente había aplicado también un poco de sombras en sus párpados, y le había peinado el cabello haciendo resaltar su cabello en pequeños rulos que le daban unos airesitos más pequeño, y tierno.
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— Sus manos jugaban entre sí mientras reposaban en su regazo. Unos finos pantalones blancos se cerraban en sus caderas, en la parte superior solo tenía una camisa blanca delgada.
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Siyeon terminó de colocar el rubor y pasó a ponerle un poco de bálsamo labial, hizo ver sus labios más rellenitos, rosados y con un brillo que hacía delirar.
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— — Ya estás listo, Jin — avisó la mayor. Tomó la mano del castaño y lo levantó para que se pudiera observar en el espejo de la habitación.
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— Jin clavó su vista en su figura. Lo admitía, se veía muy bonito, Siyeon se había lucido con su trabajo y él esperaba que se viera lo suficientemente bien para JungKook.
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— Era un Sábado, cerca de las 3:00p.m. El cielo estaba en un bonito tono de azul, las nubes blancas decoraban el vacío del cielo. Había cierto brillo en las cosas, parecía que toda la ciudad estaba alegre ese día.
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— Jin iba a contraer matrimonio dentro de unos minutos, con JungKook.
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— Y no podía esperar a estar junto a él, para poder estar juntos finalmente, en todos los sentidos.
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— La emoción crecía cuando pensaba que pronto sería su esposo. Pronto todo volvería a cambiar y en vez de tener miedo por las consecuencias él las esperaba gustoso.
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— Siyeon le colocó el saco del traje. Tomó un pequeño ramillete de flores pequeñas y las colocó en su bolsillo, en el costado izquierdo del pecho. Le dio una gran sonrisa para apreciar al castañito.
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— — ¡Te ves precioso, eres muy hermoso! — exclamó ella.
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— — ¿De verdad me veo bien? — susurró, temeroso.
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— — Claro que sí, no te preocupes. JungKook sabe apreciar el arte —
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— Jin sintió sus mejillas enrojecer, intentó cubrirse el rostro con las manos pero antes de hacerlo la fémina chilló con que arruinaría el maquillaje. Así que solo se vió una vez más en el espejo y sonrió, estaba listo.
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— Sabía de la boca del pelinegro que, obviamente, no tendrían una boda por la iglesia. Tampoco harían una fiesta, tan solo serían ellos, las monjas y algún tipo de sacerdote que les casaría.
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— Tampoco sería una boda como todas las demás. Por su contrario, serían casados bajo el permiso y autoridad del Señor Oscuro.
— Ese mismo día todo el poder de JungKook despertaría en él.— Tendrían la ceremonia en el patio de la casona, más bien sería algún tipo de ritual en el que jurarían amor eterno y harían un pacto de sangre.
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— No le dio tantas vueltas al asunto, después de todo ya no tenía miedo, se sentía seguro allí y en los brazos del mayor. Él quería hacerlo.
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— Bajó junto a la monja, con los nervios a flor de piel, pronto se encontraron en la salida que daba al patio.
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— Desde donde se encontraba tenía una vista de todo, se habían esforzado por decorar el patio, había un recorrido de pétalos que guiaban a un quiosco en el medio, rodeado de lianas y florecillas rojas. La luz del sol golpeaba levemente todo, dandole un brillo natural.
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Born For Evil [Kookjin]✓
Random[ᴇʟ ᴀɴᴛɪᴄʀɪsᴛᴏ ʜᴀ ɴᴀᴄɪᴅᴏ, ϙᴜɪᴇɴ ᴘᴏɴᴅʀá ғɪɴ ᴀ ᴛᴏᴅᴀ ʟᴀ ᴄʀᴇᴀᴄɪóɴ ᴅᴇ ᴅɪᴏs, ᴊᴇᴏɴ ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ ʜᴀ ɴᴀᴄɪᴅᴏ ] ✓Kookjin 👑 ✓Jungkook Top, Seokjin Bottom ✓Adaptación: @Mincherryly 💜 ✓M-Preg ✓Temas religiosos ✓Demonios